De la revolución al desastre en Venezuela (7)
¿Venezuela rumbo a
la cubanización? (2)
Venecuba o Cubazuela,
¿Cuál te gusta más?
¡Les contare una
historia (45)!
¡Venezuela hoy … cada vez más “cubanizada”!
Amigo Juan Pueblo, quiero compartir contigo un
extracto de una de las disertaciones de la politóloga y escritora oriunda de
Guatemala, me refiero a Gloria Álvarez, la cual sigo y leo a menudo sus
artículos, bajo el título de: ¿La limosna lo que quiere es OBEDIENCIA?
Por supuesto que sí, la limosna ideológica lo
que hace el populista, primero te corta las piernas, luego te da unas muletas y
te obliga a agradecerles por esas muletas que te dio después de que te dejó sin
piernas. Ahora, de culpar a la población no, responsabilizarla sí.
Porque Hugo Chávez, Nicolas Maduro, Evo
Morales, los Kirchners … Lula Da Silva, Rafael Correa, Daniel Ortega, y
próximamente Nayb Bukele en el Salvador todos, del Foro de Sao Pablo y del
Socialismo del Siglo XXI llegaron democráticamente. O sea, la gente los votó.
Y ahí si hay una responsabilidad por parte de
las poblaciones latinas en que siguen creyendo que “papá gobierno” está para ser un Santa Claus y no para ser un árbitro que vigile que haya IGUALDAD
ANTE LA LEY. Porque se ha llegado al punto donde hay que regalar comida en
Venezuela y esto es lo que la gente aplaude. Porque se acabó el ESTADO DE
DERECHO, se acabó la IGUALDAD ANTE LA LEY, se hizo prohibida la PROPIEDAD
PRIVADA.
Entonces si tú le QUITAS a los ciudadanos las
maneras de ellos poder producir para pagarse su propia comida por supuesto que
cuando ya los tienes famélicos van a aplaudir como focas cualquier alimento que
les tires porque se están muriendo de hambre.
Pero si los Latinoamericanos no reflexionamos
en que somos nosotros … bueno, yo no individualmente, pero mucha la gente que
ha votado y ha puesto en ese lugar democráticamente a esos líderes POPULISTAS
pensando que la labor de un gobierno es la de ser Santa Claus, si no hacemos esa
reflexión vamos a seguir de péndulo en péndulo entre populistas de derecha como
Bolsonaro a populistas de izquierda como Nicolas Maduro. Y en esos hartazgos
sociales cada vez quien pierde es la población.
Po eso mucha de esa población se larga a
Estados Unidos. Desgraciadamente huyen del sistema, pero se llevan la
enfermedad con ellos, y empiezan en Estados Unidos a mal acostumbrarse, a votar
por políticos que les ofrecen eso.
Precisamente el populista lo que quiere es a
la gente ignorante. Entonces es absurdo que las poblaciones latinoamericanas
sigan esperando su educación por parte de un populista que lo que los quiere es
… ignorantes y brutos para poderlos manipular con una gallina, con un pernil o
con una lámina de zinc.
Desde México hasta la Argentina todos los
sindicatos MARXISTAS que tienen coaptada la educación estatal latinoamericana,
se han robado hasta el 93% del presupuesto de educación como en el caso de mí
país Guatemala donde Javier Acevedo, sindicalista de más de 20 años de estar
enquistado en el poder, se roba 93 centavos de cada Quetzal que va para
educación. Y ahora que … la CICIG salió de Guatemala.
Por cierto, ni una investigación contra
Javier Acevedo que es uno de los dictadores más perennes que tenemos en el
país.
Entonces, NO HAY EDUCACION porque
la gente en América Latina en lugar de poner SU educación en SUS manos y
utilizar recursos tecnológicos sigue esperando que el mismo populista que los
quiere ignorantes los eduque y eso NUNCA va a pasar.
Hablando de desigualdad, la desigualdad más
desgraciada que tenemos en América Latina y que crucifica a los pobres a SEGUIR
en la pobreza es la desigualdad ante la ley.
