Aquellos Años (2015–2020) … Soy migrante en tierras ecuatorianas


Exprópiese (II)
¡La causa de la destrucción de un país!
¡El hambre comenzó con las expropiaciones!
¡Les contare una historia (27)!

¡Aquí no hay nada que se pueda hacer!
Amigo Juan Pueblo, te voy a comentar algo que leí hace mucho tiempo, referido a “Las sociedades hoy día liberadas por los diversos movimientos revolucionarios han demostrado que la orientación socialista, no puede prometer por si sola “el paraíso”. Pero si las transformaciones sociales progresistas en su marcha hacia la única alternativa de erradicar el hambre, han permitido no solamente eliminar la injusta desigualdad que vivimos en nuestra sociedad, sino también movilizar, más efectiva y eficientemente los recursos del trabajo, de su economía y de la naturaleza, basados en la amplia disposición y aplicación de los logros de la ciencia y técnica”. Yo me pregunto, ¿Cuáles? Porque lo que sabemos hoy, de países que han vivido estos movimientos, lo que hay es hambre, pobreza, destrucción y muerte. Y, te puedo dar algunos ejemplos amigo Juan Pueblo, tenemos el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela; y pronto veremos en esta lista a Argentina.
¡Que suba el telón!
Sigamos tomando como referencia lo publicado por BBC NEWS sobre las expropiaciones en Venezuela, ahora referido al campo venezolano, que ha traído hambre y pobreza en la nación petrolera.
Aunque hay confusión en las cifras, según el gobierno, más de 3 millones de hectáreas han sido expropiadas, unos 30.000 kilómetros cuadrados de extensión.
Representan 838 "rescates de tierras" como los denomina el gobierno.
"A nivel de tierras no ha habido indemnización –dice Benites–, parten de la premisa de que la Nación nunca se desprendió de esas tierras. Ahí El Estado dice: 'Yo no tengo que pagar nada'".
El plan masivo de expropiaciones comenzó en 2007, luego de que Chávez fuera reelecto en las presidenciales de 2006.
En el caso de las tierras se aseguraba que aquellas que eran improductivas debían destinarse a fomentar la "seguridad y soberanía alimentaria", en un país que importa alrededor 70% de los alimentos que consume.
Sin embargo, la situación en cuanto a la importación de productos alimenticios permanece igual.
También el gobierno expropia cuando considera que las tierras no están repartidas de forma justa.
En 2010, por ejemplo, se tomaron 47 fundos en la zona sur del Lago de Maracaibo, conocida por la producción de carne, leche y plátano porque –dijeron las autoridades– el 50% de las tierras de la zona estaban en manos de un 4% de dueños, lo cual muestra un "sistema totalmente inequitativo".
Son intervenciones. No cumplen con los parámetros de expropiaciones, con las garantías expropiatorias del pago justo y oportuno”. Felipe Benites, director del Observatorio de los Derechos de Propiedad Privada.
Amigo Juan Pueblo, te voy a contar a manera de anécdota, lo que sucedió por allá en los años 60 en Cuba, René Dumont agrónomo francés y de paso socialista, fue muy crítico de la “revolución cubana”, en una de las tantas controversias, Fidel Castro le dijo a René: No lo entiendo. Según parece, tú insinúas que eso va mal; sin embargo, Jean-Paul Sartre vino a vernos en enero, con Simone de Beauvoir, y pasaron tres semanas en Cuba. En “France-Soir” publicaron una serie de artículos…
Por aquellos días, en la Habana se reproducían, en “Revolución”, aquellos artículos en los que Sartre declaraba aproximadamente que todo cuanto se hacía en Cuba en el orden económico estaba bien, era casi perfecto. La tesis general era que, puesto que se había derribado al capitalismo, la orientación resultaba forzosamente buena, y que todo funcionaría bien. Sin capitalismo, ¿cómo podía existir aún dificultades…?
