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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Aquellos Años (2000-2009)…Relatos cortos de gente de mi pueblo (IV)

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Un día muy especial en la vida de Inmaculada “Por favor no me dejen…lléveme con ustedes…por favor…por favor…no quiero quedarme…quiero irme con ustedes…”. Era un día jueves, el año no lo recuerdo, nos reuníamos de 6:00 a 8:00 p.m. todas las semanas, teníamos las clases teóricas del Curso-Taller de “Formación de Promotores” , planificábamos la salida de campo, el próximo sábado iríamos a Río Seco una parroquia foránea de nuestro Municipio Miranda. Las palabras iniciales son de una chica, llamada Inmaculada, piel blanca, regordeta pero buen cuerpo, lo podía lucir, ojos grandes y la expresión de su rostro denotando tristeza, falta de cariño y desamor. Por fin, una de las compañeras le dijo, está bien, pero vas parada, no hay puesto, porque era el primer grupo que salía de práctica. En la fresca mañana del sábado con el sol apenas empezando a asomar, las únicas personas que se veían tan temprano en la avenida del Cacique, frente a la Costa Nueva, sitio habitual de reunión para

(Aquellos Años 2000-2009)...Relatos cortos de gente de mi pueblo (III)

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¡La Muerte de un Niño Pescador…! Era una hermosa y cálida mañana de febrero. El sol inclinado en el naciente, ascendía en un cielo azul de un brillo, y, suavidad que se confundía con la profundidad del mar, allá a lo lejos. En comunidades como éstas, el sueño de muchos niños de edad escolar es poder ser como su padre, pescador. Esta es la historia de un niño de Ocorote comunidad aledaña a Río Seco, lo conocí un diciembre cuando repartíamos los juguetes a los niños pobres en Codore de la Playa un pueblo de pescadores pegadito, pegadito a Ocorote, para ellos no habían quedado regalos, note en su semblante tristeza y cómo si quisiera llorar, les prometí que para enero les traeríamos lo prometido. Llegando el año nuevo, al primer viaje que hicimos trajimos los regalos, ¡Oh, cuánta felicidad por nada! La vida continúa, un día, llegando a casa de otro de los amigos que tenemos en la comarca, el recibimiento fue, sabe quién murió, Leonardito, así se llamaba el chiquelo. ¡Cómo va

Aquellos Años (2000-2009)…Relatos cortos de gente de mi pueblo (II)

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Gracias por haberme devuelto las ganas de vivir… La tarde era fresca y agradable. Regresábamos de una jornada más de trabajo voluntario en la comunidad de pescadores. La tenue brisa que se colaba por la ventana entreabierta del bus traía el aroma de la playa e invitaba al reposo. Pero Fulvia no había podido estar tranquila. Pese haber tenido un día de intensa actividad con sus compañeros promotores, su cuerpo cansado se negaba a relajarse. ¡Me quede observándola! Sudaba y aquel sudor corría por su cara y sus brazos, una mujer de piel morena, gorda, muy simpática, que de repente me asustó. ¡Ey! ¡Oigan! Alerté a los demás. Que dos de ustedes la acompañen, porque para mí, le va a dar un patatús a esa señora. Recorrimos aquella carretera, que minuto a minuto se hizo más larga, hasta que llegamos a nuestro destino y tuvimos que llevar hasta su casa a nuestra amiga. La semana continúa. Actividad de aula y muchos afirmaron, que Fulvia no debería ir porque era una mujer enferma. Los

Aquellos Años (2000-2009)…Relatos cortos de gente de mi pueblo (I)

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Me voy pa’ Colombia… En el año 2001 fui invitado por la Secretaría de Desarrollo Agrícola del Municipio Miranda a visitar Río Seco. Veamos donde está ubicada la comunidad de Río Seco, en la carretera Falcón-Zulia a la altura de la comunidad de Cabecera, cruza uno a la derecha rumbo a las paradisiacas playas de Río Seco, golpeada por los vientos arenosos del Istmo de los Médanos, Mar Caribe en plena acción. Se iba a realizar una especie de taller para realizar un sondeo, donde los campesinos pobladores de la comarca expondrían sus problemas y buscaríamos juntos soluciones a los mismos. Cuando llegué a la comunidad, un pueblo de pescadores, lo primero que hice fue preguntar, “¿Dónde se va a realizar la reunión?”, inmediatamente uno de los pobladores me contesto, en Colombia, ¡En Colombia!, respondí tremendamente sorprendido, y, le solicite una explicación ante tal hecho. Me dijo, estamos en Venezuela, cuando crucemos el río, bastante ancho por demás, llegaremos a Colombia, allí