De la revolución al desastre en Venezuela (10)


 

¡Quién mató la Educación en Venezuela! (1)
¡Socialismo perfecta máquina de destrucción!
¡Les contare una historia (48)!

¡Si no se educa para la libertad … no puede llamarse educación!
Amigo Juan Pueblo, para poder analizar este grave problema que aqueja al país a orillas del caribe, tenemos que revisar primero, lo que el “Arañero de Sabaneta” exponía en las Naciones Unidas, septiembre de 2004, en la reunión de Jefes de Estado convocada por el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva. ¿Queremos acabar con la pobreza? Demos poder a los pobres (La experiencia venezolana).
Por primera vez en más de cien años, el pueblo venezolano sintió que era posible vivir en un mundo mejor. A esa percepción, tangible en los cerros y barrios históricamente excluidos del país, contribuye hoy de manera ascendente e indetenible el entramado de misiones sociales, convertidas en un poderoso instrumento de transformación, a partir de la movilización de los recursos del Estado, y de la fuerza, y el poder del pueblo.
Las Misiones Educativas: ¡Moral y Luces!
No imaginó la rancia oligarquía venezolana que, una vez superado el golpe, la Revolución retomaría el proceso de cambios tantas veces emboscado, saboteado y criticado por una oposición que carga sobre sus hombros cuatro décadas de exclusión social en Venezuela.
   Grandes sorpresas se sucedieron a partir del anuncio presidencial y del desarrollo exitoso de las Misiones Robinson 1, Robinson 2, Ribas y Sucre, sumatoria de programas educativos que llegaron para solucionar el analfabetismo, permitir que miles de adultos excluidos terminaran el bachillerato, y abrir universidades a los hijos de obreros, campesinos e indígenas de todo el país.
   Con la premisa de educar para que el pueblo sea libre”, la Misión Robinson 1 alfabetizó a más de un millón de personas en menos de un año; mientras, los nuevos lectores recibieron la oportunidad de continuar estudios rumbo al sexto grado, demostrando que no puede haber “democracia sin educación”, y que la libertad de una nación se mide por el grado de cultura que han alcanzado sus habitantes: “Un pueblo culto – decía Bolívar – no puede ser un pueblo esclavo”.
   No fue casual que, desde el triunfo del proceso bolivariano, el equipo de gobierno concediera máxima prioridad al tema de la Educación, signado por la despreocupación de sucesivos gobiernos de democracia representativa y marcado por dos tendencias básicas injertadas por el neoliberalismo a los pueblos: privatización y exclusión social.
   Dicho en términos específicos: crecieron progresivamente las matrículas en el sector privado, se deterioró de forma acelerada la educación pública, los padres de los sectores pobres no tenían posibilidad de sufragar los estudios a sus hijos, cientos de miles de niños, adolescentes y jóvenes no podían terminar la enseñanza o proseguirla en niveles superiores; mientras, el presupuesto estatal destinado a la educación era insuficiente hasta para cumplir con los pagos de los docentes.
   Para 1998, el panorama educativo venezolano mostraba una tasa de escolaridad promedio del 59%, y solo un 2,8% del Producto Interno Bruto se destinaba a la educación; aproximadamente más de 1.500.000 personas eran analfabetas; más de 2 millones permanecían sin culminar el sexto grado; y cerca de otros 2 millones no habían podido terminar la educación media; una población con un nivel de lectura sumamente baja, y solo 0,3 libros por familia. A ese triste escenario se sumaron más de 500.000 bachilleres sin cupo en las universidades, convertidas en privilegios de una minoría.
   La mayoría de los niños y niñas ingresaban al primer grado de la Educación Básica sin pasar por el preescolar, con profundas desigualdades socioeconómicas, déficit proteico-calórico, afectivo y cultural característicos en los hogares más pobres – lo que incidía en el desarrollo de los estudiantes, generaba limitaciones que afectaron sus capacidades, castraban sus potencialidades y producían fracaso escolar: repetición y abandono de la escuela.
   La exclusión, como práctica inherente en un sistema de desigualdad social, se expresó en la disminución de los niveles de prosecución de estudios: en la década de los 90, por ejemplo, de cada 100 niños y niñas que ingresaban al primer grado, solo 91 llegaban al tercero, y 59 al séptimo grado. De esos 100, solo 39 lograban terminar el noveno grado, y un número no mayor de 19 alcanzaban el bachillerato, de los que solo 5 tenían posibilidad de acceder a la Educación Superior. Era alarmante e inaceptable que de cada 10 niños y niñas que ingresaban al sistema escolar, 8 no lograban graduarse de bachilleres.
