Aquellos Años (2015–2020) … Soy migrante en tierras ecuatorianas
Exprópiese (II)
¡La causa de la destrucción de un país!
¡El hambre comenzó
con las expropiaciones!
¡Les contare una
historia (27)!
¡Aquí no hay nada que se pueda hacer!
Amigo Juan Pueblo,
te voy a comentar algo que leí hace mucho tiempo, referido a “Las sociedades
hoy día liberadas por los diversos movimientos revolucionarios han demostrado
que la orientación socialista, no puede prometer por si sola “el paraíso”. Pero
si las transformaciones sociales progresistas en su marcha hacia la única
alternativa de erradicar el hambre, han permitido no solamente eliminar la
injusta desigualdad que vivimos en nuestra sociedad, sino también movilizar,
más efectiva y eficientemente los recursos del trabajo, de su economía y de la
naturaleza, basados en la amplia disposición y aplicación de los logros de la
ciencia y técnica”. Yo me pregunto, ¿Cuáles? Porque lo que sabemos hoy, de
países que han vivido estos movimientos, lo que hay es hambre, pobreza,
destrucción y muerte. Y, te puedo dar algunos ejemplos amigo Juan Pueblo, tenemos el caso de Cuba, Nicaragua y
Venezuela; y pronto veremos en esta lista a Argentina.
¡Que suba el telón!
Sigamos tomando como referencia lo publicado
por BBC NEWS sobre las expropiaciones en Venezuela, ahora referido al campo
venezolano, que ha traído hambre y pobreza en la nación petrolera.
Aunque hay confusión en las cifras, según el
gobierno, más de 3 millones de hectáreas han sido expropiadas, unos 30.000
kilómetros cuadrados de extensión.
Representan 838 "rescates de
tierras" como los denomina el gobierno.
"A nivel de tierras no ha habido indemnización –dice Benites–, parten de la premisa de que la Nación
nunca se desprendió de esas tierras. Ahí El Estado dice: 'Yo no tengo que pagar
nada'".
El plan masivo de expropiaciones comenzó en
2007, luego de que Chávez fuera reelecto en las presidenciales de 2006.
En el caso de las tierras se aseguraba que
aquellas que eran improductivas debían destinarse a fomentar la "seguridad y soberanía alimentaria",
en un país que importa alrededor 70% de los alimentos que consume.
Sin embargo, la situación en cuanto a la
importación de productos alimenticios permanece igual.
También el gobierno expropia cuando considera
que las tierras no están repartidas de forma justa.
En 2010, por ejemplo, se tomaron 47 fundos en
la zona sur del Lago de Maracaibo, conocida por la producción de carne, leche y
plátano porque –dijeron las autoridades– el 50% de las tierras de la zona
estaban en manos de un 4% de dueños, lo cual muestra un "sistema totalmente
inequitativo".
“Son intervenciones. No cumplen con los parámetros de expropiaciones,
con las garantías expropiatorias del pago justo y oportuno”. Felipe Benites,
director del Observatorio de los Derechos de Propiedad Privada.
Amigo Juan Pueblo,
te voy a contar a manera de anécdota, lo que sucedió por allá en los años 60 en
Cuba, René Dumont agrónomo francés y de paso socialista, fue muy crítico de la
“revolución
cubana”, en una de las tantas controversias, Fidel Castro le dijo a
René: No lo entiendo. Según parece, tú insinúas que eso va mal; sin embargo,
Jean-Paul Sartre vino a vernos en enero, con Simone de Beauvoir, y pasaron tres
semanas en Cuba. En “France-Soir” publicaron una serie de artículos…
Por aquellos días, en la Habana se
reproducían, en “Revolución”,
aquellos artículos en los que Sartre declaraba aproximadamente que todo cuanto
se hacía en Cuba en el orden económico estaba bien, era casi perfecto. La tesis
general era que, puesto que se había derribado al capitalismo, la orientación
resultaba forzosamente buena, y que todo funcionaría bien. Sin capitalismo,
¿cómo podía existir aún dificultades…?
