De la revolución al desastre en Venezuela (8)


 

¿Venezuela rumbo a la cubanización? (3)
Venecuba o Cubazuela, ¿Cuál te gusta más?
¡Les contare una historia (46)! 

¡Cuba y Venezuela hoy … ¿Son socialistas?! He hojeado una y otra vez el libro de René Dumont “Ecología Socialista”, y tengo que decirlo, leerlo como agrónomo que soy, cada capítulo me ha resultado bastante interesante, creo que es un bestseller que todos los colegas debieran leer. Pero también, quiero compartir contigo amigo Juan Pueblo, los relatos de los viajes realizados por René Dumont.
A mi edad decía, setenta y tres años en 1977, después de una seria advertencia de su salud, que había llegado el momento de intentar una conclusión.
En este libro he intentado, principalmente, extraer algunas enseñanzas de toda una serie de viajes de estudio a través del mundo, algo rápidos para obtener una visión global exacta.
Cuenta Dumont, me trasladé de Pekín a la Habana o a Moscú, de Budapest a Varsovia … para estudiar la economía “socialista” y especialmente para ver en qué medida podía ésta contribuir al desarrollo del tercer mundo.
También nos cuenta, fui a la búsqueda para todos nosotros de un socialismo con rostro humano. Esta búsqueda del Grial, de un socialismo humanista, me ha demostrado, sobre todo, y hasta hoy día, las deficiencias de los actuales socialistas, aunque China pueda parecer la menos alejada de este modelo.
El socialismo en donde todavía busco nuevas bases, y que actualmente no puede hallarse en los partidos que llevan ese nombre, deberá impulsar la posibilidad de un nuevo orden mundial en el que las denominaciones “económico”, “político” y “cultural” serán desterrados.
Resulta escandaloso ver a un continente tan ricamente dotado como América Latina producir tan poco.
Yo fui el primer agrónomo francés en ir a Cuba desde mayo de 1960. Nadie mi había llamado en Cuba, pero aquella joven revolución parecía buscar entonces el desarrollo de un socialismo humanista muy original.
Entonces estaba a punto de terminar un libro, “Tierras vivientes”, dedicado a la India y a América Latina, y un análisis de Cuba me parecía indispensable. Durante quince días, a comienzo de mayo, recorrí los campos de Cuba. El 18 de mayo, de regreso a La Habana, me dirigí al INRA (Instituto Nacional de la Reforma Agraria), que dirigía el sector ya socializado de la agricultura cubana, y les advertí que las cooperativas estaban muy mal llevadas, que en ellas reinaba un gran desorden, y que, si aquello continuaba así, una catástrofe económica, como mínimo de grandes proporciones, se perfilaría en el horizonte.
Cuba ofrece un ejemplo pedagógico extraordinario para un profesor como yo. Antes de la revolución acumulaba todos los errores económicos posibles bajo un régimen capitalista, con la subutilización de la tierra y de los hombres, erial una y parados otros. Después de mil novecientos cincuenta y nueve se han acumulado todos los errores económicos posibles bajo un régimen socialista, con desmesuradas unidades de producción burocratizada. Para mi tarea de enseñarte resulta un ejemplo extraordinario, ahora me falta publicarlo.
Por consiguiente, publiqué “Cuba, socialismo y desarrollo”, cuyo tono crítico es bastante moderado – cada “joven revolución” no puede evitar cometer errores – pero, a pesar de todo, bastante claro. El libro no provocó ninguna reacción destacable en Cuba, salvo una palabra de Núñez Jiménez, de quien yo he dicho que era un incompetente, el cual declaró que yo era un contrarrevolucionario. Nada realmente grave.
De regreso a Francia escribí Cuba, ¿es socialista? El solo hecho de plantear tal pregunta ya era grave.
En noviembre de 1970 el libro fue traducido al castellano y publicado en Caracas. Algunos ejemplares debieron llegar a Cuba en enero de 1971, ya que fue para esa fecha cuando salió de la cárcel, después de treinta y siete días de encierro, el poeta Heberto Padilla, el cual me había asesorado durante mi estancia en La Habana. Entonces declaró que Dumont y Karol eran miembros de la CIA. Luego fue Alonso Olivé quien dijo en la televisión cubana que él había trabajado para la CIA, y que por encargo de ésta había proporcionado información a René Dumont, también agente de la CIA. K. s. Karol había publicado: “Los Guerrilleros en el poder” (cuya crítica, situada en el plano político, se acercaba a la mía). Para los castristas, esta coincidencia era la prueba de la conspiración.