Bueno amigo Juan Pueblo, según lo expuesto por el “Arañero de Sabaneta” el sistema educativo en la IV república era una porquería; pero, yo no lo creo, sus argumentos no convencen y mucho menos las propuestas para su adecuación. ¡La educación en la V república ha sido un fracaso! La realidad hoy nos dice, quién tiene la razón.
¡Que suba el telón!
¡El madurismo asesinó la educación venezolana!
Por: Javier Vivas Santana, efectococuyo.com, 19 de septiembre de 2017.
Que no quede ninguna duda. El madurismo destruyó la educación venezolana. Desgraciadamente como bien lo señalan diversos informes a nivel nacional, tenemos más del 70% de la infraestructura educativa abandonada. Las aulas de “clase” tienen los pisos carcomidos y los “techos” desmantelados en sus tejas, mantos asfálticos o platabandas Las ventanas quedaron sin vidrios, y sus marcos convertidos en estructuras de óxido. En los baños no funcionan pocetas ni lavamanos, sino que las redes de aguas servidas se transformaron en letrinas y pozos sépticos.
Para qué mencionar los llamados “laboratorios” en donde apenas quedaron los vestigios del abandono. Las canchas sin materiales deportivos, ahora son nidos de malandros y delincuentes quienes aprovechan las tinieblas de las escuelas y liceos en horas nocturnas para ejecutar sus orgías, venta y consumo de drogas. Las bibliotecas no existen, y los pocos libros que aún quedan, los ácaros son el único testigo de sus páginas. Los pupitres, mesas y sillas son cementerios de metal y madera de lo que una vez fue un mobiliario.
Los filtros de agua desaparecieron, y sólo al pegar la boca a una llave de agua de un jardín abandonado es posible saciar la sed. El comedor es un saludo a la bandera, porque simplemente este gobierno, al generar una perversa inflación, destruyó el programa de alimentación escolar, al punto que los niños y adolescentes se desmayan por hambre, porque tampoco en sus hogares están comiendo los mínimos nutrientes por la espantosa crisis social. El llamado vaso de leche escolar no existe, porque fue suprimido como política de Estado.
Cifras que manejamos como gremio educativo, demuestran que más del 34% de los liceístas han desertado del sistema educativo en los últimos cuatro años, mientras que Venezuela se ha convertido en el país con la tasa más alta de embarazo en adolescentes entre 10 y 19 años, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, siglas en inglés), lo cual sólo es cultivo para la pobreza crítica.
Aquellos estudiantes que logran con suerte culminar bachillerato, más del 77% presenta profundas debilidades en análisis de textos, oralidad y redacción (incluso ayudados por un Estado que con sus medios públicos legaliza programas con palabras mal escritas), así como habilidad y razonamiento numérico. No pregunte a nuestros “bachilleres” por conocimientos básicos de historia y geografía. En cuanto a filosofía, de eso ni se habla en el mal llamado currículo escolar, porque este fue entregado en la “planificación” de improvisados ministros de “educación”, como el actual, que hasta pluraliza el verbo haber, y que ignoran la interrelación de los aspectos ontológicos, biológicos, cognitivos, neurológicos, psicosociales, físicos y culturales en relación con la deconstrucción epistemológica y la regeneración del pensar.
Los docentes son ignorados como facilitadores del conocimiento y líderes sociales. Apenas si el malogrado salario les permite comer unos tres o cuatro días. En los planteles no existen ni materiales pedagógicos y menos tecnológicos para fortalecer el proceso del pensar y la creatividad del pensamiento. Con un docente en esas condiciones, es obvio que la relación enseñanza y aprendizaje queda fracturada, porque el impartir saberes no es un dogma, es una concepción que transciende la vida para convertir la praxis educativa en praxis de experiencias, y praxis en la (auto)formación del ser, de un ser que debería ser útil a la sociedad y, para los suyos con el devenir del tiempo.
Hoy, nuestros niños y adolescentes están condenados al hambre, quedando a la merced de malandros y asesinos, porque estos hicieron de las escuelas y liceos sus lugares preferidos para ejecutar sus actos delictivos.
Tenemos una población estudiantil afectada por la desnutrición infantil, las enfermedades y el abandono escolar. Y aquellos jóvenes que lograron formarse hasta los tiempos de Chávez, siguen emigrando del país, mientras quienes aún “estudian” en el medio de la barbarie social, sólo piensan en marcharse de Venezuela porque el madurismo sólo genera incertidumbre, desesperanza, neototalitarismo y destrucción social. El madurismo asesinó la educación venezolana y está asesinando el futuro del país. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
https://efectococuyo.com/opinion/el-madurismo-asesino-la-educacion-venezolana/
¡Destruida la educación en Venezuela!
