Concurso Literario 1957
Cuando era un joven estudiante de 6º Grado
del Colegio Salesiano Pio XII, gane el 2º puesto en el “Concurso Literario”
promovido por el Centro Cultural “José
Heriberto García de Quevedo” con ocasión de la “Semana del Árbol”, y tenía
la fecha de Coro: a los 22 días de Mayo de 1957. El premio consistía en un
libro, que todavía hoy conservo en mi biblioteca personal. El título del libro “Bolívar”.
“Bolívar” escrito por Antonio Arraiz es un
libro de 32 lecciones para jóvenes americanos que relata la vida de Bolívar,
Bolívar escritor, Bolívar estadista, la visión del sociólogo, el pensamiento
político de Bolívar, ideales panamericanos y la grandeza de Bolívar entre
otros. El titulo original de la obra, aparecida en 1940, era “Culto Bolivariano”, pero fue cambiado
por su autor para la segunda edición, publicado doce años después, en 1952, por
Cultural Venezolana, S.A., Caracas, Venezuela. Una de las cosas que llamo
siempre la atención al leer el libro, fue la carta que le escribió a su maestro
Don Simón Rodríguez, así se
expresaba: ¡Oh, mi maestro! ¡Oh, mi amigo! ¡Oh, mi Robinson! Usted en Colombia…
Usted en Bogotá, y nada me ha dicho, nada me ha escrito… Sin duda es Ud., el
hombre más…extraordinario del mundo. Podría Ud. merecer otros epítetos; pero no
quiero dárselos, por no ser descortés al saludar a un huésped que viene del
Viejo Mundo a visitar el Nuevo. Si, a visitar a su Patria, que ya no conoce…
que tenía olvidada, no en su corazón, si no en su memoria. Otro aspecto del
libro que cautivo mi atención, fue el juramento que hiciera Bolívar en el Monte
Sacro ante su maestro Simón Rodríguez. Cuenta Don Simón, volviéndose hacia mí,
húmedo los ojos, palpitante el pecho, enrojecido el rostro, con una animación
febril, me dijo: “Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, por tu
honor y por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma,
hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder
español”. Debiéramos nosotros jurar hoy, siguiendo la fórmula de Bolívar, jurar
por el Dios de nuestros padres, por tu honor y por la patria, romper las
cadenas que nos oprimen por voluntad del poder cubano. Amor a la libertad y de
pureza personal es un legado que nos dejaron.
Del anecdotario de Don Simón Rodríguez, “Yo
no quiero – decía – parecerme a los árboles que echan raíces en un lugar, sino
al viento, al agua, al sol y a todas esas cosas que marchan sin cesar”.
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