Jean-Paul Sartre – le respondí – es un gran escritor, un importante hombre de teatro, un extraordinario filósofo, pero ha dado muy poco que hablar entre los economistas.
Y nosotros, los agrónomos, tampoco lo consideramos uno de los nuestros.
¡Cualquier parecido con la realidad venezolana, es pura coincidencia!
¡LOS PLATANALES DE RUSIA! En Caracas el 15 de octubre de 2010 la página web de nuestra Cancillería (MPPRE), anunció: “El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, llega al Kremlin, sede del Ejecutivo ruso, para reunirse con su homólogo Dmitri Medvédev, a fin de tratar temas importantes de la agenda estratégica de ambas naciones”. En la Lista de Acuerdos suscritos durante la Visita del Comandante Presidente, Hugo Chávez Frías, a la Federación de Rusia - Moscú, 14 al 15 de octubre de 2010 -Total de Acuerdos suscritos: 20, en el número 15 se encuentra el Acuerdo de Cooperación entre la República Bolivariana de Venezuela y la Empresa Rusa Zao Jfc de la Federación de Rusia para la creación de una empresa mixta para el cultivo, producción y comercialización del banano en Venezuela. El objeto dice el texto: “constituir una empresa mixta para cultivo, producción y comercialización de banano venezolano, en un plazo máximo de ciento veinte (120) días siguientes a la firma del presente acuerdo”.
Habiendo transcurrido 63 días apenas entre el 15 de octubre cuando se firmó el Acuerdo del Plátano y el 17 de diciembre de 2010 cuando se punta de fusil se dio inicio al despojo de 47 fincas en el Sur del Lago, y siendo la coincidencia nada casual de que el total de hectáreas de tierras despojadas por orden presidencial satisface las “20.000 hectáreas para comenzar” que él declaró, “ubicadas en el sur del lago de Maracaibo” que confirmó su ministro Canán, queda evidenciado que el objetivo de dichos despojos nada tiene que ver con ayudas a los damnificados por las inundaciones, ni la lucha contra el latifundio. Evidentemente de lo que se trata es de un vulgar negocio entre una empresa rusa – Zao Jfc, y otra venezolana que no ha sido identificada, donde el Gobierno desaloja arbitrariamente a punta de fusil de sus tierras y fincas a los productores del Sur del Lago, para proceder entonces a los fines de dicho negocio.
Hace apenas unas semanas trascendió a la luz pública que el emblemático Hato Piñero en Cojedes, ahora estatizado, sería cedido para asiento de una comuna libia. Ciertamente Venezuela y los venezolanos todos, no podemos permitir el despojo arbitrario y anticonstitucional de las tierras, fincas y bienes de nuestros productores del campo, para que una empresa rusa y una venezolana hagan negocios exportando plátanos del Sur del Lago, o para que los libios sean dueños por regalo gubernamental de las sabanas de Cojedes. Venezuela es y será por siempre de los venezolanos.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, autorizó hoy la «adquisición forzosa» de las tierras de la llamada Compañía Inglesa, de capitales británicos, que cuenta en el país con nueve hatos ganaderos que suman unas 290.000 hectáreas.
Chávez avaló el inicio de un procedimiento que, aseguró, «autoriza al Ejecutivo Nacional la adquisición forzosa mediante justa indemnización» de la empresa Agropecuaria Flora (Agroflora), filial de la Compañía Inglesa, C.A. y subsidiaria de Vestey Group, que ya estaba bajo control del Gobierno.
«Ya tenemos el control, ahora estamos nacionalizando las propiedades que eran de la llamada compañía inglesa, Agroflora», sostuvo Chávez al intervenir en un acto de su partido, el Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en la ciudad de Maracay (centro-oeste).
Indicó que con ello toman el «control total, administrativo y operacional» de la firma y se negó a la solicitud de los representantes de la filial que, aseguró, pedían el pago de sus activos «en moneda extranjera».