Nos tienen marcados con este cuento de la
desigualdad material como si algún día cuando todos tengamos la misma cantidad
de objetos materiales vamos a ser personas éticas y eso realmente no tiene
ningún sustento.
Hay gente millonaria como los narcos que
todos los días violan derechos individuales y hay gente muy pobre que nunca por
estar en pobreza han violado la vida, la propiedad o la libertad.
La verdadera desigualdad que nos tiene mal en
América Latina es la DESIGUALDAD ANTE LA LEY. La falta del ESTADO DE DERECHO.
Si tu naces pobre en América Latina sabes
que, aunque la ley esté de tu lado te pudres en la cárcel, porque no tienes el
dinero para pagar el abogado y sobornar al juez que te saque de ahí.
Y si naces con cierta clase social para
arriba la ley es una sugerencia, el típico “usted no sabe quién soy yo”, “usted no sabe quién es
mi papá”, y esa desigualdad ante la ley es la que hace que los
latinoamericanos miren precisamente a países menos socialistas como Estados
Unidos, no buscando que le regalen cosas gratis, sino que los dejen trabajar.
Amigo Juan Pueblo,
ahora entrando en el tema “rumbo a la cubanización”, quiero
compartir dos citas publicadas en su cuenta de Twitter de Enrique Aristeguieta,
la primera dice: “La destrucción de Venezuela, al igual que la de Cuba, fue
deliberada. Sus autores lo menos que merecen es prisión perpetua. Jamás
negociaran su salida en serio, y eso deben entenderlo nuestros verdaderos
amigos”. La segunda cita: “He visto con tristeza y terror un vídeo de la Habana
vieja. Solo ruinas, destrucción y gente harapienta, miseria total, ni sombra de
lo que fue una bella ciudad. ¡60 años de comunismo para eso! Esa es la ruta que
llevamos. ¿Cortémosla como sea!”.
Los socialistas amigo Juan Pueblo, utilizan la justicia social para sus fines más
oscuros, como decía Friedrich Von Hayek “El concepto de Justicia Social ha sido
el “Caballo de Troya” con el que se ha introducido el totalitarismo”.
¡Que suba el telón!
Cuba y Venezuela: ¡adiós,
revoluciones! Por Patricio Fernández, Revolución 60, The New York Times,
nytimes.com, 14 de abril de 2019.
SANTIAGO — Más de dos años después de que el
teniente coronel Hugo Chávez Frías intentara una asonada golpista en contra del
entonces presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, Eusebio Leal, conocido en
La Habana como “el historiador de la ciudad”, invitó a Chávez a Cuba para dar
una conferencia sobre el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200).
Fidel Castro lo recibió con honores de jefe
de Estado en el aeropuerto José Martí el 13 de diciembre de 1994. “Esperamos venir a Cuba
en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos
en un proyecto revolucionario latinoamericano”, dijo ese día
Chávez, el padre de lo que luego se conocería como el “socialismo del siglo XXI”.
El líder venezolano llegó a la presidencia
por la vía democrática tras ganar las elecciones de 1998. El día de su
asunción, estaba Fidel Castro acompañándolo y, aparentemente, sellando una
alianza estratégica. En lo sucesivo, Chávez le ofrecería a Fidel un sostén económico —petróleo— y Fidel a Chávez apoyo moral, estratégico e ideológico. No cuesta
imaginar que Nicolás Maduro, sucesor de Chávez y quien desde joven tuvo
relación con Cuba, es hoy el heredero de esa alianza.
Cuando el 11 de abril de 2002 una componenda
de las Fuerzas Armadas y grupos económicos privados venezolanos sacó a Chávez
del poder, la ayuda de Castro fue fundamental para que lo recuperara tres días
después. Hay
quienes dicen que a partir de ese momento Cuba prácticamente gobierna en
Venezuela.
La Revolución cubana encontró en Venezuela el
oxígeno necesario para alargar su agonía, mientras que la revolución
bolivariana buscó en Cuba el pedigrí que le faltaba a su origen
extemporáneo. Pero, aunque el destino de ambas revoluciones
parece indisolublemente unido desde entonces, están muy lejos de ser una misma
cosa.