Jean-Paul Sartre – le respondí – es un gran
escritor, un importante hombre de teatro, un extraordinario filósofo, pero ha
dado muy poco que hablar entre los economistas.
Y nosotros, los agrónomos, tampoco lo
consideramos uno de los nuestros.
¡Cualquier parecido con la realidad
venezolana, es pura coincidencia!
¡LOS PLATANALES DE RUSIA! En Caracas
el 15 de octubre de 2010 la página web de nuestra Cancillería (MPPRE), anunció:
“El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, llega al
Kremlin, sede del Ejecutivo ruso, para reunirse con su homólogo Dmitri
Medvédev, a fin de tratar temas importantes de la agenda estratégica de ambas
naciones”. En la Lista de Acuerdos suscritos durante la Visita del Comandante
Presidente, Hugo Chávez Frías, a la Federación de Rusia - Moscú, 14 al 15 de
octubre de 2010 -Total de Acuerdos suscritos: 20, en el número 15 se encuentra
el Acuerdo de Cooperación entre la República Bolivariana de Venezuela y la
Empresa Rusa Zao Jfc de la Federación de Rusia para la creación de una empresa
mixta para el cultivo, producción y comercialización del banano en Venezuela. El
objeto dice el texto: “constituir
una empresa mixta para cultivo, producción y comercialización de banano
venezolano, en un plazo máximo de ciento veinte (120) días siguientes a la
firma del presente acuerdo”.
Habiendo transcurrido 63 días apenas entre el
15 de octubre cuando se firmó el Acuerdo del Plátano y el 17 de diciembre de
2010 cuando se punta de fusil se dio inicio al despojo de 47 fincas en el Sur
del Lago, y siendo la coincidencia nada casual de que el total de hectáreas de
tierras despojadas por orden presidencial satisface las “20.000 hectáreas
para comenzar” que él declaró, “ubicadas en el sur del lago
de Maracaibo” que confirmó su ministro Canán, queda evidenciado que el
objetivo de dichos despojos nada tiene que ver con ayudas a los damnificados
por las inundaciones, ni la lucha contra el latifundio. Evidentemente de lo que
se trata es de un vulgar negocio entre una empresa rusa – Zao Jfc, y otra
venezolana que no ha sido identificada, donde el Gobierno desaloja
arbitrariamente a punta de fusil de sus tierras y fincas a los productores del
Sur del Lago, para proceder entonces a los fines de dicho negocio.
Hace apenas unas semanas trascendió a la luz
pública que el emblemático Hato Piñero en Cojedes, ahora estatizado,
sería cedido para asiento de una comuna libia. Ciertamente Venezuela y los
venezolanos todos, no podemos permitir el despojo arbitrario y
anticonstitucional de las tierras, fincas y bienes de nuestros productores del
campo, para que una empresa rusa y una venezolana hagan negocios exportando
plátanos del Sur del Lago, o para que los libios sean dueños por regalo
gubernamental de las sabanas de Cojedes. Venezuela es y será por siempre de los
venezolanos.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
autorizó hoy la «adquisición forzosa» de las tierras de la llamada Compañía
Inglesa, de capitales británicos, que cuenta en el país con nueve hatos
ganaderos que suman unas 290.000 hectáreas.
Chávez avaló el inicio de un procedimiento
que, aseguró, «autoriza al Ejecutivo Nacional la adquisición forzosa mediante
justa indemnización» de la empresa Agropecuaria Flora (Agroflora),
filial de la Compañía Inglesa, C.A. y subsidiaria de Vestey Group, que ya
estaba bajo control del Gobierno.
«Ya tenemos el control, ahora estamos
nacionalizando las propiedades que eran de la llamada compañía inglesa,
Agroflora», sostuvo Chávez al intervenir en un acto de su partido, el
Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en la ciudad de Maracay (centro-oeste).
Indicó que con ello toman el «control total,
administrativo y operacional» de la firma y se negó a la solicitud de los
representantes de la filial que, aseguró, pedían el pago de sus activos «en
moneda extranjera».
«No, estamos en Venezuela», respondió el jefe
de Estado, quien aclaró que no robarán a nadie.