Por: Javier Vivas Santana, El Nacional, enero 17, 2019.
Este 15 de enero de 2019, Día del Educador en Venezuela, estamos frente a un tiempo luctuoso. Es, sin duda, la más agobiante y triste fecha que ha conmemorado el magisterio venezolano en toda su historia contemporánea.
El saldo es dantesco. Deserción escolar en aumento, infraestructura educativa destruida, liquidación absoluta del programa de alimentación escolar, criminalidad periférica en los planteles, y la degradación de la carrera docente en términos salariales y de beneficios sociales, todas esas calamidades demuestran el estado de coma que vive la educación venezolana.
Tenemos un “Estado” que hace tiempo olvidó por completo su papel como conductor de políticas sociales para convertirse en un asesino de la sociedad, y la educación ha sido su principal víctima cuando esta ha sido el blanco de las más aberrantes acciones de bazofia política.
En efecto, es lamentable ver que el madurismo, para sustituir a los docentes que han emigrado por razones de supervivencia humana, profesionales universitarios muchos de ellos con postgrados, con individuos que pretenden ser “pedagogos” con un plan de formación llamado “chamba juvenil”, y que en la mayoría de los casos ni siquiera evalúa el conocimiento de quienes serán los nuevos “docentes” en áreas básicas de oralidad, escritura y cultura general. Hoy, las renuncias y abandono de funciones pedagógicas se sitúan a escala nacional sobre 30%, sin obviar que existe de facto un paro técnico, porque alrededor de 50% de los educadores se ve obligado a faltar a sus escuelas y liceos, o bien porque carece de medios económicos para trasladarse, o porque no encuentra formas de movilización para llegar hasta los planteles, o porque busca algo que pueda mitigarle sus necesidades de “alimentación”.
Igualmente, ante la destrucción de escuelas y liceos, estos ni siquiera tienen pupitres, sillas o mesas para que los estudiantes puedan recibir sus clases, lo cual aunado con la completa destrucción de las instalaciones sanitarias y canchas deportivas, y ante la imposibilidad de recibir alimentos en los comedores, acelera la deserción escolar hasta niveles que, por lo general, superan diariamente 70% de los niños y adolescentes que deberían asistir a tales instituciones. La matrícula solo aumenta en los días en que existe comida en el plantel, aunque esta sea una cucharada de arroz o lentejas, lo cual deja en evidencia el hambre que existe en el país.
No obstante, según el madurismo nada de eso afecta la patria, y menos la educación. De hecho, llegan al extremo de jactarse de que tenemos una “educación de calidad”, pero irónicamente ninguno de los hijos o nietos de los jerarcas del madurismo puede demostrar que sus hijos estudian en planteles oficiales, y, por el contrario, estos estudian en los colegios privados de las zonas más privilegiadas del país. Y cuando terminan el bachillerato, en vez de cursar estudios universitarios en Venezuela, se marchan al exterior, siendo allí en donde se forman como profesionales. Tal es el caso de la hija del fallecido presidente Hugo Chávez, quien cursa estudios en La Soborna de París, o tenemos la historia de Paola Francia, hija del “constituyente” Néstor Francia y Carolina Cestari, jefa del Distrito Capital, quien no solamente se acuesta sobre los morrales cual universitaria feliz, y quien hasta incluso confiesa en artículos de su autoría que es personal diplomático en Argentina.
Por supuesto que la cantidad de descendientes de la cúpula madurista que tiene tales privilegios se concentra en una larga lista que nos daría muchas palabras, pero solamente los dos casos mencionados dejan en evidencia que quienes hablan de que la “mejor educación del mundo” está en Venezuela, al parecer para ellos esa educación no se encuentra ni en los planteles oficiales y menos en las universidades del país.
Los educadores venezolanos se encuentran golpeados y mitigados en lo económico y social, pero tienen en alto su espíritu de lucha, así como sus convicciones éticas y morales para seguir hacia la búsqueda de un país lleno de oportunidades para nuestra generación de relevo. El magisterio venezolano no dejará morir la educación, porque en ella está la vida de Venezuela, y aunque parezca contradictorio, urge un paro nacional de educadores para evitar la muerte del sector educativo.
https://www.elnacional.com/opinion/columnista/destruida-educacion-venezuela_266701/
¡Los números de la crisis educativa en Venezuela: casi 700.000 estudiantes dejaron la escuela y cerraron 1.275 colegios!
Por: Carmen Victoria Hinojosa, infobae.com, 20 de febrero de 2020.
Después de cinco años sin cifras sobre el sistema escolar, el Instituto Nacional de Estadística hizo una actualización de los datos. Por cada 100 personas, apenas 32 están inscritas en el sistema escolar. “Es un proceso de regresión de la matrícula estudiantil hacia la baja”, dijo el profesor investigador, Luis Bravo.