En estas condiciones, no se puede asegurar un desarrollo correcto de la producción agrícola, y la escasez se agrava, y el racionamiento se ha vuelto más estricto.
Pero Fidel lo sabe todo, lo dirige todo. El piensa trabajar para el pueblo, pero, a pesar de algunos progresos, todavía no sabe lo suficiente: que primero debe trabajar por el pueblo.
Ya es hora de lanza una ojeada en el ascendiente de las revoluciones llamadas socialistas.
¡Que suba el telón!
¡Lo que me ha enseñado la pandemia del covid-19!
José Conrado Rodríguez Alegre, Trinidad | Mayo 24, 2020.
José Conrado Rodríguez, sacerdote católico en la ciudad de Trinidad, cuenta los detalles de la vida en una zona muy afectada por las restricciones que ha impuesto la pandemia.
Cuando se declaró la pandemia del covid-19 en Cuba, fue precisamente en la ciudad de Trinidad, donde vivo y trabajo como sacerdote católico desde hace poco más de siete años, donde comenzó la epidemia: tres turistas italianos y un norteamericano fueron los primeros afectados. Ya sabíamos, por las noticias, de la grave situación que afectaba a Italia y España y a otros países europeos. La alarma se hizo presa de la ciudad. Quizá los primeros en reaccionar fueron los dueños de hostales y restaurantes, especialmente amenazados por su cercanía a los turistas. Antes que el Gobierno tomara las primeras medidas, ellos cerraron sus establecimientos. Algunos, incluso, escribieron al presidente Díaz-Canel advirtiendo el peligro y exigiendo medidas radicales y urgentes.
Por eso, cuando dos funcionarias del Partido y del Ministerio de Justicia Municipal me visitaron para explicarme las medidas que se tomarían les dije que estábamos de acuerdo y las apoyaríamos sin reticencias pues incluso ya habíamos recibido las recomendaciones que al respecto habían elaborado en la comisión vaticana para el culto divino. A las funcionarias les expresé mi extrañeza por la demora oficial en tomar las medidas, vista la rápida propagación de la grave pandemia. Incluso las invite a ver cómo ya nosotros habíamos tomado medidas en el templo, separando los bancos, colocando alfombras empapadas en cloro y orientando que se lavaran las manos con agua de hipoclorito, al entrar y salir del templo. Después me enteraría que en Europa salieron en revistas y periódicos anuncios para visitar Cuba como destino turístico libre de coronavirus y con buen sistema de salud. A un amigo que me llamó desde el extranjero preocupado por la respuesta cubana para enfrentar el covid-19, respondí: "Sabrán hacerlo. Ellos son buenos administrando el desastre. Llevan más de 60 años haciéndolo. Lo que no saben es administrar la prosperidad".
Amigo Juan Pueblo, este artículo es largo pero interesante, si, ya se lo que me vas a decir, que eso es lo que pasa en Cuba, pero bueno amigo, a partir de ahora nos interesaremos por lo que pasa en la isla, Venezuela y Cuba actualmente, están hechas por una misma tijera. Aquí te dejo el Link, para que lo leas y lo compartas con nuestros amigos haya en nuestra tierra, es hora de despertar y darnos cuenta de la situación donde nos han metido los socialistas.
https://www.14ymedio.com/cuba/ensenado-pandemia-covid-19_0_2880911881.html
Cristian Crespo F. @cristiancrespoj, 13 junio 2020, twitteó: No es el inicio de una Maratón, pero es una carrera desesperada para comprar alimentos. Así fue la estampida en un mercado en Camagüey, #Cuba. Primitivos, sin dignidad, sin libertad, autómatas, esclavizados a un sistema que los humilla, mientras su tirano ríe y goza a costa suya.
En respuesta a @cristiancrespoj, por favor eso no es en Cuba es en Venezuela. Otra respuesta fue: La similitud se debe a qué Cuba exportó su fracaso y Venezuela lo compró. Por eso el parecido.
Feliz Llerena Cuba @felizllerenaCUB, 27 mayo 2020, twitteó: ¡Comiendo serpientes! Así sobreviven estos cubanos al #HambreEn Cuba. Luego de 61 años de Socialismo en Cuba y destruirse la producción nacional no hay nada que comer. El cerdo perdido, la res prohibida, el pollo quien lo encuentre es afortunado, arroz no hay. @FAOAmericas
En respuesta a @felizllerenaCUB @FAOAmericas: Lo grave de todo esto es que todavía hay millones de personas justificando ese sistema y hasta tratando de convencer por que todo está bien, claro no viven en Cuba, no son participes del hambre y la represión.