También envió médicos, enfermeras y
entrenadores deportivos a Venezuela, pero este personal apenas alcanzó para
disimular la cantidad de expertos en seguridad, milicias y grupos
paramilitares. Se calcula que para 2007 había 30.000 cederretistas (miembros de los Comité de Defensa de la Revolución
cubana) en Venezuela y 300 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Cuba en puestos claves de sus Fuerzas Armadas. En poco más de una década, lo
expertos promedian que a cambio de este apoyo político y policial Cuba recibió
alrededor de 90.000 barriles de petróleo diarios, el equivalente a 35
mil millones de dólares.
Es probable que los cubanos hubieran
preferido que las cosas fueran diferentes —no tenemos cómo saberlo—, pero lo
cierto es que, tras seis décadas de Revolución, terminaron generando su propio modo de
vivir: una mezcla de resignación y simpleza, algo así como desesperanza
sin desesperación.
En Venezuela, adonde volví hace pocas semanas
tras seis años, en cambio, cunde la desazón y no se oculta. Son muchos quienes
toman su cabeza a dos manos y se preguntan cómo es posible que el país más rico
de América Latina esté viviendo esos niveles de deterioro. Tal como dijo Roger Waters:
“Hasta ahora no hay guerra civil… ni hay encarcelamiento masivo de opositores”.
Pero otras de las aseveraciones del músico de Pink Floyd, como que “no hay
violencia y tampoco asesinatos… no hay eliminación de la prensa”, son lisa y
llanamente falsas.
Caracas no ha sido bombardeada, pero la
degradación es evidente incluso si se la compara con la última vez que la
visité, cuando ya estaba en caída libre. La ciudad que encontré esta vez olía a
barbarie, a corrupción, a violencia, a falta de afecto comunitario. No queda rastro ahí de
alguna ilusión transformadora.
Cuba podría ser arrastrada por la ineficiencia y corrupción del chavismo. La producción de
crudo, que representa más de 90 por ciento del ingreso en divisas de Venezuela,
ha caído más de 60 por ciento en una década, arriesgando cada vez más los
envíos petroleros a Cuba. Si Maduro se ve forzado a cesar los envíos, la isla
también podría quedar a oscuras, porque gran parte de su electricidad se genera
con petróleo. Es lo que sucedió durante el Periodo Especial en la isla, años
que los cubanos consideran una odisea haber superado.
Será tarea de la izquierda revitalizar la
causa humanista, tolerante e ilustrada, en la que el estatus de ciudadano prime
por sobre el de consumidor.
Para lograrlo, la izquierda deberá sacarse de encima
el lastre de esos regímenes que prometieron liberación, pero conculcaron la
libertad. Las izquierdas de mañana tienen la tarea de aprender de
los errores de las del pasado y la obligación de no ser cómplices de esos
gobiernos que corrompieron sus promesas. “Bien y ahora ¿quién nos librará de nuestros
liberadores?”, se preguntó el poeta Nicanor Parra. Y la
respuesta, para que los deseos de un mundo mejor no sucumban al triste pragmatismo
del mercado, debería ser: nosotros, sus hijos avergonzados.
Amigo Juan Pueblo,
este artículo de opinión está interesante, un poco largo, tuve que hacer un
extracto, te dejó el Link para que lo puedas leer completo.
https://www.nytimes.com/es/2019/04/14/espanol/opinion/cuba-venezuela-castro-chavez.html
Yoani Sánchez:
¡Cuba, un país pendiente de un barco!
Siempre nos han prometido un Santo Grial. A
finales de la década de los 60, el corazón de toda Cuba latía al ritmo de la
llamada Zafra de los Diez Millones, mientras que, en los años de la crisis
económica conocida como Período Especial, la esperanza se centró en el Plan Alimentario
que llenaría los
platos y contentaría los estómagos. Ahora, todas las ilusiones de 11
millones de personas se aferran a que los barcos de combustible venezolano lleguen, atraquen
y descarguen su preciosa carga en esta Isla.