«No, estamos en Venezuela», respondió el jefe de Estado, quien aclaró que no robarán a nadie.
«Vamos a hacer el avalúo, eso sí, vamos a hacer el avalúo justo, y después le pagamos (..) A ver si les pagamos por parte, le pagamos con unos bonos», explicó Chávez, quien detalló que Agroflora está establecida en Venezuela desde 1909.
En agosto del año pasado, Chávez reiteró que compraría «cientos de miles de hectáreas» de los nueve hatos de la Compañía Inglesa con la que llegó a un «acuerdo amistoso», según dijo entonces.
Explicó entonces que su Gobierno realiza un avalúo de los terrenos y del «buen ganado» que albergan, unas 130.000 reses, según datos de la empresa, para determinar el precio a pagar.
El ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, precisó hoy a Chávez que Agroflora posee 290.000 hectáreas.
En enero pasado, Loyo indicó que el Gobierno ha intervenido un total de 3 millones de hectáreas de tierras, lo que representa el 10 % de los terrenos con potencial productivo del país.
El ministro explicó que en Venezuela existen «450.000 pequeñas, medianas y grandes fincas» que suman «cerca de 30 millones de hectáreas» con vocación agrícola, pecuaria y forestal.
Chávez declaró en 2004 la guerra al latifundio y desde entonces ha expropiado tierras por estar improductivas, subutilizadas o con títulos de propiedad dudosos, con la promesa de entregarlos a campesinos pobres para que las trabajen.
Agremiaciones empresariales y la oposición tildan de ilegales las expropiaciones. EFE
Amigo Juan Pueblo, René Dumont el agrónomo francés, se dio cuenta que ninguna de sus criticas habían sido tomadas en cuenta, comprendió que si los cubanos se negaban a difundir sus errores tardarían en corregirlos, con retraso, y por tanto con dificultad. El drama del socialismo es que no entraña – como el capitalismo – los métodos de corrección automática de los errores, “la mano invisible del provecho”, como me decía en La Habana un economista comunista chileno; es decir, la sanción económica, el riesgo del fracaso, la ley de oferta y la demanda, la baja de los precios cuando hay superproducción; la inversión, que si está mal encausada no es beneficiosa. Cuando todo depende de la planificación, es el presupuesto lo que financia todas las empresas. Y el drama es que el socialismo necesita demasiado tiempo para reconocer sus errores económicos, su facultad de adaptación es demasiado lenta.
Sobre todo, si se proclama que la dirección es infalible. Fue necesario aguardar al 26 de julio de 1970, y el fracaso de la gran zafra de 10 millones de toneladas de azúcar, para que Fidel reconociera públicamente sus errores.
Desde el advenimiento del socialismo se proclama que éste es muy superior al capitalismo, y se intenta disimular todos los hechos que no se ajustan a esta declaración de principios. Por no admitir la existencia de graves errores económicos, se tarda muchísimo tiempo en corregirlos; mientras que el capitalismo, más flexible, progresa con mayor rapidez.
¡Aunque usted no lo crea! Venezuela, copia fiel y exacta al papel carbón de los errores cubanos. ¡Será!
Cuando el ahora ungido como “Padre Nuestro”, fanfarrón y rodeado de alabarderos dictaba aquella sentencia “Exprópiese” ¿tendría alguna noción de estar decretando ruina para la nación? ¿O pensaba sinceramente que sus iluminados camaradas de revolución y de armas, o los socios cubanos, serian honestos y competentes administradores de las empresas estatizadas? Si hurgamos en la historia del continente, solo aquel dictador, Velasco Alvarado del Perú, con sus demenciales expropiaciones en los años setenta, competiría con nuestro eternizado en sembrar tanta miseria para los suyos. El balance de sus ostentadas expropiaciones no podía ser más ajeno a las razones de “utilidad pública e interés social”, que en nuestra Ley vigente justifican el ejercicio de la potestad expropiatoria del Estado. Basta una mirada a algunos ejemplos de la larga lista, como Sidor, centenares de fincas agrícolas y ganaderas productivas, plantas de lácteos, cementeras, Electricidad de Caracas, papeleras, textileras, Agroisleña, centrales azucareros y agréguenle otras que ustedes recuerden.