«Vamos a hacer el avalúo, eso sí, vamos a
hacer el avalúo justo, y después le pagamos (..) A ver si les pagamos por
parte, le pagamos con unos bonos», explicó Chávez, quien detalló que Agroflora
está establecida en Venezuela desde 1909.
En agosto del año pasado, Chávez reiteró que
compraría «cientos
de miles de hectáreas» de los nueve hatos de la Compañía
Inglesa con la que llegó a un «acuerdo amistoso», según dijo entonces.
Explicó entonces que su Gobierno realiza un
avalúo de los terrenos y del «buen ganado» que albergan, unas 130.000 reses,
según datos de la empresa, para determinar el precio a pagar.
El ministro de Agricultura y Tierras, Juan
Carlos Loyo, precisó hoy a Chávez que Agroflora posee 290.000 hectáreas.
En enero pasado, Loyo indicó que el Gobierno
ha intervenido un total de 3 millones de hectáreas de tierras, lo que
representa el 10 % de los terrenos con potencial productivo del país.
El ministro explicó que en Venezuela existen
«450.000
pequeñas, medianas
y grandes fincas» que suman «cerca de 30 millones de hectáreas» con
vocación agrícola, pecuaria y forestal.
Chávez declaró en 2004 la guerra al
latifundio y desde entonces ha expropiado tierras por estar improductivas,
subutilizadas o con títulos de propiedad dudosos, con la promesa de entregarlos
a campesinos pobres para que las trabajen.
Agremiaciones empresariales y la oposición
tildan de ilegales las expropiaciones. EFE
Amigo Juan Pueblo,
René Dumont el agrónomo francés, se dio cuenta que ninguna de sus criticas
habían sido tomadas en cuenta, comprendió que si los cubanos se negaban a
difundir sus errores tardarían en corregirlos, con retraso, y por tanto con
dificultad. El drama del socialismo es que no entraña – como el capitalismo –
los métodos de corrección automática de los errores, “la mano invisible del provecho”,
como me decía en La Habana un economista comunista chileno; es decir, la
sanción económica, el riesgo del fracaso, la ley de oferta y la demanda, la
baja de los precios cuando hay superproducción; la inversión, que si está mal
encausada no es beneficiosa. Cuando todo depende de la planificación, es el
presupuesto lo que financia todas las empresas. Y el drama es que el socialismo
necesita demasiado tiempo para reconocer sus errores económicos, su facultad de
adaptación es demasiado lenta.
Sobre todo, si se proclama que la
dirección es infalible. Fue necesario aguardar al 26 de julio de 1970, y el
fracaso de la gran zafra de 10 millones de toneladas de azúcar, para que Fidel
reconociera públicamente sus errores.
Desde el advenimiento del socialismo se
proclama que éste es muy superior al capitalismo, y se intenta disimular todos
los hechos que no se ajustan a esta declaración de principios. Por no admitir
la existencia de graves errores económicos, se tarda muchísimo tiempo en
corregirlos; mientras que el capitalismo, más flexible, progresa con mayor
rapidez.
¡Aunque usted no lo crea! Venezuela, copia fiel y
exacta al papel carbón de los errores cubanos. ¡Será!
Cuando el ahora ungido como “Padre Nuestro”,
fanfarrón y rodeado de alabarderos dictaba aquella sentencia “Exprópiese”
¿tendría alguna noción
de estar decretando ruina para la nación? ¿O pensaba sinceramente
que sus iluminados camaradas de revolución y de armas, o los socios cubanos,
serian honestos y competentes administradores de las empresas estatizadas? Si
hurgamos en la historia del continente, solo aquel dictador, Velasco Alvarado
del Perú, con sus demenciales expropiaciones en los años setenta, competiría
con nuestro eternizado en sembrar tanta miseria para los suyos. El balance de
sus ostentadas expropiaciones no podía ser más ajeno a las razones de “utilidad pública e interés social”,
que en nuestra Ley vigente justifican el ejercicio de la potestad expropiatoria
del Estado. Basta una mirada a algunos ejemplos de la larga lista, como Sidor,
centenares de fincas agrícolas y ganaderas productivas, plantas de lácteos,
cementeras, Electricidad de Caracas, papeleras, textileras, Agroisleña,
centrales azucareros y agréguenle otras que ustedes recuerden.