Feliz Lerena Cuba @felizllerenaCUB, 21 mayo 2020, twitteó: Después de 61 años de la famosa “Reforma Agraria” así está los campos y campesinos de #Cuba: sin producción, sin cosechas y con un #RégimenLadrón que roba lo poco que aún logran obtener los campesinos cubanos. #RevoluciónEsHambre
En respuesta a @felizllerenaCUB: Igual que #Venezuela, los militares de la Guardia Nacional son unos tremendos ladrones y matraqueros, en cada alcabala te despluman. A quien pase por ahí, le quitan los cobres. Ahora con la gasolina cobrándola en $. Metidos en el cartel de los Soles. Cómo se desangra mi país.
¿Está Cuba a las puertas de una crisis alimentaria?
Por: Elías Amor, Valencia: mayo 29 2020
En este escenario, ha llegado el momento de situar la ideología en su justo lugar y apostar por la eficiencia y la productividad.
En varias ocasiones, he señalado que la crisis provocada por la pandemia del covid-19 está creando graves problemas a las autoridades comunistas de Cuba para alimentar a la población. Las colas por comprar un cuarto de pollo o una botella de aceite generan alteraciones del orden público y rompen con el necesario confinamiento de la población para afrontar el virus.
La falta de alimentos en Cuba ha sido un elemento estructural que se repite como consecuencia de un pésimo diseño de la estructura de propiedad en el campo cubano. En condiciones normales, cuando las cosechas son insuficientes para alimentar a la población, la situación se resuelve con el recurso a importaciones de urgencia de granos y carne de ave, destinadas a frenar posibles hambrunas.
Ahora, el escenario es distinto. Sin divisas para realizar dichas compras, y teniendo en cuenta que otros países pueden tener las mismas dificultades para producir alimentos, la alarma se ha encendido, y así lo refleja una nota del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) que acaba de ser difundida. Este organismo señala, como conclusión, que "si no se toman medidas 14 millones de personas más podrían ser empujadas a la pobreza y el hambre en 11 países de la región de América Latina y el Caribe".
Al colocar a Cuba en una misma lista de países con amenaza alimentaria y posibles hambrunas, la perspectiva del régimen comunista debería necesariamente cambiar y además, cuanto antes.
El PMA advierte que el hambre puede llegar a Cuba en las mismas condiciones de gravedad que a estos países que suelen ser referencia habitual de los ataques del régimen comunista, por considerarlos "neoliberales".
Además, por si no fuera suficiente, el informe alerta sobre el grave efecto adicional que puede ocasionar en Cuba la temporada de huracanes en el Caribe que, como todos los años, comienza en junio, y que supone un riesgo adicional sobre la producción de alimentos para la población.
Por todo lo expuesto, el Programa reclama a estos países "apoyo adicional a los beneficiarios de los programas nacionales de protección social y ampliar su cobertura a más grupos, como los migrantes y las personas sin empleo formal". No obstante, se considera como un punto negativo para lograr este objetivo, la falta de recursos
Es evidente que ello va a exigir de las autoridades comunistas cubanas una posición distinta a la que mantienen hacia instituciones, como el FMI o el Banco Mundial, ¿estarán dispuestos a ello?
Al mismo tiempo, las organizaciones agropecuarias independientes del partido comunista han denunciado los límites que impone el estado a la hora de producir, distribuir y vender sus productos. La situación en el campo cubano ha alcanzado un notable grado de deterioro y puede ir a más, como consecuencia de los efectos del covid-19.
El gobierno comunista de La Habana debe ser consciente que, en ausencia de políticas eficientes que permitan transformar la organización productiva agropecuaria del país, la situación puede acabar siendo mucho peor que la actual. Tal vez ha llegado el momento de situar la ideología en su justo lugar y apostar por la eficiencia y la productividad. El tiempo se agota.
https://www.14ymedio.com/opinion/Cuba-puertas-crisis-alimentaria_0_2883911585.html
¡Cubana asegura que se puede vivir con lo que dan en la bodega! Por: Maykel González, Cibercuba 06/10/2020.
Una cubana en Las Tunas declaró a la prensa oficialista local que los productos normados que se adquieren en las bodegas, a través de la libreta de abastecimiento son suficientes para vivir.