Ahora se suman las consecuencias judiciales de las expropiaciones arbitrarias e ilegales. Esta semana el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversión (CIADI) resolvió que Venezuela deberá pagar 740 millones de dólares a la canadiense Gold Reserve expropiada de sus proyectos auríferos en Guayana. El juicio arbitral entre PDVSA y Exxon Mobil será anunciado a fines de este mes y probablemente el país deberá responder por una indemnización superior a 1.000 millones de dólares por expropiación de activos en la Faja del Orinoco. Conoco Phillips aspira a una indemnización de 31 mil millones por la estatización de dos proyectos en la Faja y dos convenios de exploración en Oriente. En suma, Venezuela enfrenta 30 arbitrajes multimillonarios ante el CIADI.
¡Exprópiese! quedará para la historia como una vil exclamación de aquel sembrador de miseria.
¡Oleadas de expropiaciones han convertido a Venezuela en un país arrasado por la escasez y el desabastecimiento!
Los entusiastas del socialismo del siglo XXI aplaudieron durante años las medidas económicas aprobadas en Venezuela por Hugo Chávez y Nicolás Maduro. A ambos lados del Atlántico, no faltaron quienes justificaron y celebraron la oleada de expropiaciones y nacionalizaciones decretada por el régimen bolivariano.
No faltaron entonces las advertencias de quienes temían que estas medidas anticapitalistas se tradujesen, en última instancia, en escenarios de hambre y escasez. Sin embargo, estas críticas cayeron en saco roto y la agenda del gobierno siguió avanzando.
El resultado se ha hecho patente con el paso de los años. Según explicó el diario venezolano El Mundo, las expropiaciones de tierras aprobadas por Chávez arrancaron 3,6 millones de hectáreas a cientos de empresas y familias.
En el marco de esta estrategia, el Estado se lanzó también a expropiar y nacionalizar empresas dedicadas a la alimentación. En 2011, el chavismo había expropiado ya casi 100 compañías del ramo, incluida la principal cadena de distribución de Venezuela. La cosa no fue a mejor desde entonces y, en el marco de la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaria, los ataques contra el sector privado se siguieron sucediendo.
¡Expropiar sin orden judicial!
Los amplios poderes del Ejecutivo venezolano han permitido que esta agenda se haya completado casi sin posibilidad de oposición. De hecho, las expropiaciones en el sector agrícola-alimentario se hacen sin necesidad de orden judicial, en el marco de las leyes aprobadas por el chavismo. Cadenas como Cada, Éxito, Los Andes o Cargill han pasado de esta forma a estar bajo la gestión del régimen.
Hay dos casos paradigmáticos de lo que ha supuesto esto:
·         Por un lado, está el ejemplo de Agroisleña. Este grupo era el principal proveedor de semillas y productos químicos para las explotaciones agrícolas del país. La compañía ofrecía maquinaria, consultoría, apoyo técnico y financiación a miles de pequeños proveedores del sector. No obstante, una vez ha sido nacionalizada, su gestión se ha convertido en un nefasto monopolio marcado por la escasez y la ineficiencia. Como muestra, un botón: como consecuencia del mal funcionamiento de Agroisleña, se estima que ha caído un 40% la superficie total dedicada al cultivo del arroz.