Ahora se suman las consecuencias judiciales
de las expropiaciones arbitrarias e ilegales. Esta semana el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversión (CIADI)
resolvió que Venezuela deberá pagar 740 millones de dólares a la canadiense
Gold Reserve expropiada de sus proyectos auríferos en Guayana. El juicio
arbitral entre PDVSA y Exxon Mobil será anunciado a fines de este mes y
probablemente el país deberá responder por una indemnización superior a 1.000
millones de dólares por expropiación de activos en la Faja del Orinoco. Conoco
Phillips aspira a una indemnización de 31 mil millones por la estatización de
dos proyectos en la Faja y dos convenios de exploración en Oriente. En suma,
Venezuela enfrenta 30 arbitrajes multimillonarios ante el CIADI.
¡Exprópiese! quedará para la historia como una vil
exclamación de aquel sembrador de miseria.
¡Oleadas de expropiaciones han convertido a Venezuela en
un país arrasado por la escasez y el desabastecimiento!
Los entusiastas del socialismo del siglo XXI
aplaudieron durante años las medidas económicas aprobadas en Venezuela por Hugo
Chávez y Nicolás Maduro. A ambos lados del Atlántico, no faltaron quienes
justificaron y celebraron la oleada de expropiaciones y nacionalizaciones
decretada por el régimen bolivariano.
No faltaron entonces las advertencias de
quienes temían que estas medidas anticapitalistas se tradujesen, en última
instancia, en escenarios de hambre y escasez. Sin embargo, estas críticas
cayeron en saco roto y la agenda del gobierno siguió avanzando.
El resultado se ha hecho patente con el paso
de los años. Según explicó el diario venezolano El Mundo, las expropiaciones de
tierras aprobadas por Chávez arrancaron 3,6 millones de hectáreas a cientos de
empresas y familias.
En el marco de esta estrategia, el Estado se
lanzó también a expropiar y nacionalizar empresas dedicadas a la alimentación.
En 2011, el chavismo había expropiado ya casi 100 compañías del ramo, incluida
la principal cadena de distribución de Venezuela. La cosa no fue a mejor desde
entonces y, en el marco de la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía
Alimentaria, los ataques contra el sector privado se siguieron sucediendo.
¡Expropiar sin orden judicial!
Los amplios poderes del Ejecutivo venezolano
han permitido que esta agenda se haya completado casi sin posibilidad de
oposición. De hecho, las expropiaciones en el sector agrícola-alimentario se
hacen sin necesidad de orden judicial, en el marco de las leyes aprobadas por
el chavismo. Cadenas como Cada, Éxito, Los Andes o Cargill han pasado de esta
forma a estar bajo la gestión del régimen.
Hay dos casos paradigmáticos de
lo que ha supuesto esto:
·
Por
un lado, está el ejemplo de Agroisleña. Este grupo era el principal
proveedor de semillas y productos químicos para las explotaciones agrícolas del
país. La compañía ofrecía maquinaria, consultoría, apoyo técnico y financiación
a miles de pequeños proveedores del sector. No obstante, una vez ha sido
nacionalizada, su gestión se ha convertido en un nefasto monopolio marcado por
la escasez y la ineficiencia. Como muestra, un botón: como consecuencia del mal
funcionamiento de Agroisleña, se estima que ha caído un 40% la superficie total
dedicada al cultivo del arroz.
·
Por
otro lado, está el ejemplo de la Hacienda Bolívar, una de las 47 fincas
de la provincia del Zulia que fueron expropiadas por Chávez a finales de 2010.