En un reportaje televisivo del medio Tiempo 21, la mujer dice que no veía mala la alimentación en el país. “Bueno, en el momento que estamos viviendo, uno se adapta a las dificultades y vive como debe vivir”, dijo.
“Por lo menos a mí no me ha hecho falta nada, gracias a Dios. Compro mis mandados en mi bodega, con eso me siento suficiente porque me alcanzan. Aparte de eso, la vianda que adquiero por ahí al precio que sea hay que comprarla, nunca la he sentido tan cara como para pasar esa necesidad”, expuso.
“No es que tenga dinero, pero, bueno, nunca he sentido lo que se dice que esto aquí está malo y que allá no. Yo compro mis cositas y voy pasando”, añadió.
Otros aseguran que no hay pollo ni cárnicos a la venta y la situación está “bien difícil”, a la vez que hablaron de las aglomeraciones. “Las viandas y el arroz están perdidos, yo creo que eso es de otra galaxia. Lo que aparece es el plátano burro, que son 15 pesos un racimo y eso no saca a nadie de ningún apuro. Lo otro que hay es harina de maíz que a veces traen, pero solo a determinadas tiendas”, comentó un entrevistado.
El propio periodista opina que los intentos de cubrir la demanda son insuficientes. “Vemos largas colas, permanecen toda una noche para adquirir un producto básico. Buscar alternativas más certeras es la gran tarea”, dijo.
“La venta de productos de manera normada, utilizando la conocida libreta de racionamiento, ha sido una solución eficaz ante la escasez de recursos en Las Tunas. Sin embargo, persisten problemas relacionados con la organización para acceder a sus productos”, expresa otra periodista.
“Si se trata de ser lo más equitativos posibles, entonces hay que ser más creativos para que el malestar ocasionado a la población sea el menor. A fin de cuentas, es una gran mayoría la que aún permanece a la espera en largas colas, a veces al sol, y en ocasiones para terminar la jornada con las manos y la mesa vacías”, concluye.
La libreta de abastecimiento existe en Cuba desde el 12 de julio de 1963. Con ella, se regula la distribución de alimentos subsidiados a los núcleos familiares del país. Los víveres se venden a menor precio, pero cada vez incluye menos alimentos y productos de aseo, y muchos afirman que no alcanzan ni remotamente para cubrir la canasta básica de un mes entero.
Tales condiciones obligan al pueblo a comprar los productos a altos precios y muchas veces ni teniendo el dinero lo consiguen. La cartilla fue impulsada por el fallecido dictador Fidel Castro y desde el comienzo se asemejaba a otras estrategias de racionalización adoptadas por gobiernos totalitarios, como el de Francisco Franco en España, quien estableció un método similar de distribución en 1939.
En junio pasado, el periodista Jesús Álvarez López, de CMHW, defendió la creación de la libreta, expresando que la misma “surgió del alma noble de Fidel, para que todos pudiéramos comer”.
López aseguró que “la Covid 19 vino a vindicar definitivamente nuestra libreta de productos alimenticios que lleva el sello de Fidel, su creador, para repartir entre todos, lo que tuviéramos, como los tres mosqueteros, cuando apenas comenzaba el cerco”, refiriéndose al embargo estadounidense y las leyes que Estados Unidos aplicó contra el régimen cubano en la década los sesenta.
https://www.cibercuba.com/noticias/2020-10-06-u185759-e185759-s27061-cubana-asegura-puede-vivir-lo-viene-bodega
Cristian Crespo F. @cristiancrespoj, 27 mayo 2020, twitteó: “En unos años #Cuba tendrá mejor calidad de vida que algunos países de Europa”, Fidel Castro 1960. 6 décadas de comunismo después, este es el resultado: Cuba con los peores niveles de miseria en el mundo. Espero esto llegue a ojos de quienes idolatran a la “Revolución cubana”.
En respuesta a @cristiancrespoj: Un cuadro dramático qué está viviendo #Venezuela igual que #Cuba. Ellos tienen 61 años de sometimiento despiadado al Castrismo, nosotros 20 años al #ChavismoMadurismo, hemos alcanzado los mismos niveles de miseria y pobreza que los hermanos cubanos. Vamos a salir de esta desgracia. Amén.
ABC: ¡Las cajas de comida “Clap”, el sistema de control social venezolano con sello cubano!
Por: Ymarú Rojas/abc.es, diciembre 02, 2020, lapatilla.com.