El “milagro educativo” del que Hugo Chávez hizo alarde, y que, según Nicolás Maduro, forma parte de su legado, comienza a desaparecer. Después de cinco años sin cifras sobre el sistema escolar, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo una actualización en la que indica que 683.283 estudiantes dejaron la escuela en Venezuela los años 2012 a 2017.
De una matrícula escolar total de 7.878.538 pasó a 7.195.335. “El INE lo que hizo fue consolidar un hecho. Desde 2007 comienza un proceso de disminución de la inscripción de niños y adolescentes en el sistema escolar”, señala Luis Bravo, profesor investigador de la Universidad Central de Venezuela.
Bravo explica que estos casi 700.000 jóvenes pueden ser la sumatoria de abandono escolar, deserción, migración. En 2006, indica Bravo, por cada 100 personas en edad escolar, 51 estaban inscritos en el sistema educativo. Hoy, por cada 100, apenas 32 reciben formación.
Es un proceso de regresión de la matrícula estudiantil hacia la baja”, menciona Bravo. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó que 2,2 millones de niños requieren acceso a la educación. El año pasado en un comunicado el organismo internacional señaló: “El deterioro de la situación dentro de Venezuela ha dejado hasta ahora un millón de niños sin escolarizar”.
Para Bravo desde 2007 comenzó a crecer la exclusión escolar. “Hay muy poco para decir que hay un milagro educativo. Todo lo contrario, hay es una depresión en curso del sistema de inclusión escolar”, enfatizó.
Sin embargo, para Maduro lo que hay es un “poderoso sistema educativo” con un “nivel de escolaridad por encima del 90%” gracias al legado de Chávez, dijo en abril de 2019.
Pero la Unicef también ha dicho que cada vez es más difícil que los estudiantes en Venezuela puedan asistir regularmente a la escuela. Las fallas en los servicios públicos, la falta de comida y transporte, dificultan la rutina escolar. De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida, en Venezuela 28 % de los escolares no asisten a clases por falta de agua, 22 % por carencias de alimentos en el hogar y 13 % por esta misma razón en la escuela.
La crisis educativa también derivó en la pérdida de escuelas. El INE indicó que, desde 2016, han desaparecido 1.275 planteles educativos: 848 escuelas públicas y 427 privadas. De 30.687 planteles educativos que había en 2016, quedan 29.412. En abril del año pasado, Maduro expresó que “a pesar de la guerra económica, no se ha cerrado ni se cerrará jamás una escuela”.
https://www.infobae.com/america/venezuela/2020/02/20/los-numeros-de-la-crisis-educativa-en-venezuela-casi-700000-estudiantes-dejaron-la-escuela-y-cerraron-1275-colegio
Amigo Juan Pueblo, estamos presenciando la agonía de un sistema educativo que se niega a morir, habrá muchos que le dedicamos años a la docencia universitaria, y hoy veo como nuestra alma mater la UNEFM se muere. Voy a compartir contigo algo que escribió Carlos Manuel Cadenas Mendoza, sobre la situación actual que vive la educación: “Estudiantes, Representantes, la educación venezolana no se murió en manos de los educadores, ni de los trabajadores, a la educación venezolana la mató el gobierno y su modelo aniquilador de la formación, del pensamiento, de la calidad educativa. Pero también hay que reconocer que todos vimos el crimen y no hicimos nada: la comunidad guardó silencio ante el atropello, no reclamó derechos, no cumplió deberes; los docentes dejamos que nos impusieran la espada de la tiranía, y entre la indiferencia y el miedo, dejamos pasar cada golpe, dejamos que la apatía y la desesperanza nos paralizara.
En nuestras manos de pueblo organizado, unido y luchador está resucitar a la educación. Despertar es la salida, despertemos”.
Crisis en Venezuela: ¡los maestros alertan que la educación colapsa y llaman a marchar el lunes!
Por Milagros Rodríguez, agencia ANSA, 04/10/2020, Clarín.com Mundo.
Representantes y gremios del sector educativo advirtieron esta semana que la crisis en la educación se profundiza en Venezuela, en medio de la pandemia de coronavirus.
Además, llamaron a protestar contra la "estafa educativa", este lunes, 5 de octubre, cuando por orden del presidente Nicolás Maduro, las escuelas y los liceos deberán abrir como "centros de asistencia pedagógica" en la semana de flexibilización de la cuarentena.
"Es momento de salvar unidos la educación porque de esa manera estamos salvando la democracia y todos los derechos vulnerados por un régimen inhumano", exigió Raquel Figueroa, presidenta de la Federación Colegio de Profesores de Venezuela.