Según un informe del International Crisis Group, esta explotación de 4.000
hectáreas tenía bajo gestión 8.000 cabezas de ganado vacuno. Tras su paso a
manos públicas, la producción ha colapsado y parte de los terrenos han sido
tomados por "okupas". En cuanto a la leche generada en la
explotación, la cuota diaria se desplomó de 5.000 a 75 litros diarios entre
2010 y 2014. Si nos fijamos en la cabaña de animales, ocurre algo parecido: se
pasó de 8.000 a 3.600 cabezas de ganado en apenas cuatro años. A esto se suman
las precarias condiciones laborales: aunque Chávez expropió estas granjas
"para
luchar contra la esclavitud", lo cierto es que los trabajadores
llevan casi medio año sin cobrar.
Ante semejante panorama, no es de extrañar
que la producción agrícola se haya resentido. En el sector cárnico, por
ejemplo, la producción se ha desplomado más de un 30%, por lo que Venezuela ha
pasado de ser exportador a importador neto. En cuanto a la producción de pollo,
se estima que los niveles actuales se quedan cortos en 50.000 toneladas ¡al
mes!
Algunas voces próximas al régimen reconocen
el desplome, pero lo achacan a la caída en los precios del petróleo. Sin
embargo, las importaciones per cápita de alimentos ya iban en aumento mucho
antes de que esto ocurriese. Entre 2000 y 2010, pasaron de 66 a 134 dólares.
¡Podrá Venezuela recuperarse de los destrozos dejados por el Socialismo
de Siglo XXI! Amigo Juan Pueblo,
la pregunta de las 10.000 lochas, al paso que vamos, necesitaremos mucho tiempo
para volver a ser la nación con futuro. Millones de hectáreas expropiadas,
ahora improductivas; lo que encontramos son fundos abandonados y destruidos.
Prácticamente el gobierno socialista robo a los productores; y, los que
quedaban han abandonado sus tierras por la inseguridad.
¡El gobierno venezolano permite que sus adeptos asalten
fincas agrícolas y ocupen la tierra!
"Se presentaron en la finca a las siete
de la mañana y comenzaron a destrozar la plantación de mandioca", explica
con cara de circunstancias Marisela Febres, sentada en un sillón de su casa en
el estado de Barinas, a unos 500 kilómetros al sud oeste de Caracas.
Después robaron un tractor, los neumáticos de
la maquinaria agrícola, los generadores y todo tipo de herramientas, continúa
relatando la mujer, mientras muestra un sinfín de documentos que pone en
evidencia que aquellos terrenos de una superficie total de 749 hectáreas son
indudablemente propiedad suya y de sus cuatro hermanos. Los heredaron de su
bisabuelo, que a su vez los había adquirido en 1920. "Recorrimos a la
policía y todas las autoridades para recuperar la tierra, pero nadie movió un
dedo", asegura Fiebres.
En la finca La Primavera -así se llama la
hacienda de Febres y sus hermanos- se cultivaba maíz y mandioca. La producción
superaba los 4.500 kilos de cereales anuales por hectárea, dice literalmente un
certificado oficial expedido por el Instituto Nacional de Tierras (INTI) de
Venezuela en junio de 2015, que Febres conserva entre muchos otros documentos.
Ahora, en cambio, la mayor parte de la finca
es tierra yerma, según se puede observar desde la carretera que limita la
hacienda, que está a sólo unos diez minutos en vehículo de la casa de la
propietaria. Se ven algunas zonas cultivadas -pero muy pocas- y numerosas
chabolas dispersas en los terrenos.
"Más de cinco millones de hectáreas productivas han sido
expropiadas en
Venezuela desde que Hugo Chávez llegó al poder", expone Manuel
Cipriano Heredia, que también es de Barinas y preside la Federación de Cámaras
y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). El
gobierno indemnizó a los propietarios en algunas ocasiones, pero en la mayoría
de los casos el procedimiento seguido fue el siguiente: decenas de personas
adeptas al chavismo asaltaron las fincas y construyeron edificaciones
rudimentarias con maderas y planchas, mientras las autoridades miraban hacia
otro lado. Esto, de hecho, es lo que ocurrió en la hacienda La Primavera. Los
ocupantes asaltaron los terrenos en febrero de 2016, y todavía siguen ahí.