·         Por otro lado, está el ejemplo de la Hacienda Bolívar, una de las 47 fincas de la provincia del Zulia que fueron expropiadas por Chávez a finales de 2010. Según un informe del International Crisis Group, esta explotación de 4.000 hectáreas tenía bajo gestión 8.000 cabezas de ganado vacuno. Tras su paso a manos públicas, la producción ha colapsado y parte de los terrenos han sido tomados por "okupas". En cuanto a la leche generada en la explotación, la cuota diaria se desplomó de 5.000 a 75 litros diarios entre 2010 y 2014. Si nos fijamos en la cabaña de animales, ocurre algo parecido: se pasó de 8.000 a 3.600 cabezas de ganado en apenas cuatro años. A esto se suman las precarias condiciones laborales: aunque Chávez expropió estas granjas "para luchar contra la esclavitud", lo cierto es que los trabajadores llevan casi medio año sin cobrar.
Ante semejante panorama, no es de extrañar que la producción agrícola se haya resentido. En el sector cárnico, por ejemplo, la producción se ha desplomado más de un 30%, por lo que Venezuela ha pasado de ser exportador a importador neto. En cuanto a la producción de pollo, se estima que los niveles actuales se quedan cortos en 50.000 toneladas ¡al mes!
Algunas voces próximas al régimen reconocen el desplome, pero lo achacan a la caída en los precios del petróleo. Sin embargo, las importaciones per cápita de alimentos ya iban en aumento mucho antes de que esto ocurriese. Entre 2000 y 2010, pasaron de 66 a 134 dólares.
¡Podrá Venezuela recuperarse de los destrozos dejados por el Socialismo de Siglo XXI! Amigo Juan Pueblo, la pregunta de las 10.000 lochas, al paso que vamos, necesitaremos mucho tiempo para volver a ser la nación con futuro. Millones de hectáreas expropiadas, ahora improductivas; lo que encontramos son fundos abandonados y destruidos. Prácticamente el gobierno socialista robo a los productores; y, los que quedaban han abandonado sus tierras por la inseguridad.
¡El gobierno venezolano permite que sus adeptos asalten fincas agrícolas y ocupen la tierra!
"Se presentaron en la finca a las siete de la mañana y comenzaron a destrozar la plantación de mandioca", explica con cara de circunstancias Marisela Febres, sentada en un sillón de su casa en el estado de Barinas, a unos 500 kilómetros al sud oeste de Caracas.
Después robaron un tractor, los neumáticos de la maquinaria agrícola, los generadores y todo tipo de herramientas, continúa relatando la mujer, mientras muestra un sinfín de documentos que pone en evidencia que aquellos terrenos de una superficie total de 749 hectáreas son indudablemente propiedad suya y de sus cuatro hermanos. Los heredaron de su bisabuelo, que a su vez los había adquirido en 1920. "Recorrimos a la policía y todas las autoridades para recuperar la tierra, pero nadie movió un dedo", asegura Fiebres.
En la finca La Primavera -así se llama la hacienda de Febres y sus hermanos- se cultivaba maíz y mandioca. La producción superaba los 4.500 kilos de cereales anuales por hectárea, dice literalmente un certificado oficial expedido por el Instituto Nacional de Tierras (INTI) de Venezuela en junio de 2015, que Febres conserva entre muchos otros documentos.
Ahora, en cambio, la mayor parte de la finca es tierra yerma, según se puede observar desde la carretera que limita la hacienda, que está a sólo unos diez minutos en vehículo de la casa de la propietaria. Se ven algunas zonas cultivadas -pero muy pocas- y numerosas chabolas dispersas en los terrenos.
"Más de cinco millones de hectáreas productivas han sido expropiadas en Venezuela desde que Hugo Chávez llegó al poder", expone Manuel Cipriano Heredia, que también es de Barinas y preside la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). El gobierno indemnizó a los propietarios en algunas ocasiones, pero en la mayoría de los casos el procedimiento seguido fue el siguiente: decenas de personas adeptas al chavismo asaltaron las fincas y construyeron edificaciones rudimentarias con maderas y planchas, mientras las autoridades miraban hacia otro lado. Esto, de hecho, es lo que ocurrió en la hacienda La Primavera. Los ocupantes asaltaron los terrenos en febrero de 2016, y todavía siguen ahí. 