Al intervenir durante la Gran Asamblea de Educación, la semana pasada, donde participaron más de 30 organizaciones gremiales y representantes del sector, además de diputados de la Asamblea Nacional, destacó que "existe una gran brecha de desigualdad social en el derecho a la educación".
"Ya no solo hay una práctica de desprofesionalización de la docencia, sino que desapareció el salario y la seguridad social. Nos encontramos con una catástrofe gigantesca que ha destruido la educación venezolana", sentenció la también coordinadora de la Unidad Democrática del sector Educativo.
Indicó que el salario del docente en el sector público no supera los 4 dólares al mes, y propuso realizar "acciones contundentes" a nivel nacional para "desenmascarar la estafa educativa" el 5 de octubre. Ese día, por orden de Maduro los centros educativos deberán abrir sus puertas para sostener reuniones entre padres, representantes y docentes.
A su vez Lourdes Viloria, presidenta de la Federación de profesores Universitarios, enfatizó que "la educación pública es responsabilidad del Estado, pero no se está garantizando".
"Es una tragedia para el pueblo, los educadores, sector estudiantil y trabajadores de la educación la destrucción de las condiciones de estudio, de acceso y prosecución", lamentó.
¡Clases on line, sin electricidad ni internet!
La profesora advirtió que "no hay ninguna condición" para las clases a distancia, por las fallas de luz, internet, falta de equipos y celulares de última tecnología que no tienen ni alumnos ni docentes, y menos para las presenciales, por las pésimas condiciones en que se encuentran los centros sin agua, baños suficientes, etc, "además de los sueldos de miseria" que devengan los educadores que "no garantizan ni la comida para sus familias".
"Ya basta del empobrecimiento de los trabajadores educativos. No estamos dispuestos con nuestro trabajo y sacrificio mantener abiertas las instituciones para que una dictadura pretenda hacer creer al mundo que están brindando las condiciones de estudio. Eso es falso, es una estafa, para el pueblo y el mundo", enfatizó Viloria.
Mientras que la diputada Bolivia Suárez sostuvo que la "gran destrucción y tragedia del sistema de aprendizaje es un arma que le sirve al régimen para mantenerse en el poder".
Advirtió que lo que está en juego es la supervivencia del sistema educativo, por lo que ratificó que la salida a esta crisis "pasa por salir del régimen, y conformar un Gobierno de Emergencia Nacional que abra las puertas a la democracia y a la libertad".
Maduro decretó que el nuevo año escolar que arrancó el 16 de septiembre se realizará en lo que resta del año bajo la modalidad "online" o "teleclases", a través de un canal que dispuso para transmitir videos educativos.
https://www.clarin.com/mundo/crisis-venezuela-maestros-alertan-educacion-colapsa-llaman-marchar-lunes_0_bCOviBmra.html
Docentes venezolanos: ¡El 2020 significó la muerte de la educación en el país!
elimpulso.com, 21 diciembre, 2020, Brian Vidal.
Los líderes gremiales en el estado Lara consideraron el año 2020 como una catástrofe para la educación pues retrocedió la calidad educativa a niveles insostenibles.
La lucha por la reivindicación social de los docentes no se detuvo en este 2020 a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus, que sin duda alguna se unió con la crisis que ya venía atravesando desde hace algunos años la educación venezolana. Sin embargo, este año fue el más crítico para el sector.
Las respuestas del régimen a las exigencias que hizo el gremio docente, al menos en el estado Lara, nunca llegaron. Ante esto el Plan País, de la administración del presidente interino Juan Guaidó trabaja desde hace meses para que los docentes de todo el país, puedan ser beneficiados con un bono, similar al que entregó al sector salud, sin embargo, tampoco se ha hecho efectivo.
Desde enero, los docentes activos y jubilados del estado Lara iniciaron la lucha mejoras salariales y sociales. El día del maestro convocaron a un paro nacional por la dignificación de su salario, el cual, tiene al gremio en pobreza extrema, pues no les alcanza para alimentarse ni vestirse, aseguró en ese momento el profesor Luis Arroyo, coordinador de la Coalición Sindical que agrupa a los educadores en Lara.
¡El año 2020 el peor año para la Educación en Venezuela!
Para el profesor Luis Arroyo este año 2020 ha sido el peor que se ha vivido a nivel educativo tanto para los estudiantes como para el docente.
Para los estudiantes representó un retroceso total, según el coordinador de la Coalición Sindical que agrupa a los educadores en Lara, pues si la calidad de la educación venía en detrimento, la pandemia vino a acabar con lo que quedaba.
