Aquellos Años (1977-1980)…mi trabajo en el Banco Latino en otras regiones desde Acarigua.
¡Se hace experiencia al andar! Mi trabajo me obligaba a estar a disposición
de la Gerencia del Grupo Centro Occidente, aunque mi jefe inmediato era el
Gerente de la Agencia del Banco Latino en Acarigua. Me considero un “viajero en el tiempo”, cuantos
kilómetros recorridos y sitios conocidos. Me toco atender una pignoración de
ganado en el Pao, Estado Cojedes, de un cliente de la
Sucursal del Banco en Caracas. Abogado de profesión y ganadero; aquello era un
espectáculo, ver tanto ganado reunido en los corrales, pero eso significaba
mucho trabajo, porque había que seleccionar los que se iban a marcar con el
hierro del Banco. Fue una experiencia inolvidable. De regreso a mi lugar de
origen Acarigua, se me comunica que tengo que visitar a unos agricultores
clientes del Banco, en el área de la represa
“Las Majaguas”, debido a problemas en los cultivos. Es una represa que
contiene las aguas del río Sarare; fue construida a mediados de la década del sesenta
y está ubicada en la zona nororiental de la subregión Acarigua-Araure con una
previsión para regar 90.000 ha, para la producción de cereales, oleaginosas,
ganadería de leche y caña de azúcar que, conjuntamente con la construcción en
los años 1977-1980 de un central azucarero de gran capacidad, el central “Las
Majaguas”, permitían el aprovechamiento integral de este sistema de riego,
convirtiendo a esta zona en un polo de desarrollo incrementando sustancialmente
la producción agrícola nacional. Detenemos nuestro viaje a través del tiempo,
para analizar o conceptualizar aspectos que el técnico/inspector tiene que
tener presente al momento de realizar su trabajo. Me refiero a cuatro aspectos
importantes: 1) Reproductividad de
la inversión y capacidad de pago; 2)
Valor con base en la capacidad productividad 3) Determinación de la capacidad productiva; 4) Tasas de capitalización.
Una vez establecida la honorabilidad del peticionario, su solvencia y la
conveniencia para la finca de llevar a cabo la ejecución del proyecto
propuesto, el paso inmediato del técnico/inspector será estudiar la reproductividad de la inversión y la
capacidad de pago del agricultor para determinar las posibilidades de
reembolso del préstamo. Como resultado del análisis, el técnico/inspector tenía
la posibilidad de decir si el préstamo era o no factible. Pero también podía
conducir a la necesidad de modificar totalmente la inversión, hasta lograr otra
más factible, siempre que ello se llevara a efecto de acuerdo con el
peticionario; o podía llegarse a la conclusión de que, para el buen desarrollo
de la finca el peticionario necesita de mayores recursos crediticios para
llevar el plan hasta su culminación.
Toda finca o explotación agropecuaria debe producir suficientes ingresos
para:
A.
Cubrir los costos de
producción;
B.
Cubrir los costos de
subsistencia de la familia;
C.
Cubrir el crédito
otorgado por el Banco;
D. Permitir un margen de ingreso adicional para cubrir situaciones imprevistas
y acumular una reserva.
Cuando estos aspectos no pueden satisfacerse, el préstamo de hecho no podrá
ser reembolsado por el agricultor, debe por lo tanto, denegarse la solicitud. Debemos
tener presente además, que siendo uno de los propósitos fundamentales de este
estudio el determinar la capacidad de pago que tiene el agricultor, al calcular
los egresos de éste, el técnico solamente debe tomar en cuenta los gastos que
tenga que realizar el solicitante en efectivo y, por tanto, no debía incluir
ciertos costos como intereses sobre el valor de la tierra, depreciación de
maquinarias, etc.
2) Valor con base en la capacidad
productiva: Este término se define como la cantidad máxima que puede ser
invertida sin riesgos en una finca, en base a sus ingresos y se obtiene
capitalizando el ingreso neto (renta líquida), que se puede obtener
razonablemente de la propiedad. Para un mejor entendimiento conviene hacer una
distinción entre “capacidad productiva” y “valor con base en la capacidad
productiva” representa la producción y el ingreso normal promedio que es de
esperarse razonablemente de una finca en plazo largo. El término “valor con
base en la capacidad productiva” es la expresión del valor de la finca con base
en la capacidad productiva, capitalizada en un tanto por ciento convencional.
La producción de las fincas agrícolas se obtiene de la concurrencia del
factor tierra y del cultivo que utiliza los recursos de la tierra para dar sus
frutos, lo que significa hasta cierto punto la capitalización del ingreso neto
para determinar el valor de la tierra. En cambio, en las fincas pecuarias entra
un tercer factor, que es el ganado. En otras palabras, en los ingresos de las
explotaciones pecuarias se conjugan los provenientes de la tierra; del cultivo,
que es el pasto; y del ganado, que es en última instancia el elemento
productivo.
3) Determinación de la capacidad
productiva: En vista de que el ingreso neto que tiene que capitalizarse en
una explotación, depende de la capacidad productiva de la misma, a continuación
se presentan algunas consideraciones que los Técnicos/Inspectores Valuadores
deben hacerse en su determinación, para operaciones a largo plazo.
1)
Que la finca va a ser
administrada por un agricultor típico del área.
2)
Que los sistemas de
cultivo y las normas de trabajo serán también las típicas del área de la finca
bajo estudio, y que las condiciones de productividad de la finca serán también
las normales de la localidad, a menos que exista algún factor limitante
evidente. En consecuencia, debe tenerse plena conciencia de que en los cálculos
de rendimiento se están empleando las producciones promedio de la zona en que
está ubicada la finca bajo consideración.