La ley de tierras, aprobada por Chávez en 2002 para luchar contra el latifundio, establece que las fincas que no sean productivas serán expropiadas por el gobierno después de que un tribunal se haya pronunciado si el propietario y el ejecutivo no llegan a un acuerdo. El chavismo, sin embargo, se toma la justicia por su cuenta, denuncia Febres.
El Instituto Nacional de Tierras informó el sábado a través de Twitter que adjudica las tierras de La Primavera a "veinte colectivos campesinos de Barinas", sin ningún tipo de juicio, y aunque la finca era inicialmente productiva. Una fotografía donde aparece sonriendo el director del INTI, Luis Soteldo -que también es viceministro de Tierras-, acompaña el tuit.
Manuel Cipriano Heredia explica que el estado de Barinas -donde están las tierras de Febres y sus hermanos- era antes el primer productor de carne de Venezuela, y el tercero de maíz y leche. Ahora, en cambio, no produce casi nada. "Calculo que el 90% de las tierras que han sido ocupadas ahora ya no son cultivadas", asegura el presidente de Fedecámaras, que admite que ahora su principal temor es que sus tierras también sean asaltadas o que le roben las mazorcas. "Este año ya han matado catorce de mis animales", declara. Este ganadero tiene vacas, terneras y toros.
En la actualidad Venezuela sólo produce un 15% del maíz que consume, el 40% de la leche y el 30% del arroz. Héctor Navarro, que fue cinco veces ministro con Hugo Chávez y que continúa pensando que Chávez fue "el mejor presidente que ha tenido Venezuela", admite al ARA que se cometieron "errores" con las tierras y que se siguen cometiendo. "Se han hecho incautaciones de manera arbitraria, aunque las fincas eran productivas", declara. "Pero yo me pregunto si sólo fue responsabilidad de Chávez. Los ministros a menudo engañan al presidente ", concluye.   
Desgraciadamente, no hay nada bueno que compartir, todo son errores unos tras otros. De los relatos de René Dumont en su viaje a Cuba, en una reunión en el INRA (Instituto Nacional de la Reforma Agraria), que dirigía el sector ya socializado de la agricultura cubana, les advirtió que las cooperativas estaban muy mal llevadas, que en ellas reinaba un gran desorden, y que, si aquello continuaba así, una catástrofe económica, como mínimo de grandes privaciones, se perfilaría en el horizonte.  En las cooperativas mandaba todo el mundo. Se llevaban mal las cuentas, y como la tesis dominante era que “para la revolución nada es imposible”.
En Venezuela amigo Juan Pueblo, las cooperativas creadas antes de 1999 han tenido y siguen teniendo, historias de éxito notables. No así las cooperativas “de maletín” creadas en el gobierno socialista. Venezuela es quizá el cementerio de cooperativas más grande del mundo. ¡Y qué pasó! Copiamos los errores del socialismo cubano, fracaso, fracaso y más fracaso. ¡Que no te queden dudas amigo!
Te voy a comentar una información amigo Juan Pueblo, que apareció en el diario “El Universal”, en Caracas, Venezuela, el miércoles 04 de agosto de 2010, escrita por el periodista Gustavo Méndez, cuyo título es el siguiente: “Estación experimental de la UCV está invadida desde 2007”. El 10 de julio de 2008 el INTI reconoció que no había tierras ociosas.
"Garantía de permanencia socialista agraria". Bajo esta figura jurídica el Instituto Nacional de Tierras (INTI) confiscó 700,07 hectáreas de la Estación Experimental "San Nicolás", en el estado Portuguesa, adscrita a la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), las cuales fueron consignadas a 51 pisatarios.