“Aquí hubo un retroceso de lo peor. Yo digo que una educación de la colonia o peor que esa época. El diseño curricular y la calidad académica ha retrocedido enormemente. Nosotros exportamos la calidad educativa a otras latitudes. El panorama ahora no es negro, es muy negro para la educación y para el futuro de Venezuela”, comentó a Arroyo a Elimpulso.com.
Asimismo, señaló que a nivel de infraestructura también va en picada. “Ni se diga de la infraestructura escolar que está destartalada y deteriorada. No le han metido mano, no hay baños, no hay agua. Ya no hay dotación, no hay laboratorio, tampoco canchas deportivas en buen estado”.
Arroyo consideró que para el gremio docentes el 2020 fue el año donde murió la convención colectiva. “Destruyeron la contratación colectiva desconociendo un logro obtenido desde hace muchos años. Hay deudas cuantiosas con el gremio docente que deben ser saldadas por el régimen”, sentenció.
Frank Andrade: ¡El gobierno mató la carrera docente en este 2020!
El profesor Frank Andrade, Secretario Nacional del Colegio de Profesores aseguró que este año la carrera de la docencia fue asesinada por el régimen de Nicolás Maduro.
“Terminaron de profundizar lo que nosotros veníamos diciendo en años anteriores sobre la pobreza extrema en el magisterio venezolano. Ha sido profundamente negativo desde todo punto de vista educativo. Vemos como en las escuelas la calidad de la educación desmejoró notablemente. El deterioro del aspecto social de los docentes se profundizó. La infraestructura de escuelas y liceos están en franco deterioro. No hay material didáctico, no hay laboratorios. Nada existe. Ellos prácticamente mataron la educación en este país”, dijo Andrade, quien no detuvo la lucha del gremio ni en pandemia.
El líder sindical aseguró que el panorama para el 2021 no pinta nada bien y que la solución para volver a levantar la educación en el país pasa por el cambio político definitivo, de lo contrario, la crisis educacional de Venezuela se profundizará hasta que desaparezca y volvamos a niveles de la colonia.
https://www.elimpulso.com/2020/12/21/docentes-venezolanos-el-2020-significo-la-muerte-de-la-educacion-en-el-pais/
Rolando Nápoles (@RNapoles) Journalist, América CV Network, twitteó: La estudiante cubana de 4to año del Fajardo en La Habana, Solange Fon, del barrio de San Isidro, le cuenta orgullosa a Díaz-Canel que ella de las que repudió al “grupúsculo contrarrevolucionario” del @Mov_sanisidro. Amigo Juan Pueblo, estos son los cambios en la mente de los estudiantes, un eslogan, una ideología única, un pensamiento único, adoctrinamiento total, esto querido amigo es lo que quiere el gobierno socialista de Venezuela con le educación.
¡Ha muerto la educación en Venezuela!
Por Carolina Jaimes Branger, El Estímulo, Artículo de Opinión, 3 de marzo de 2021.
Pese a tantos llamados de atención, el sistema educativo venezolano pasa por su peor momento. Para Carolina Jaimes Branger ya está muerto. Y la responsabilidad es compartida por muchos.
Después de una larga agonía, finalmente falleció la educación en Venezuela. Fue una cayapa: la mataron lentamente entre muchos. La vejaron, la humillaron, la maltrataron, la ultrajaron, la golpearon salvajemente y la dejaron tirada en el medio del camino para que terminara de morir.
La mató el “maestro” Aristóbulo Istúriz, quien en todo momento actuó más como político que como maestro y sus “políticas” siempre tendieron a usar la educación como instrumento de subyugación y no de liberación.
La mató Carlos Lanz –ahora desaparecido, imagino porque ya no les sirve- quien se ufanó de ser “marxista, gramsciano y habermasiano”, lo peor que puede sucederle a un sistema educativo, porque si no se educa para la libertad no puede llamarse educación. Ahí está como ejemplo para el mundo la otrora Alemania comunista, que no levantó cabeza sino hasta que cayó el Muro de Berlín, a pesar de haber tenido excelentes académicos como profesores.
La mató Hugo Chávez con sus misiones “educativas”, que lo que hicieron a la postre fue entregar diplomas –como el que el Mago de Oz le dio al espantapájaros- sin tener respaldo alguno de conocimientos adquiridos.
La mató Nicolás Maduro cuando puso de maestros a los combos de la “chamba” juvenil, como si un maestro se improvisara.
La mataron los sindicalistas que creyeron que harían fortuna con Chávez en el poder y muchos lo lograron, todo a costa del futuro de niños inocentes.