El país vive una nueva recaída económica que algunos consideran solo
como un nuevo síntoma de la larga enfermedad de la improductividad, la
dependencia de subsidios extranjeros y la incapacidad del modelo económico cubano para generar
eficiencia y bienestar. El oficialismo llama a la calma y ha nombrado la actual
circunstancia “la
coyuntura”, una palabra digna de la neolengua a la que nos tiene
acostumbrados la Plaza de la Revolución, que rebautizó al sector privado como
“por cuenta propia”, a los desempleados como “trabajadores disponibles” y a la
dictadura como “democracia
de un único Partido”.
A pesar de la “Revolución Energética” que se
emprendió a inicios de este siglo, Cuba es más dependiente ahora de los combustibles fósiles de lo
que fue hace una década. Basta que un tanquero de petróleo se
retrase y todo el país se queda paralizado, en pausa, hasta que arribe el
próximo barco. La calamitosa situación de la economía venezolana hace más
azarosa la llegada de estos buques, a lo que se le une las medidas tomadas por
Washington para impedir que el oro negro de ese país suramericano siga
apuntalando a La Habana.
Como tantas otras veces en la historia nacional
del último medio siglo, la crisis no solo se expresará en colas más largas y caras más tristes;
en platos más vacíos y gente más desesperanzada… también influirá en un aumento
del número de personas que decida hacer las maletas y
partir. La escapada y el éxodo han sido en las últimas décadas
parte inseparable de la vida nacional. Mientras los analistas discuten si este
momento es una extensión o no del descalabro económico de los años 90, tras el
colapso de la Unión Soviética, todos estamos de acuerdo en una cosa: se trata de la misma
vieja huida, de esa prolongada fuga que se nos ha hecho ya familiar,
como la crisis misma.
https://www.lapatilla.com/2019/09/26/yoani-sanchez-cuba-un-pais-pendiente-de-un-barco/
¡Venezuela es un país que se ha
“castrizado”!
Por Thays Peñalver, elnuevoherald.com, 06 de
noviembre 2019.
Cuando explico la “cubanización” de
Venezuela, quizás cometo una injusticia porque conozco a muchos cubanos que
representan con dignidad su gentilicio. Por eso voy a explicar que nos hemos
más bien “castrizado”, porque quiero dejar sentado que no se trata de
socialismo, ni de comunismo, sino de algo mucho más profano, pues cuando se
derrumbó el muro en Berlín y cayó el telón de acero, lo que quedó fue un grupo
de dictadores tercermundistas desnudos.
Por eso Venezuela hoy no se ha “castrizado”
en forma de socialismo, sino más bien ha terminado convertida en un “Gran Birán”,
una hacienda particular de un pequeño grupo que bajo el pretexto del comunismo,
sencillamente esconde un régimen feudal como el de las grandes haciendas
cubanas de la colonia, donde todos son peones y se les paga con una cuasimoneda
de la hacienda, que no puede cambiarse y solo puede comprar los pocos bienes
que el hacendado quiera, en las tiendas del hacendado.
Mi país se ha “castrizado”, en el
entendido de que tiene un “comandante supremo” al que todos deben reverenciar, uno que debe
estar presente en todas las entrevistas porque en su filosofía política se ha
suprimido el valor individual y el éxito personal, pero no sustituido por otro
colectivo, sino nada menos que por el hacendado. Uno cuyos ojos están en las
azoteas de los edificios y su firma en las fachadas, su rostro en gigantografías por doquier,
hasta en las lavadoras y secadoras o detrás de lo que queda del transporte, en
señal de que todo le pertenece.
Y es el patrón, un solo hombre el que gana
las batallas, sus generales deben decir no solo que era un visionario, sino un
adelantado a su época, un adivinador del futuro y un profeta. El hacendado es
también el médico o el economista supremo, enseña solo su historia en los
libros de texto, pero también en el de matemáticas y biología. Cualquier
descubrimiento o éxito se deben a él, porque, al fin y al cabo, él es la
filosofía, es la política y también es la economía, pues de él, aunque esté
muerto, dependen todos los medios de producción.