La ley de tierras, aprobada por Chávez en
2002 para luchar contra el latifundio, establece que las fincas que no sean productivas
serán expropiadas por el gobierno después de que un tribunal se haya
pronunciado si el propietario y el ejecutivo no llegan a un acuerdo. El
chavismo, sin embargo, se toma la justicia por su cuenta, denuncia Febres.
El Instituto Nacional de Tierras informó el
sábado a través de Twitter que adjudica las tierras de La Primavera a "veinte colectivos campesinos
de Barinas", sin ningún tipo de juicio, y aunque la finca
era inicialmente productiva. Una fotografía donde aparece sonriendo el director
del INTI, Luis Soteldo -que también es viceministro de Tierras-,
acompaña el tuit.
Manuel Cipriano Heredia explica que el estado
de Barinas -donde están las tierras de Febres y sus hermanos- era antes el primer productor
de carne de Venezuela, y el tercero de maíz y
leche.
Ahora, en cambio, no
produce casi nada. "Calculo que el 90% de las tierras que han sido
ocupadas ahora ya no son cultivadas", asegura el presidente de
Fedecámaras, que admite que ahora su principal temor es que sus tierras también
sean asaltadas o que le roben las mazorcas. "Este año ya han matado
catorce de mis animales", declara. Este ganadero tiene vacas, terneras y
toros.
En la actualidad Venezuela sólo produce un
15% del maíz que consume, el 40% de la leche y el 30% del arroz. Héctor Navarro,
que fue cinco veces ministro con Hugo Chávez y que continúa pensando que Chávez
fue "el mejor presidente que ha tenido Venezuela", admite al ARA que
se cometieron "errores" con las tierras y que se siguen
cometiendo. "Se han hecho incautaciones de manera arbitraria, aunque las
fincas eran productivas", declara. "Pero yo me pregunto si sólo fue
responsabilidad de Chávez. Los ministros a menudo engañan al presidente ",
concluye.
Desgraciadamente, no hay nada bueno que
compartir, todo son errores unos tras otros. De los relatos de René Dumont en
su viaje a Cuba, en una reunión en el INRA (Instituto Nacional de la
Reforma Agraria), que dirigía el sector ya socializado de la agricultura
cubana, les advirtió que las cooperativas estaban muy mal llevadas, que en
ellas reinaba un gran desorden, y que, si aquello continuaba así, una
catástrofe económica, como mínimo de grandes privaciones, se perfilaría en el
horizonte. En las cooperativas mandaba
todo el mundo. Se llevaban mal las cuentas, y como la tesis dominante era que “para la revolución nada es
imposible”.
En Venezuela amigo Juan
Pueblo, las cooperativas creadas antes de 1999 han tenido y siguen
teniendo, historias de éxito notables. No así las cooperativas “de maletín” creadas en el gobierno socialista. Venezuela es quizá
el cementerio de cooperativas más grande del mundo. ¡Y qué pasó! Copiamos los
errores del socialismo cubano, fracaso, fracaso y más fracaso. ¡Que no te
queden dudas amigo!
Te voy a comentar una información amigo Juan Pueblo, que apareció en el diario “El Universal”,
en Caracas, Venezuela, el miércoles 04 de agosto de 2010, escrita por el
periodista Gustavo Méndez, cuyo título es el siguiente: “Estación
experimental de la UCV está invadida desde 2007”. El 10 de julio de
2008 el INTI reconoció que no había tierras ociosas.
"Garantía de permanencia socialista
agraria". Bajo esta figura jurídica el Instituto Nacional de Tierras (INTI)
confiscó 700,07 hectáreas de la Estación Experimental "San Nicolás", en
el estado Portuguesa, adscrita a la Facultad de Agronomía de la Universidad
Central de Venezuela (UCV), las cuales fueron consignadas a 51
pisatarios.