La mataron quienes se robaron el dinero destinado a mejorar las infraestructuras escolares, las centrales eléctricas que podían haber provisto de Internet a tantas personas, las represas de agua que nunca se construyeron y un largo etcétera que enumerarlo tomaría las páginas de una enciclopedia.
La mataron quienes denigraron de la profesión de maestros, llevándolos a ganar sueldos de miseria, que los obligaron durante mucho tiempo a tener dos, tres y hasta cuatro trabajos alternos, hasta que tiraron la toalla y renunciaron. Cualquier oficio en Venezuela es más productivo que ser maestro.
La mataron aquellos que querían que sus hijos estudiaran en las mejores instituciones, pero que no querían tener como vecino a un colegio y movieron cielo y tierra para que no se les diera permiso de construcción, o para que fueran reubicados.
La mataron quienes constante y consistentemente se negaron a pagar las alzas de matrículas en los colegios privados, pero que salían de las reuniones de la comunidad educativa a cenar en restaurantes donde se bajaban una botella de güisqui, que les costaba más que el aumento de todo un año.
La mataron quienes consideraron como “traficantes de la educación” a quienes aumentaban matrículas, sin siquiera detenerse a pensar que en un país con la hiperinflación que tenemos en Venezuela y encima, la distorsión de los precios que ello acarrea, era más que necesario, justo.
La educación en Venezuela fue asesinada por el resentimiento, los complejos de inferioridad, la animadversión, el rencor. Como en la Guerra Federal hace más de 160 años, había que matar a los que supieran leer y escribir.
A la educación en Venezuela la mató la revolución del hambre, de la miseria, de la pobreza. Nadie que pase hambre, aprende. Nadie que tenga que pedir limosna para llevar comida a su casa tiene tiempo de estudiar. Nadie que ande por las calles, en vez de ir a la escuela, como es su derecho, puede prosperar.
Los dolientes, que son muchos y quizás no lo saben, andan como zombis. La pandemia ha sido la gran excusa para la estocada mortal. Ha muerto la educación en Venezuela y con ella, mueren las esperanzas, mueren las oportunidades, muere el futuro.
https://elestimulo.com/ha-muerto-la-educacion-en-venezuela/
¡Un Tips … de Actualidad!
El sistema educativo venezolano enfrenta cinco desafíos críticos impostergables: 1) estancamiento de la cobertura, 2) incremento del rezago escolar, 3) déficit de personal docente, 4) déficit de infraestructura, equipamiento y dotación, y 5) bajo nivel de aprendizaje de los estudiantes. (Verónica I. Medina A. / 22 de febrero de 2021).
¡Amanera de … ponle tu nombre!
“Se fue el único Docente Rico de Venezuela”. Aristóbulo Isturiz, el verdadero legado del socialismo. “Fallece personaje NEFASTO de la dictadura chavista”. De esta forma, amigo Juan Pueblo despidieron este personaje.
¡Un apunte final…!
Para finalizar está entrada, amigo Juan Pueblo, quiero compartir contigo este artículo de opinión, altamente interesante para lo que se vive con la educación venezolana y que refleja lo que quiere el gobierno socialista de Venezuela, control y unificación de criterios, textos y procesos de enseñanza, en una palabra, adoctrinamiento.
¿Educación o adoctrinamiento?
Por Eloy M. Viera Moreno, La Habana | Marzo 06, 2021.
Varias generaciones de cubanos han nadado en las profundidades de la doble moral, una de las causas fundamentales de la actual pérdida de valores.
Desde la publicación de sus Aforismos, José de la Luz sentenció la importancia de la enseñanza para el desarrollo de la cubanidad: "Tengamos el magisterio y Cuba será nuestra". Lo demostró a escala personal desde su colegio, El Salvador, formando futuros luchadores por la independencia. Sin embargo, por allí pasaron también algunos indiferentes a la política, y otros definitivamente opuestos a nuestra soberanía. Esa educación generó en sus pupilos pensamiento y valores propios y su magisterio se basó en el testimonio personal de una vida convertida en evangelio vivo.
Más adelante, la experiencia democrática de las naciones permitió la formulación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y se conceptualizó una potestad ejercida de antaño: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos". Para facilitar el ejercicio de ese derecho, en Cuba existieron colegios públicos, privados y religiosos, con metodologías y estilos distintos. Desde los tiempos del obispo Espada y hasta el año 1959, la brújula del magisterio cubano fue crear una escuela de ciencia, conciencia y virtud, todo de sello cubano.
Con el giro al marxismo, el magisterio tomó el rumbo soviético aplicado en todos los países socialistas de Europa. El proceso fue acelerado, a pesar de encontrarse la libertad de educación entre las otorgadas por la Ley Fundamental de febrero de 1959, teóricamente en vigencia hasta 1976.