Para el decano de Agronomía, Leonardo Taylhardat, la orden es "jurídicamente nula", ya que la figura de "permanencia socialista" no existe. Recordó, que el 10 de julio 2008 el INTI "reconoció que la estación no tenía tierras ociosas ni incultas", a raíz de la invasión que en 2007 realizó un grupo de 14 personas. "Los funcionarios prometieron que los sacarían para ubicarlos en un predio cercano, pero no hicieron nada, y ahora les entregan 700,07 hectáreas", relató.
Envenenamiento de cinco búfalos, toma de los potreros radiales (que se usan en verano), desmantelamiento de la infraestructura, restricciones para alimentar a mil reses, agresiones y amenazas verbales son algunos de los ataques que ha sufrido el personal y los estudiantes de la Estación Experimental "San Nicolás" desde 2007.
Miguel Peña, presidente del Centro de Estudiantes de Agronomía, recordó que la UCV tiene 43 años de presencia en el Municipio San Genaro de Boconoíto, estado Portuguesa. donde 2 mil estudiantes, 1.800 de Agronomía, y el resto de Medicina, Odontología y Nutrición, entre otras carreras, realizan trabajos de investigación, extensión, servicio comunitario y asesoría a los agricultores de la región.
¡Cooperativas quieren las tierras de la UCV! En el portal digital del diario “TalCual”, de fecha viernes 10 de noviembre de 2006, aparecía está información, escrita por el periodista Saúl Uzcátegui, donde expresa “UCV teme por sus tierras”.
Los directivos de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela denuncian la inoperatividad del INTI y de autoridades regionales para frenar las pretensiones de campesinos de ocupar estaciones experimentales.
En el cumpleaños 69 de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, algunos en su interior celebran con trozos de pastel por el centro de investigación agrícola más antiguo del país, mientras desde el exterior otros prefieren trozos de los terrenos que tiene en el campo.
Todo empezó en diciembre de 2000, cuando un grupo de campesinos del Municipio San Genaro de Boconoíto, en el estado Portuguesa, logró que una comisión formada por miembros del INTI, la gobernación y el Consejo Legislativo Regional revisaran las instalaciones de la estación experimental San Nicolás, propiedad de la UCV.
Ahora más de cien campesinos agrupados en 13 cooperativas quieren, según Canelone, que el INTI les “adjudique” el terreno de 1.250 hectáreas de suelos de baja fertilidad, con más de mil animales, especialmente reses.
Hasta ahora, el INTI sólo ha abierto un expediente para investigar los terrenos de San Nicolás. Pero la historia reciente abre otras posibilidades. Durante la Semana Santa de 2004, el Instituto Nacional de Tierras suspendió el comodato pactado con la UCV sobre la estación experimental La Estancia, en Margarita, cinco años antes del límite del contrato. Poco antes, la UCV había invertido 500 millones de bolívares para mejorar las instalaciones en el terreno de 3,45 hectáreas. “Lo menos que esperábamos era que el propio INTI nos la quitara”, dijo Stalin Torres, coordinador de Estaciones Experimentales de la Facultad de Agronomía.
Pero las cooperativas que se reúnen en sus linderos prefieren repartir la tierra en parcelas de 100 hectáreas y trabajarlas de forma independiente. Según Canelone, incluso rechazaron la propuesta del decanato de preparar un proyecto de “producción de cooperación mutua” y presionaron al alcalde de San Genaro de Boconoíto, Armando José Rivas, para obtener las tierras, aunque éste admitió que “nunca ha habido la intención de invadir”.
No obstante, Stalin Torres acusó al alcalde y a las autoridades regionales del INTI de promover las invasiones “en vez de proteger a la universidad”.
Franklin Chacín, decano de la Facultad de Agronomía de la UCV, fue más enfático. “No vamos a permitir las invasiones de nuestras instalaciones. Yo me reuní con las cooperativas y se los dejé bien claro: “ni un metro cuadrado vamos a dar”. Ellos quieren adueñarse de las tierras, pero no lo vamos a permitir.