Ha ocurrido que montados sobre la gigantesca
mentira de que un pueblo improductivo y sin preparación si encontrarán el
camino que no lograron los industrializados soviéticos, ni los cientos de
millones de chinos, porque trabajando unas pocas horas nuestras fábricas
alcanzarán lo que no pudieron los alemanes en la RDA y bailando salsa nuestros
campos lograrán más que los de Hungría o Checoslovaquia. Por eso nos “castrizamos”
porque lo único
que prospera es la mentira y el autoengaño.
Las del coordinador de la fábrica que infla
los números, su jefe los duplica y el ministro se llena la boca hablando de
récords históricos, cuando la verdad es que la fábrica se paralizó hace años.
El del maestro que para cumplir su “tarea socialista” miente sobre sus alumnos, o el
coordinador habla de avances educativos cuando la verdad es que los alumnos y
los maestros ni siquiera van a clases. Y así llega el hacendado a explicar sus récords o que
tiene la mejor educación del planeta.
Nos hemos “castrizado” porque ahora
también “necesitamos
el fin del embargo”, una revolución tan digna y tan
llena de héroes antiimperialistas, que necesitan que Wall Street los financie,
los bancos imperialistas les den créditos y sus enemigos, a los que viven
insultando comercien e inviertan en ellos y a eso también lo llaman “dignidad”.
Nos hemos “castrizado” en el entendido
que nos convertimos en un gigantesco “candonga” angoleño donde todos recurren al mercado
negro y a las pocas mercancías importadas o de valor. Un país en el que el capitalismo más
agresivo se ejecuta en las calles y a eso lo llaman socialismo.
Terminamos convertidos en un modelo que
podría llamarse “socialismo parasitario” en el que primero
destruyeron el valor del trabajo, luego toda la industria y todo el sistema de
producción, para que millones dependan de que los expulsados de la hacienda, “toda la gusanera
que huyó en aquella dirección” del imperialismo, los “locos, lumpens, vagos” que no
quisieron reverenciar al hacendado, les envíen ayuda humanitaria en forma de
remesas y bienes, mientras que otra parte depende del trabajo de unos pocos miles
de médicos en condiciones de alto riesgo, porque esas son los únicos “medios de producción” que
dejó como legado el hacendado.
Y además luego de destruir como buen parásito
el cuerpo propio, se marchan a ocupar otros y destruirlos, para crear juntos “el Gran Birán”.
https://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-venezuela/article236823038.html
Amigo Juan Pueblo,
ahora comparto contigo una letanía, de un balsero, disidente, migrante y
caminante, hoy vive en Chile, me refiero a Cristian Crespo F., quien publicará
en su cuenta de Twitter: “Esto es lo que los cubanos llamamos caer en la eterna
noche comunista. A Venezuela ya le llegó, la noche; los que luchaban se fueron
o se murieron, los líderes, o presos o muertos. Solo queda el ciudadano que
aguanta, el pueblo que hace colas en silencio mientras sueña con irse”. Muchos
exclaman: ¡Insólito Increíble!; Que desgracia, me molesta tanta sumisión…; Que
lamentable. Y así, amigo Juan Pueblo, transcurre
el tiempo, esperando que pase algo. ¡Y, no pasa nada!
En otro de los Twitter de Cristian Crespo F.,
expresa: “Mega cola en Guardalavaca, Holguín, Cuba. Es para comprar aceite, solo
1 litro por persona. Dejo abierta la invitación a los intelectuales y políticos
de izquierda del mundo, a que vayan a vivir una temporada como cubano de a pie
en ese paraíso comunista, y entonces veremos”. Algunos vociferan: Se pueden
venir a Venezuela también. Para que disfruten. Ellos no van hacer eso, ellos
quieren ser de la elite.