La campaña de nacionalización de la enseñanza encontró inútil resistencia por parte de pedagogos y padres de familia. Una premonitoria frase del Diario de la Marina de 1960, además de describir el momento, resume lo ocurrido en las últimas seis décadas de nuestra realidad: "La estatalización de la enseñanza no es más que la esclavización de la ciencia puesta al servicio del poder y supeditada a sus intereses. Y ésta es una táctica infalible de todo Gobierno totalitario, empezando por el comunista. En consecuencia, lo que debiera ser simple medio de difundir ilustración se convierte en arma de partido político, de sectarismo, de pasiones personales".
Todo comenzó inmediatamente después del triunfo con la llamada reforma de la educación. Durante casi dos años, el discurso oficial estuvo pleno de engaño y demagogia. Una enrevesada declaración en octubre de 1959 del ministro de Educación Armando Hart determinó de forma hiperbólica que usar el temor al comunismo refiriéndose a la revolución era ir contra el proceso popular; de donde peligrosamente resultaron sinónimos los términos "anticomunista" y "contrarrevolucionario". Sucesivas declaraciones oficiales posteriores prometieron que no se eliminaría la enseñanza privada, especialmente la católica, alevosa campaña en la cual destacado papel jugó el propio Hart.
Primero, en 1960 se definió el poder regulatorio del ministro de Educación sobre ambos tipos de educación pública y privada, quedando sujetas a órdenes oficiales. Se implantó el control y unificación de los textos de la enseñanza, un apretón de tuerca a la tradicional inspección metodológica del Estado sobre el proceso pedagógico. Seguidamente, se declaró pública la función de la enseñanza y gratuita su prestación, y se dispuso que correspondía al Estado esa función, medida de la que sólo escaparon los colegios religiosos. Más tarde, la Comisión de Planeamiento Educacional pasó a operar bajo la dirección del ministro y comenzó el descarte o modificación de los libros de texto anteriores. De la nada, intelectuales comunistas como Carlos Rafael Rodríguez y Sergio Aguirre comenzaron a escribir los nuevos textos para enseñar la asignatura de Historia de Cuba.
La reforma terminó en la madrugada del 2 de mayo de 1961, cuando centenares de milicianos, cumpliendo orientaciones de Fidel Castro, ocuparon los colegios privados sobrevivientes. La Ley de Nacionalización de la Enseñanza se emitió un mes después. Se anunció oficialmente que el ruso se convertiría en asignatura obligatoria en nuestras escuelas, para lo cual se prepararía un grupo de 2.300 profesores. Ese desatino quedó finalmente sin cumplir gracias a la resistencia popular, aunque pudimos, eso sí, estudiar esa lengua hasta por la radiodifusión.
Hoy, el discurso de un Gobierno -que es "continuidad" de aquél- califica a los periodistas independientes y opositores de mercenarios al servicio de potencias allende los mares. Siguiendo esa línea de pensamiento, recordemos que entre La Habana y Moscú se extienden miles de kilómetros de mar y tierra; nuestras relaciones comerciales habían sido mínimas hasta 1959; aún menores los contactos culturales; y absolutamente nula la influencia de su modo de vida en nuestra historia y tradiciones patrias. Por consecuencia, los líderes que entonces promovieron el giro al marxismo merecen igual calificación.
A partir de entonces, yo repetí en la escuela: "¡Seremos como el Che!", aunque mi madre me hablara después en casa de su violenta ejecutoria, esperanzada en que su hijo no fuera como él. Mis hijos también repitieron la consigna en su escuela, mientras sus padres les enseñaban a la sombra del hogar todas las aristas de la vida y obra del "Guerrillero Heroico".  Por último, mi primer nieto, igualmente alumno de esos centros de adoctrinamiento, llegó a preguntar en casa: "Papá, ¿Ese Fidel del que ustedes hablan, es el mismo que me enseñan en la escuela?"
Esa larga cadena de varias generaciones adoctrinadas por la Escuela cubana "reformada", nadando en las profundidades de la doble moral, califica entre las causas fundamentales de la actual pérdida de valores de todo tipo, especialmente de aquellos que impulsan la participación ciudadana, la construcción de la nación.
https://www.14ymedio.com/opinion/opinion-historia-adoctrinamiento-educacion-Cuba_0_3052494723.html
Blog Hoja 151

Comentarios

Entradas populares de este blog

Aquellos Años (1968-1977)…Historias no contadas de la UNEFM

Aquellos Años (1960-1962)…Mi trayectoria escolar en el Liceo Cecilio Acosta, Coro, Estado Falcón, Venezuela (I)

Aquellos Años (1968-1977)…Historias no contadas de la UNEFM