En los más de 20 años que tiene el régimen chavista controlando a Venezuela, el modelo castrense ha sido para ellos un ejemplo a seguir. De manera que el control social a través de los alimentos ha sido una fórmula infalible para comprar votos en épocas electorales y mantener al pueblo chantajeado. La política alimentaria aplicada en Cuba de entregar a sus habitantes una libreta de racionamiento para regular la venta de productos a precios subvencionados, como estrategia para el control social, la escasez de alimentos y la especulación de los precios, comenzó a verse en Venezuela en 2016, cuando el chavismo comenzó a distribuir mensualmente las cajas de comida, conocidas como cajas «CLAP» (Comité Local de Abastecimiento y Producción) con el mismo argumento.
Las cajas de comida son entregadas directamente en las casas y mensualmente a las personas que están registradas en un sistema que administra el régimen, y reciben cuando mucho arroz, pasta, azúcar, harina de maíz, para las tradicionales arepas, y aceite de girasol. Años anteriores las cajas contenían latas de sardinas, salsas y legumbres, pero hace mucho que los venezolanos dejaron de recibir esos productos. En 2018, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo en un informe que el programa CLAP no cumplía con ciertas normas vinculadas con el derecho a una alimentación adecuada.
El programa social del chavismo, que beneficia a más de seis millones de venezolanos, es señalado por Estados Unidos por ser una de las redes de corrupción más grande del país. A través del CLAP, el régimen de Maduro importa productos no perecederos desde países como Turquía, México y Panamá. Uno de los cabecillas de esta red de corrupción es el empresario colombiano Álex Saab, conocido como uno de los testaferros de Maduro, y actualmente bajo prisión en Cabo Verde cuando pesaban sobre él denuncias por realizar operaciones ilícitas. En 2019, el Gobierno de Donald Trump sancionó a varios aliados del régimen, entre ellos Saab y los hijastros de Maduro, por irregularidades en este negocio.
En época de campaña electoral, este sistema de control social también se convierte en una herramienta de propaganda. Los candidatos entregan personalmente las cajas junto con sus promesas de progreso. Mientras que, en el terreno político, el chavismo adopta un discurso chantajista al asegurar que, de llegar la oposición al poder, todos los sistemas subsidiados quedarían eliminados, por lo que la clase baja, la que ellos más dominan, sufriría las consecuencias. La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), publicó su estudio en marzo de este año y determinó que 5% de los pobres extremos, que roza el 80% de la población, no reciben la caja CLAP, mientras que 15% la recibe cada dos meses.
https://www.lapatilla.com/2020/12/02/abc-las-cajas-de-comida-clap-el-sistema-de-control-social-venezolano-con-sello-cubano/
Watcher @Watcher_Ven twitteó: Una mortadela y un pollo para comprar votos. ¿Y las medidas sanitarias? Miren las fotos, pollos en el suelo, transportados en carretillas asquerosas, bajo el sol. MISERABLES.
En respuesta a @Watcher_Ven: Son unos asquerosos, solo salen a la calle cuando están interesados en una campaña electoral. Tanto que criticaron a la 4ta Republica y ellos, los socialistas del siglo XXI, como se hacen llamar, son peores. Arruinaron y destruyeron la productividad de #Venezuela. No quieren salir del poder.
Aporrea: ¡El miserable, y la mortadela, como limosna electoral!
Por: Edgar Perdomo Arzola/Aporrea, @dolartoday/Oct. 1, 2020.
“La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero este sistema electoral, tal como ha sido diseñado hasta ahora nos ha llevado a esta triste tragedia”. (Juan Bautista Alberdi).
Politiqueros miserables, de baja estofa” con pocos de días postulados como aspirantes a diputados a la Asamblea Nacional de Venezuela, han mancillado a la población más desprotegida. “Informaciones emanadas de la región del suceso, existe la presunción que la señora, mostrada en ese denigrante video, aceptó la mortadela bajo la más vil intimidación, con el dolor dibujado en su humilde rostro, cuyo único delito es haber nacido en la pobreza, para soportar tan infame humillación”.
Y, cuando este virus chino pase, tenemos que pensar en lo que vendrá, en los problemas que se van generar a raíz de las secuelas dejadas por esta pandemia, más pobreza, más desempleo, más hambre, más inseguridad, y una economía colapsada.