En otro de sus relatos, en su cuenta de
Twitter, Cristian Crespo F., nos comenta: “Así vive un cubano en Cuba (Rancho
de mala muerte). Que diferencia a los hoteles de lujo que visitan los turistas
amantes de “la Revolución”. ¿Qué de progresista y revolucionario es vivir así?
¡Ah! Pero lo que no saben esos sesohuecos, es que, por culpa del régimen
comunista, sufren millones de cubanos”. Las exclamaciones no se hacen esperar:
Si lo saben, pero les importa un pimiento. Socialismo = todos somos iguales,
etc., etc.
Quiero cerrar este primer entre telón, amigo Juan Pueblo, con algo que publicará en su cuenta de
Twitter Félix Llerena Cuba, activista cubano, que dice: “Esta es la Cuba de la
que hablo cada día, la Cuba que tiene hambre, la Cuba que no tiene medicinas,
que no tiene Derechos, que no tiene libertad, que no tiene ni donde vivir.
Según las estadísticas del régimen (Manipuladas) más de 122 mil casas en Cuba
tienen piso de tierra en 2020”. Las exclamaciones, aquí: ¿Esto es Cuba ahora?
¿Qué parte? ¡Qué horrible! ¡¡La Cuba que dicen que acabó con la pobreza!! La
revolución que sería con el pueblo y para el pueblo, la realidad fue que Fidel
igualó el estatus del cubano, los hizo a todos iguales, los hizo pobres a
todos. Ahora que Venezuela está en la misma situación que Cuba, los comprendo.
¡No vale, yo no lo creo!
¡Socialismo del siglo XXI: consecuencia
de no haber hecho nada con Cuba! Por Luis Leonel León, diariolasamericas.com,
14 de febrero de 2020.
"Hoy Venezuela y todo ese Socialismo del
siglo XXI es una clara consecuencia de no haber tomado acción y de no haber
hecho nada con Cuba", dijo la escritora Antonella Marty.
La autora argentina Antonella Marty dijo a Radio Televisión Martí que está
convencida de que si, desde hace más de medio siglo, los gobiernos democráticos
y liberales del hemisferio occidental hubieran actuado contra el totalitarismo cubano,
entonces la región no estaría sufriendo los males del Socialismo del siglo XXI.
“Hoy Venezuela y todo ese Socialismo del siglo XXI es una
clara consecuencia de no haber tomado acción y de no haber hecho nada con
Cuba”, afirma Marty, directora del Centro de Estudios Americanos
en la Fundación
Libertad y directora asociada del Center
for Latin America en Atlas Network.
“Una de las características de la Revolución Cubana es su
carácter expansionista”, subraya Marty, mientras
recuerda la fotografía, que pudo ver en su único viaje a Cuba, en el Museo de la Revolución,
donde aparece Fidel Castro entregándole un pasaporte falso al guerrillero
argentino-cubano Ernesto
Che Guevara para viajar a crear focos de
subversión en la región. Una acción que considera “también una característica
imperialista” del régimen de La Habana.
Uno de los ensayos más difundidos de Marty, Lo que todo
revolucionario del siglo XXI tiene que saber (Sobre sus hipocresías, enriquecimientos,
fracasos, mentiras y otras cosas), es una crítica al socialismo.
Según la investigadora, para imponer su
revolución Fidel
Castro necesitaba seguir la fórmula
comunista y expandirla a su vez por América Latina: “Esta ideología tan nefasta
que, por supuesto, traen a casa desde la Unión Soviética. Una ideología que nace en
el seno de Karl Marx y de Engels, con ese famoso Manifiesto [del Partido] Comunista de 1848,
y los primeros en aplicar esa ideología con esa Revolución Bolchevique, en Rusia, junto a
Lenin y todos esos personajes, que fueron claramente asesinos y personas que
avasallaron los derechos humanos”.
La joven liberal reprocha como se permitió
que, desde los primeros años de su revolución, Fidel Castro enviara a agentes como Guevara a
formar y asesorar grupos marxistas en diferentes partes del mundo.