Para el decano de Agronomía, Leonardo
Taylhardat, la orden es "jurídicamente nula", ya que la figura de
"permanencia socialista" no existe. Recordó, que el 10 de julio 2008
el INTI "reconoció que la estación no tenía tierras ociosas ni
incultas", a raíz de la invasión que en 2007 realizó un grupo de 14
personas. "Los funcionarios prometieron que los sacarían para ubicarlos en
un predio cercano, pero no hicieron nada, y ahora les entregan 700,07
hectáreas", relató.
Envenenamiento de cinco búfalos, toma de los
potreros radiales (que se usan en verano), desmantelamiento de la
infraestructura, restricciones para alimentar a mil reses, agresiones y
amenazas verbales son algunos de los ataques que ha sufrido el personal y los
estudiantes de la Estación Experimental "San Nicolás" desde 2007.
Miguel Peña, presidente del Centro de
Estudiantes de Agronomía, recordó que la UCV tiene 43 años de presencia
en el Municipio San Genaro de Boconoíto, estado Portuguesa. donde 2 mil
estudiantes, 1.800 de Agronomía, y el resto de Medicina, Odontología y
Nutrición, entre otras carreras, realizan trabajos de investigación, extensión,
servicio comunitario y asesoría a los agricultores de la región.
¡Cooperativas quieren las tierras de la
UCV! En el portal digital del diario “TalCual”, de fecha viernes 10 de
noviembre de 2006, aparecía está información, escrita por el periodista Saúl
Uzcátegui, donde expresa “UCV teme por sus tierras”.
Los directivos de la Facultad de Agronomía de
la Universidad Central de Venezuela denuncian la inoperatividad del INTI
y de autoridades regionales para frenar las pretensiones de campesinos de
ocupar estaciones experimentales.
En el cumpleaños 69 de la Facultad de
Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, algunos en su interior
celebran con trozos de pastel por el centro de investigación agrícola más
antiguo del país, mientras desde el exterior otros prefieren trozos de los
terrenos que tiene en el campo.
Todo empezó en diciembre de 2000, cuando un
grupo de campesinos del Municipio San Genaro de Boconoíto, en el estado
Portuguesa, logró que una comisión formada por miembros del INTI, la
gobernación y el Consejo Legislativo Regional revisaran las instalaciones de la
estación experimental San Nicolás, propiedad de la UCV.
Ahora más de cien campesinos agrupados en 13
cooperativas quieren, según Canelone, que el INTI les “adjudique” el
terreno de 1.250 hectáreas de suelos de baja fertilidad, con más de mil
animales, especialmente reses.
Hasta ahora, el INTI sólo ha abierto
un expediente para investigar los terrenos de San Nicolás. Pero la historia
reciente abre otras posibilidades. Durante la Semana Santa de 2004, el
Instituto Nacional de Tierras suspendió el comodato pactado con la UCV sobre
la estación experimental La Estancia, en Margarita, cinco años antes del límite
del contrato. Poco antes, la UCV había invertido 500 millones de
bolívares para mejorar las instalaciones en el terreno de 3,45 hectáreas. “Lo
menos que esperábamos era que el propio INTI nos la quitara”, dijo
Stalin Torres, coordinador de Estaciones Experimentales de la Facultad de
Agronomía.
Pero las cooperativas que se reúnen en sus
linderos prefieren repartir la tierra en parcelas de 100 hectáreas y
trabajarlas de forma independiente. Según Canelone, incluso rechazaron la
propuesta del decanato de preparar un proyecto de “producción de cooperación mutua”
y presionaron al alcalde de San Genaro de Boconoíto, Armando José Rivas, para
obtener las tierras, aunque éste admitió que “nunca ha habido la intención de
invadir”.
No obstante, Stalin Torres acusó al alcalde y
a las autoridades regionales del INTI de promover las invasiones “en
vez de proteger a la universidad”.
Franklin Chacín, decano de la Facultad de
Agronomía de la UCV, fue más enfático. “No vamos a permitir las invasiones de
nuestras instalaciones. Yo me reuní con las cooperativas y se los dejé bien
claro: “ni un metro cuadrado vamos a dar”. Ellos quieren adueñarse de las
tierras, pero no lo vamos a permitir.