Y es lamentable, y doloroso que en esta situación veamos como en los medios digitales de comunicación, y en las redes sociales informan de los diversos casos de corrupción de algunos “politiqueros” que juegan con impudicia con las necesidades más apremiantes de los ciudadanos más vulnerables.
¿Desesperanza? Sí, y mucha, en definitiva, el destino nos dio un viraje drástico con la llegada de esta maldita pandemia. Lamentablemente las cifras de muertos, y de contagiados que mueren de mengua por los altos costos de los medicamentos, el pésimo estado del sistema de salud, y el alto costo dolarizado en los centros de salud privados, siguen su exterminio en marcha, y esto repercute con un efecto catastrófico en la economía venezolana.
Ya expertos económicos afirman que el desempleo en Venezuela podrá oscilar entre el 35 y el 40 % y que económicamente estaremos al borde una catástrofe social, cosa esta que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.
Ciertamente navegamos por aguas oscuras, y turbulentas, ningún ciudadano venezolano se imaginó una crisis de esta magnitud. Nadie tiene una ruta clara de defensa pre- establecido, nadie sabe cómo actuar frente a un enemigo tan microscópico y maligno.
Lo que sí es cierto e innegable es que viviremos en una Venezuela menos próspera, con la combinación del virus chino, y ciertos liderazgos irresponsables e incompetentes, en definitiva, nos colocan frente a un futuro muy preocupante.
En síntesis estamos en una época de debacle de la producción nacional en un país que estuvo la empresa petrolera entre las cinco más grandes del planeta tierra, hoy el país está sin gasolina, ni gas domestico, ni lubricantes, y con los grandes centros de refinación destruidos por la incapacidad gerencial, y el gran reto del Gobierno, es inhabilitar el empleo en ese sector, y comprar gasolina, y lubricantes en países del otro lado del planeta, destruyendo la economía de manera desordenada. En vez de estimular coordinadamente con el sector privado en el diseño, y reactivación de la refinación, producción, perforación, y mercadeo del sector petrolero. Así como la arquitectura de los protocolos de salud e higiene para proteger a los trabajadores, y minimizar el contagio, y desmontar el odioso confinamiento, con esas tenebrosas ‘cuarentenas radicales’, y así reactivar la economía, como dicen los expertos: “a menor riesgo, mayor impacto en la generación de empleo, mayor impacto en el PIB, y mayor apertura a la inversión en tecnología, y capitales, respetando el estado de derecho”. Esta crisis venezolana es diabólica, y no se había visto nunca en nuestro país.
Lo cierto de esta tragedia, que no es sólo sanitaria, sino social, económica, y de producción nacional. Este horror ha marcado más la inequidad en Venezuela, todos hoy somos más pobres, indigentes, miserables, y es triste reconocer que ni la “politiquería como la del aspirante a diputado, de marras repartiendo mortadela”, ni el control social, ni la corrupción, ni las camionetas Toyota 2020 de los corruptos, están de cuarentena, ni con la gasolina a 3$ el litro, es algo satánico y criminal.
https://dolartoday.com/aporrea-el-miserable-y-la-mortadela-como-limosna-electoral/?new=1
Alexis Valdes @Alexisvaldes, 17 febrero 2020 twitteó: Carta abierta a todos los cubanos de buena intención. A todos los que quieren un mejor futuro para Cuba.
Queridos hermanos, en medio de la felicidad y la esperanza que me produce ver que dentro de nuestro país las cosas empiezan a moverse de verdad, también hace algún tiempo que veo un comportamiento de nosotros mismos que no nos ayuda. Y es juzgar toda iniciativa de antemano pensando, o aún peor diciendo, que no va a funcionar. Que todo seguirá igual.
Veo en algunos demasiado desaliento y apatía. Si alguien dice vamos a hacer una carta o una acción o alguien pide públicamente algo en Cuba, siempre aparece otro que dice: Total nada va a cambiar.
Perdonen, pero esa no es la actitud, la actitud siempre es la esperanza y el optimismo. El apoyo y la unión. La actitud contraria sólo hace el juego a los que, por intereses personales, no quieren que el país cambie.
Si Martí y Maceo hubieran pensado nada va a cambiar, jamás hubieran hecho la guerra de independencia.
¿Y los que cambiaron Checoslovaquia o Alemania o incluso La India o Egipto? ¿Lo hicieron diciendo nada va a cambiar? No creo.