“Desde ese momento Cuba estuvo interfiriendo en los
asuntos internos de otros países, y hoy lo está haciendo con Venezuela y con
tantos países a lo largo de la región, a pesar de que muchas veces se subestime el rol que está
teniendo y que ha tenido Cuba en esto desde hace 60 años”,
destacó.
La Cuba pre-revolucionaria “era un país que lo
tuvo todo”, asegura Marty. “Un país que tuvo tanto crecimiento
económico, tan consolidado, tantos avances. Un país que fue uno de los más
potentes. Lo que tenemos que tener en claro los latinoamericanos es que el caso de Cuba es
fundamental para entender los grandes y graves problemas que
genera el socialismo”.
Cuenta que en ese mismo viaje intentó conocer
las librerías cubanas: “Solamente encontré una, en pleno centro de La Habana, y no veía libros
que fueran nuevos, de los últimos 20 años. Todo era anterior”.
Otra de sus experiencias negativas en Cuba
fue “prender la
televisión en el hotel de Cuba y lo primero que veo es el himno de Venezuela cantado
por Hugo Chávez. Eso nos dice mucho. E incluso el intento de acceso
a Internet, lo difícil que es acceder a Internet para un cubano, que tiene un
salario promedio de 15 dólares”.
“La relación tan fuerte y casi carnal, que
han tenido Cuba y Venezuela a lo largo de toda nuestra historia y cómo por no haber
hecho nada con Cuba y por dejar que el régimen castrista opere durante 60 años
en la región,
tranquilamente, y nosotros acostumbrados y de alguna forma conviviendo con una
dictadura tan criminal, asesina y violadora de derechos humanos durante tanto
tiempo, hoy estamos pagando las consecuencias”, aseveró.
https://www.diariolasamericas.com/america-latina/socialismo-del-siglo-xxi-consecuencia-no-haber-hecho-nada-cuba-n4193009
James Story:
¡Maduro decidió cubanizar a Venezuela con el TSJ!
Story señaló que tanto EEUU como la comunidad
internacional están del lado del presidente encargado Juan Guaidó.
James Story, encargado de Negocios de EEUU
para Venezuela, aseguró que Nicolás Maduro decidió “cubanizar” a
Venezuela con las acciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Durante una entrevista, Story criticó que al TSJ
por designar los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE),
cuando esta era una tarea de la Asamblea Nacional.
Asimismo, Story fustigó la suspensión de los
partidos Primero Justicia y Acción Democrática de sus constituidas juntas
directivas, diciendo que Maduro lo que hizo fue “cubanizar” a Venezuela.
Según Story, lo que rige en Venezuela es una
dictadura “porque
tomaron decisiones para desmantelar y aniquilar las instituciones en Venezuela”.
Además, señaló que tanto EEUU como la
comunidad internacional están del lado del presidente encargado Juan Guaidó,
así como de la AN, los partidos políticos y del pueblo venezolano.
Por otra parte, aclaró que los países en el
mundo rechazan lo que sucede en Venezuela, por lo que cree que el expresar
opiniones no es injerencia.
Story recordó también que en marzo se
presentó el “marco para la transición” y que respaldan las iniciativas de la AN
al respecto.
“Desde el principio, Maduro ha intentado
socavar cualquier oposición y escoger su oposición. Nosotros nunca criticamos
que se hagan elecciones, pero deberían realizarse presidenciales, porque viene
de ahí el problema”, aseveró. Con información de Tal Cual.
https://runrun.es/noticias/411783/james-story-maduro-decidio-cubanizar-a-venezuela-con-el-tsj/
Amigo Juan Pueblo,
con todos estos relatos periodísticos, que hemos ido recogiendo, a través de
las diferentes entradas que hemos publicado, pudiéramos empezar a escribir un
libro sobre “la crisis venezolana y el Socialismo del Siglo XXI”, nos anima
nuestro interés pedagógico de seguir enseñando.
Sigo compartiendo contigo amigo Juan Pueblo, de lo que pasa en Cuba y Venezuela, dos
países unidos por la desgracia del socialismo; hoy por hoy, la cosa no está
tranquila, el pueblo de ambas naciones está en ebullición, reclamando LIBERTAD.