Nuestros estudiantes y profesores van a defenderlas. Si el INTI apoya este tipo de cosas, estamos dispuestos a hablar con el ministro de Agricultura”.
Amigo Juan Pueblo, quiero cerrar esta entrada de “exprópiese”, con una reflexión aparecida en la cuenta Twitter del economista Jesús Casiques, lo que nos deja el socialismo del siglo XXI:
Ø  Precarios servicios públicos
Ø  Escasez de gasolina
Ø  Hiperinflación
Ø  Depresión económica
Ø  Aniquilado poder adquisitivo
Ø  Dolarización de facto
Ø  Default financiero
Ø  Expropiaciones de empresas
Ø  6 millones de hectáreas intervenidas
Modelo arcaico y primitivo”. ¡Así o más claro! Imposible.
¡Que baje el telón!
¡Un apunte final…!
¡Las expropiaciones son las causantes del desabastecimiento y elevados niveles de pobreza!
Cuando analizamos la caída de la producción nacional en los últimos 12 años, estas se encuentran relacionadas a las ocupaciones de fincas, hatos, haciendas y empresas, afirmó Vicente Brito, presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.
“Las cifras así lo demuestran al observarse como estas propiedades al pasar a manos públicas, empezaron a disminuir los montos producidos al compararlos con los obtenidos de cuando estaban en manos privadas. Se estima que unas 3.000 fincas, hatos y haciendas fueron afectados total o parcialmente, así como más de 500 empresas: procesadoras de leche, centrales azucareros, torrefactoras de café, plantas para procesar arroz, maíz, enlatadoras de pescado, productoras de pollos y huevos, procesadoras de aceite y margarina, mataderos industriales, etc.”, afirmó.
Brito detalló que “hoy cualquiera de estas propiedades tomadas produce apenas entre un 10% y 20% de cuando eran privadas. Su efecto en el desabastecimiento es evidente ya que estas fincas, haciendas, hatos y empresas eran las que producían entre un 65% y 80% del consumo nacional, con buena calidad y a precios que eran accesibles a la mayoría de los consumidores”.
También existían ofertas de distintos productos que permitían mejorar la capacidad adquisitiva de los venezolanos”, dijo.
Asegura que “sus efectos en los elevados niveles de pobreza son evidentes, al encontrarnos que un 75% de las familias se encuentran en pobreza crítica. Son aquellas con ingresos totales familiares al mes por debajo de los 300 mil bolívares, apenas consumen unas tres veces a la semana carne, Pollo o pescado. En pobreza extrema se estima que un 40% de las familias están en este nivel, con ingresos familiares mensuales menores a los 100 mil bolívares, consumen una vez y quizás dos veces por semana carne, pollo o pescado”.
Igualmente detalla que “la poca producción obtenida por este conglomerado de propiedades que fueron quitadas a los privados, unido a los elevados niveles inflacionarios. Son los responsables del desabastecimiento y alta pobreza existentes en el país”.
El desabastecimiento es causado por la caída de la producción y la pobreza responsabilidad del Banco Central al financiar con dinero inorgánico las elevadas pérdidas de estas empresas públicas”, hizo énfasis.
“Se estima que el Banco Central asignó en lo que va del mes de abril unos 300 mil millones de bolívares para sostener las necesidades financieras y pérdidas de las empresas públicas. Estos recursos son provenientes del Banco Central y causante de la hiperinflación en que nos encontramos” agregó.
“Al evaluar cada una de estas haciendas, fincas, hatos y empresas. Se hacen evidentes las desmejoras en sus instalaciones y capacidad productiva. Lo cual limita y hace muy costosa su recuperación a los niveles que tenían antes de su pase al control público”, concluyó.
Pensamiento
“Cuando adviertas que para producir necesitas tener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebas que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibes que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti, cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada” (Ayn Rand, 1950).
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