Nuestros estudiantes y profesores van a
defenderlas. Si el INTI apoya este tipo de cosas, estamos dispuestos a
hablar con el ministro de Agricultura”.
Amigo Juan Pueblo,
quiero cerrar esta entrada de “exprópiese”, con una reflexión aparecida
en la cuenta Twitter del economista Jesús Casiques, lo que nos deja el
socialismo del siglo XXI:
Ø
Precarios
servicios públicos
Ø
Escasez
de gasolina
Ø
Hiperinflación
Ø
Depresión
económica
Ø
Aniquilado
poder adquisitivo
Ø
Dolarización
de facto
Ø
Default
financiero
Ø
Expropiaciones
de empresas
Ø
6
millones de hectáreas intervenidas
“Modelo arcaico y primitivo”. ¡Así o más claro!
Imposible.
¡Que baje el telón!
¡Un apunte final…!
¡Las expropiaciones son las causantes del
desabastecimiento y elevados niveles de pobreza!
Cuando analizamos la caída de la producción
nacional en los últimos 12 años, estas se encuentran relacionadas a las
ocupaciones de fincas, hatos, haciendas y empresas, afirmó Vicente Brito,
presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.
“Las cifras así lo demuestran al observarse
como estas propiedades al pasar a manos públicas, empezaron a disminuir los
montos producidos al compararlos con los obtenidos de cuando estaban en manos
privadas. Se estima que unas 3.000 fincas, hatos y haciendas fueron afectados
total o parcialmente, así como más de 500 empresas: procesadoras de leche,
centrales azucareros, torrefactoras de café, plantas para procesar arroz, maíz,
enlatadoras de pescado, productoras de pollos y huevos, procesadoras de aceite
y margarina, mataderos industriales, etc.”, afirmó.
Brito detalló que “hoy cualquiera de estas
propiedades tomadas produce apenas entre un 10% y 20% de cuando eran privadas.
Su efecto en el desabastecimiento es evidente ya que estas fincas, haciendas,
hatos y empresas eran las que producían entre un 65% y 80% del consumo
nacional, con buena calidad y a precios que eran accesibles a la mayoría de los
consumidores”.
“También existían ofertas de distintos productos que
permitían mejorar la capacidad adquisitiva de los venezolanos”,
dijo.
Asegura que “sus efectos en los elevados
niveles de pobreza son evidentes, al encontrarnos que un 75% de las familias se
encuentran en pobreza crítica. Son aquellas con ingresos totales familiares al
mes por debajo de los 300 mil bolívares, apenas consumen unas tres veces a la
semana carne, Pollo o pescado. En pobreza extrema se estima que un 40% de las
familias están en este nivel, con ingresos familiares mensuales menores a los
100 mil bolívares, consumen una vez y quizás dos veces por semana carne, pollo
o pescado”.
Igualmente detalla que “la poca producción
obtenida por este conglomerado de propiedades que fueron quitadas a los
privados, unido a los elevados niveles inflacionarios. Son los responsables del
desabastecimiento y alta pobreza existentes en el país”.
“El desabastecimiento es causado por la caída de la
producción y la pobreza responsabilidad del Banco Central al financiar con
dinero inorgánico las elevadas pérdidas de estas empresas
públicas”, hizo énfasis.
“Se estima que el Banco Central asignó en lo
que va del mes de abril unos 300 mil millones de bolívares para sostener las
necesidades financieras y pérdidas de las empresas públicas. Estos recursos son
provenientes del Banco Central y causante de la hiperinflación en que nos
encontramos” agregó.
“Al evaluar cada una de estas haciendas,
fincas, hatos y empresas. Se hacen evidentes las desmejoras en sus
instalaciones y capacidad productiva. Lo cual limita y hace muy costosa su
recuperación a los niveles que tenían antes de su pase al control público”,
concluyó.
Pensamiento
“Cuando adviertas que para producir necesitas
tener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebas que el dinero
fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibes
que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su
trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario,
son ellos los que están protegidos contra ti, cuando descubras que la
corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio,
entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está
condenada” (Ayn
Rand, 1950).
Blog Hoja 130
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