Se que son muchos años de inmovilismo y para muchos ha sido toda la vida que hemos vivido. Pero eso no significa que también será toda la vida que nos queda. Cuba va cambiar, aunque algunos no quieran porque nada sobre la tierra es inmutable. La vida es cambio. Y el cambio es evolución. Y siempre habrá fuerzas que detienen el Progreso. Y siempre fue así. Pero a pesar de eso el mundo siempre cambió y evolucionó.
Toda acción, todo intento de hacer un país mejor es válido. Hay intentos más grandes, otros más pequeños. Los hay más significativos y más sutiles. Cada cual hace en la medida de sus posibilidades, conocimiento y realidad.
Hay quien se lo juega todo. Hay quien se juega la mitad. Y hay quien se juega muy poco. Todo suma. En lugar de juzgar, alentemos.
Nunca olvidemos que hay cubanos en la isla que se la juegan al 100 cada día. Estamos en deuda con ellos. Al menos así lo pienso. Porque ellos desde el lugar más difícil, se arriesgan por un país y un futuro, que es el de todos.
¿Que no estás de acuerdo con todos los planteamientos o las maneras del otro? No importa. Estamos de acuerdo en lo esencial. Cuba tiene que cambiar ya.
Y para ello los cubanos necesitamos unión. Al final el objetivo de la mayoría es el mismo. Sacar adelante una sociedad libre democrática y próspera. Eso queremos todos. O al menos la gran mayoría. Y lo podemos lograr con unión. Apoyando a los que hacen. No juzgando y quitando energía o ilusión o credibilidad a la acción de los demás.
Todo sirve. Una palabra. Un post. Una idea. Un encuentro. Un grito. Una canción. Una carta. Un cartel. Una huelga. Un verso. Un chiste. Una palabra. Todo sirve.
Démonos apoyo. Estamos en un momento trascendental de la historia de nuestro país. Y nos necesitamos todos los cubanos de buenas intenciones.
Como una vez dijo Kennedy a su pueblo, es el momento de pensar que puedes hacer por tu país. Y yo diría que un poco más que eso es también el momento de apoyar a los que hacen, incluso por encima de nuestras diferencias.
La Patria es de todos. Y es con todos y para el bien de todos. Olvidemos la apatía y volvamos a soñar.
Un gran abrazo y como dice esa nueva canción que ya está en todas partes: Patria y Vida.
Y cómo dice otro gran cubano: Estamos conectados.
Alexis Valdés.
En respuesta a @Alexisvaldes: Muy certero @Alexisvaldes necesitamos unión, reconciliación, perdón y amor, no más odio, cubanos unidos por un bien común: nuestra libertad y prosperidad. Estuvimos así de conseguirlo la única vez que olvidamos nuestras diferencias para unirnos en el Concilio Cubano en 1996.
¡Que baje el telón!
This story will continue.
¡Un apunte final…!
Tania Costa: ¿Qué más tiene que pasar en Cuba?
Lapatilla.com, julio 22 2020.
Tengo 47 años. Viví el Período Especial en La Habana. Eso te da pedigrí para reírte de cualquier otra crisis que venga de frente, estés donde estés. Digo yo que no es lo mismo si lo viviste en Oriente. Allí siempre hay a mano una vianda, un coco, un tamarindo o un mango. En la capital sólo había hambre, camellos y oscuridad.
Ese pasado no se parece a nada que hayamos vuelto a vivir quienes chupamos candado en la Cuba de los 90. Los que vivimos el Período Especial no solemos hablar de eso, pero hablar de verdad, a tumba abierta.
Me río cuando algún cubano me cuenta aquí en España que no pasó hambre en el Período Especial porque tenía el frío lleno de comida. Me río aún más cuando leo en la prensa cubana hablar de aquella “agonía soportada con poética y dolorosa entereza”. ¿De qué están hablando los unos y los otros? ¿A quién creen que están intoxicando?
Me río de la poética y dolorosa entereza. Ahora es así como llaman a aguantar el hambre y las penurias con las tripas montando un espectáculo. No se aguanta comiendo platos de convicciones. Se aguanta, en casi todos los casos, por el instinto animal de supervivencia. Enaltecer el aguante de quienes no nos lanzamos a la calle a protestar ante la inacción de un Estado parásito, que no sabía cómo sobrevivir sin subsidios de los rusos, es tomarle el pelo a la historia.
He escuchado tantas sandeces, de tantas bocas distintas, de comunistas y de emigrantes desmemoriados, que estoy por pensar que yo fui la única persona que sobrevivió el Período Especial con hambre. Y no me lo creo.