3)
Que la determinación
del ingreso neto de la finca se asignen a los productos agrícolas, precios y
costos normales de la región, debidamente comprobados.
4)
Que los costos de
operación de la finca, los gastos normales de vida de la familia del
agricultor, el valor de los equipos y las reparaciones que éstos requieran, así
como el principal del préstamo y sus intereses, deben ser pagados con el
ingreso que se perciba de la finca.
5)
Que los ingresos que
se hayan anotado, sean los que realmente se esperan de la operación agrícola.
4) Tasas de capitalización: Se
consideraba que la capitalización mínima del ingreso neto para explotaciones
agrícolas, debe efectuarse al 15%. Esta recomendación se basaba en el hecho de
que la mayoría de los inversionistas podían obtener una renta del 12% anual,
comprando un edificio en la capital, sin mayores riesgos y que aún en la
propiedad urbana, el factor de rentabilidad en los suburbios, con
construcciones económicas, podía elevarse, ser mayor del 15%. Es, pues, medida
de seguridad para el Banco que al hacer la valorización de una finca agrícola,
se capitalice la renta cuando menos al 15%, y aún a tasas mayores, por el
riesgo y el esfuerzo que envuelve la agricultura.
Años de anécdotas y recuerdos, ya este trabajo me aburría, se ganaba bien, pero tu desarrollo personal
estaba estancado, quería irme. Desde 1978 inicie mis contactos con la Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”, a
través de un tío materno llamado I. Robles Guillermo que era amigo personal del
Rector el Dr. Tulio Arends, logré obtener una entrevista, muy fructífera por
cierto, apenas se iniciaban los Programas
de Agronomía y Ciencias Veterinarias. No sabía que iba a pasar en mi
futuro. De pronto otra solicitud, la Sucursal del Banco en Barquisimeto,
requería realizar un estudio para un préstamo de Bs. 6.000.000,oo; de inmediato
me trasladé, siempre y cuando, tomando todas las precauciones, pues, el
Vice-Presidente del Grupo Centro Occidental me la tenía sentenciada; es allí,
donde la Sra. Loly Díaz de Giancaspro me protegía, cuando él iba a Acarigua a
supervisar, ella me daba el pitazo de que venía y yo me perdía haciendo
inspecciones de campo, nunca pudimos coincidir.
De la inspección les contaré, llegué a las oficinas del Banco, los clientes
me esperaban, nos trasladamos hasta el aeropuerto, subimos a una avioneta muy
bien equipada, iniciamos el despegue y al tiempo se me comunica que estamos
sobre la finca, recorríamos los linderos,, veíamos el ganado, etc.; yo pedía aterrizar
para hacer un recorrido más acorde con lo que estábamos haciendo; me
comunicaron que la pista de aterrizaje no estaba en condiciones, por lo tanto
no podíamos hacerlo. Bueno después de un largo recorrido en el aire, llegamos
nuevamente a Barquisimeto; me invitaron a almorzar, que pidiera lo que quisiera,
whisky y un bue churrasco acompañado de vino tinto; y después, cuando estábamos
en el postre, vino la propuesta: que si el crédito era aprobado, ellos me
beneficiarían con el 10%, o sea, estábamos hablando de Bs. 600.000,00, con ese
dinero me hubiera podido comprar un apartamento en Miami y una avioneta; ante
tal ofrecimiento, no conteste, me limité a comentar que el almuerzo estaba muy
rico y que agradecía tal atención. Una vez en la Sucursal del Banco, elaboré mi
informe de la inspección donde negaba el préstamo y explicaba mis razones desde
el punto de vista netamente profesional. Posteriormente, en confianza le
explicaría al Gerente lo que había sucedido.
De retorno a mi oficina en Acarigua, se me comunica que tengo que pasar
urgentemente por la gerencia, acudo a ella, me entrevisto con el Lic. Mario
Hernández Gerente de la Agencia y me comunica que ha llegado un sobre de la
Vice-Presidencia de Créditos Agropecuarios y que es confidencia dirigido a mi
persona. Por lo delicado del asunto, me retiré a mi residencia y comencé a
revisar de qué se trataba. El Vice-Presidente del Grupo Centro Occidente, había
otorgado créditos por un monto superior a los 25.000.000,oo de bolívares que no
estaban cubiertos con garantías reales. Al comenzar mi investigación, me
encontré con galpones que el avalúo arrojaba un monto de Bs. 150.000,oo y
estaban garantizando prestamos por 2.000.000,oo de bolívares; así como también
me encontré una finca que garantizaba unos cuantos millones y solo existía en
el papel. Ante tales hechos, terminada mi investigación, elaboré mi informe y
lo hice llegar de forma confidencial a la Vice-Presidencia. Nuevamente me son
solicitados mis servicios de la Sucursal Barquisimeto, esta vez para ir a hacer
unas inspecciones a Carora. Pero como me picaba la curiosidad, de regreso pase
por la Sucursal en Barquisimeto, quería saber, que había pasado con el
Vice-Presidente objeto de la investigación; nada más y nada menos fue
destituido de su cargo o sea fuera del Banco. Que coincidencia, yo también me
iría, había introducido mi carta de renuncia el 15 de junio de 1980, el 30 de
junio ya estaba fuera de la institución. Mi destino, la ciudad Mariana de Coro;
ingresaría a la Universidad Nacional
Experimental “Francisco de Miranda”,
y mi sueño se hacía realidad, ser profesor de una universidad en Coro. Amo a mi
país, pero creo que más amo al terruño que me vio nacer, un orgullo que me
llena, que no me cabe en el pecho. “Son
los momentos vividos los que no regresan, pero vale la pena recordar”.
Blog Hoja 035
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