Quiero compartir contigo amigo, unas citas
publicadas en las cuentas de Twitter, primero de José Daniel Ferrer activista
político cubano que dice: “A Raúl Castro y Díaz Canel B., su régimen está
condenado. Ya el pueblo no aguanta más opresión, miseria y mentiras … no es con
manifestaciones forzadas, no es con represión, no es culpando a EE.UU., con lo
que se salvarán. Solo se salva facilitando la transición a la Democracia”. La
otra cita es de David Morán, venezolano en el exilio, que dice: “Una muestra
más de la farsa socialista: Cuba que se vanagloria del nivel de alfabetización
alcanzado … ¿para qué? Si no puedes leer lo que quieras ni escribir lo que
piensas”.
Otro de los Twitter publicados por David
Morán, cuya cita dice: “Socialismo = comunismo, marxismo, nazismo, fascismo,
leninismo, maoísmo, castrismo, progresismo … diferentes nombres para ocultar lo
cierto: la tiranía y el saqueo en nombre de la “igualdad” y la “justicia
social”. Y, con esto, amigo Juan Pueblo, tienen
esclavizados a dos países, donde lo que se ve es miseria y destrucción. ¿Y
ahora qué?
¡Que baje el telón!
This story will continue.
¡No dejaremos cubanizar Venezuela! Por
José Fernández (Opinión), lavozdegalicia.es, 02/12/2019.
En Venezuela la figura de «las comunas»
es inconstitucional. En el 2007 el pueblo venezolano votó en contra de
constitucionalizar dichas organizaciones, a las que, de inmediato, se pretende
destinar los recursos que hoy recibe la Policía del estado Miranda (ubicado en
el centro del país).
El gobernador madurista Héctor Rodríguez
pretende consultar al ciudadano si aprueba o no la transferencia de
competencias por la aplicación de las multas contempladas en la Ley de
Convivencia para la Paz y Seguridad Ciudadana. De esta manera se transferirán
los fondos a las comunas del estado Miranda.
La consulta, pautada para ayer, 1 de
diciembre, no se ha planteado respetando la legalidad. Los lapsos de
convocatoria no han sido reflejados de manera formal y legal. No ha habido
cronograma electoral. La mantuvieron en secreto hasta hace 3 semanas, cuando
por vez primera se refirieron a ella de forma inexacta.
Los centros electorales han sido
seleccionados y nucleados de forma arbitraria para privilegiar al PSUV.
Los miembros de mesa pertenecen al mismo partido y la consulta ha sido montada
completamente con su estructura partidista. No se sabe ni cuál es el registro
electoral que utilizarán.
Por un lado, dicen que pueden votar todos los
mayores a 15 años y por otro que son solo los inscritos en el Registro
Electoral. Nadie sabe quién puede votar. Tampoco ha habido auditoría alguna del
registro. Nos enfrentamos a una consulta interna del Partido Socialista Unido
de Venezuela (PSUV). Armada por él y para ellos. Por todo lo explicado,
no se puede decir que es una elección legal, plural y abierta en la que se
garantiza transparencia y equidad a todas las opciones.
Las comunas fueron rechazadas
por el país en un referendo convocado de Hugo Chávez, a través del que se
pretendió aprobar una reforma constitucional. De esto hace más de una década.
Mal puede una ley aprobar algo que el país negó para su Constitución. Y mal
puede una consulta preguntar si se está o no de acuerdo dar dinero a una
institución rechazada. Lo que se intenta con las comunas es entregar
recursos a los dirigentes del PSUV, lo que se traducirán en más exclusión, más
corrupción y más crisis para el estado Miranda. Es una iniciativa para mantener
a sus «grupetes» contentos. Lo que buscan es cubanizar Venezuela.
Pretenden que desaparezcan las alcaldías, pero no lo vamos a permitir,
seguiremos luchando.
¡Una frase y algo más…!
“El socialismo es como una trampa para
ratones. Funciona porque el ratón no entiende por qué el queso es gratis” (Alexander Staudt)
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