Eso me lleva a pensar que, como cubanos, no hemos asimilado esa terrible crisis económica. No hemos entendido que es parte de nuestra historia reciente y una parte importante de nuestras vidas. No pasa nada por reconocer que pasamos hambre. Lo importante es que eso ya pasó; que a nivel personal cambiamos nuestro futuro y el de nuestras familias; todo a pequeña escala; cada uno defendiendo lo suyo; cada uno a su manera.
Nuestros hijos, los que han nacido en Cuba o en el extranjero, no saben lo que fue el Período Especial. No nos hemos molestado en contárselo como en España los abuelos han contado a sus nietos lo que fue la posguerra. No lo estudian en clases, como la historia de un modelo económico fracasado. Por eso no saben que en aquella época había que subirse la presión Milordo en mano y sin complejos.
Hoy Cuba vuelve a vivir una situación muy, muy difícil y los que estamos fuera nos esforzamos por ayudar un poquito más a la familia porque con lo de siempre no alcanza. Los precios están alterados. Muchos de nosotros, los de la generación que se hizo a sí misma en el Periodo Especial, pudimos cumplir nuestros sueños fuera de nuestro país, pero hay otra generación que se nos está muriendo en la selva, en la frontera de México o atravesando Panamá.
No me preocupa que nuestros muchachos tengan que irse de Cuba para sufrir como nosotros, lo que es vivir fuera de tu país. Eso no les ocurre sólo a los jóvenes cubanos. Españoles, italianos y griegos también emigran. El problema es que a los nuestros nos los están matando o se nos están muriendo por el camino, creyendo que fuera de Cuba todo es felicidad y prosperidad; que las cadenas de oro las sortean por la tele y que los buenos empleos están satos y en abundancia. Hay trabajo: sí. Hay sindicatos que defienden a los trabajadores: sí. Hay sueldo a fin de mes: sí. Hay vacaciones: sí. Hay pensiones: sí. Pero hay que trabajar ocho, diez y doce horas diarias y las que vengan. Trabajar sin despegar el culo del asiento. Trabajar a lo bestia. Y además, hay que sacar un trozo ese sueldo para mantener a la familia que dejamos atrás.
¿Qué hemos hecho para frenar la mala racha de la economía cubana desde 1959? No ataco a los que no han hecho nada por Cuba porque yo no lo he hecho. No soy una mártir ni voy de heroína por la vida. Pero ahora que estamos fuera, que vivimos en libertad, ¿qué nos pasa? Todavía creemos que nos vigilan y que tenemos el teléfono pinchado para escuchar las mierdas que hablamos a diario. Vivimos obsesionados con la persecución porque nos educaron para temer y respetar las prohibiciones. También porque nos enseñaron a obedecer, a traicionar y a no creer que otro país es posible. Nos dijeron que la culpa era del imperialismo yanqui y aunque muchos no les creímos, tampoco les rebatimos. Hombre, algo de culpa tendrán quienes han gobernado el país durante seis décadas, digo yo.
En estos momentos, como muchos cubanos, aspiro a que Cuba sea, algún día, un país próspero en el que los empresarios no sean considerados delincuentes porque no delinque el que crea empleo y riqueza. Delincuente es el incompetente que nos obliga a hacer colas, a empujarnos y hasta agredirnos por un tubo de pasta de dientes.
Yo soy de las que aspira a ver el cambio. Es legítimo que lo quiera. Como también es legítimo que no quiera ni comunismo ni bloqueo. No se puede ser liberal y apostar por poner puertas al campo. Por ningún motivo. Mucho menos ideológico.
Hoy hay crisis en el mundo entero, pero en Cuba llueve sobre mojado. Vendrán tiempos peores. Un país no puede vivir exclusivamente de remesas familiares y de exportar, explotar y expoliar médicos. Los comunistas cubanos han tenido 60 años para construir un país y nos lo van a entregar, tarde o temprano, hundido en la miseria. Ése es el legado de la batalla de las ideas y de las consignas. Y ahora nos anuncian que vamos directo a la madre de todas las crisis. Hay que joderse.
¿Qué más tiene que pasar para que las cosas cambien?
Tania Costa (La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)
Este artículo fue publicado originalmente en Cibercuba el 22 de julio de 2020.
https://www.lapatilla.com/2020/07/22/tania-costa-que-mas-tiene-que-pasar-en-cuba/
¡Una frase y algo más…!
“Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan la servidumbre, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomentan la idiotez” (Jorge Luis Borges).
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