Aquellos Años (2015–2019) … Soy migrante en tierras ecuatorianas


Una mirada retrospectiva a la crisis de la pobreza en el país de
Juan Pueblo
La Paradoja del Socialismo del Siglo XXI
(Reseña 4ta. Parte)
¡Les contaré una historia (6)!

La situación en mi país es grave, es una tragedia humana sin parangón, aquí el gobierno socialista quedo como “semáforo de medianoche” nos comenta Juan Pueblo. En Venezuela hoy no hay luz, no hay agua, no hay comida y no hay medicina. Y por supuesto no hay ley, democracia ni libertad. Hoy vivimos a través de la migración el mayor y más rápido desplazamiento de personas después de la crisis de Siria, la cual empeora cada día que se mantiene en el poder la narcodictadura.
Dictadura socialista de Maduro ha convertido a Venezuela, una vez que uno de los países más ricos del hemisferio occidental, en una escena trágica de la privación. La economía se ha reducido casi a la mitad, dejando 9 de cada 10 venezolanos en la pobreza. El ciudadano medio no ha perdido más de 9,07 kilos de desnutrición, incluyendo miles de niños que siguen sufriendo hambre.
¡Que tragedia! ¡Cuántas emociones diferentes vividas en estos 20 años! Pánico, desesperación, miedo, angustia, nostalgia y paremos de contar. Y, al final del día, una esperanza. Una fiesta de luz en un mundo de sombras, y la perspectiva de un mañana glorioso. Claro que sí.
Venezuela atraviesa una grave crisis económica y social marcada por la hiperinflación, la escasez de comida, medicamento y otros productos básicos y los retrasos en la entrega de los alimentos subsidiados de los que dependen millones de venezolanos.
Venezuela sigue sumida en una tremenda crisis económica y social, pese a los datos que ofrece Nicolás Maduro. El mito chavista de la pobreza.
En Venezuela, la pobreza sigue su curso destructivo. Ni siquiera hace medirla estadísticamente, pues se palpa en cada lugar y en cada familia, además de que la más reciente encuesta de prestigiosas universidades del país la retrata en números incuestionables.
Del Socialismo del Siglo XXI ahora escapan centenares de miles de venezolanos. Los que pueden, con visados y pasaportes y en avión; los que no pueden, salen o intentan salir a pie hacia Colombia, Brasil y hasta a las islas adyacentes. Y muchos mueren en el intento.
¡Que suba el telón!
Juan Pueblo: Yo soy un hombre que ve con tristeza lo que pasa en mi país, quizás no vea su nuevo renacer, pero espero que esta tragedia termine pronto.
-   ¡Carajo, será posible! Es parte del lenguaje coloquial utilizado por Juan Pueblo expresiones usadas para hacer resaltar alguna situación en particular.
-     Lo que ha estado sucediendo dice Juan Pueblo, “nada de lo que pasó ayer es interesante hoy”, carajo estamos arruinados. Tanto Nicolás Maduro como Hugo Chávez criticaron el modelo económico neoliberal, y condenaron el papel que las transnacionales y las corporaciones financieras, han tenido en el sojuzgamiento de los países y los pueblos pobres y en vías de desarrollo.
Maduro, convertido en dictador, prometió la construcción de un modelo económico basado en la justicia y la igualdad. Una mentira tras otra, Nicolás Maduro se convirtió en lo que Provea advirtió desde el primer día, un verdadero presidente antiobrero. Su dictadura no sólo viola abiertamente los derechos a la libertad personal; a la vida y a la integridad personal, cometiendo asesinatos, torturas y detenciones arbitrarias mediante operativos de seguridad ciudadana como el OLP o en el contexto de manifestaciones, sino que además impone un modelo económico que genera más exclusión y empobrecimiento, desconociendo sus obligaciones respecto a la garantía de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la población.
-     ¡Miseria socialista! Aquí Juan Pueblo se pregunta, ¿Es Maduro, una fábrica de pobreza? Para contestar esta pregunta, nos vamos a referir a un artículo titulado “En seis años Nicolás Maduro deja un legado de pobreza y retrocesos en derechos sociales” publicado en el portal digital www.derechos.org.ve, el 3 de enero de 2019, prensa Provea.
En 6 años de gestión, Maduro extinguió, debido al irresponsable manejo de las finanzas públicas y la represión generalizada, la posibilidad de consolidar un entorno favorable para luchar contra la pobreza y enaltecer el valor de los derechos humanos y la democracia.
En enero de 2018, durante la presentación anual de su Memoria y Cuenta ante la inconstitucional asamblea nacional constituyente, Nicolás Maduro afirmó que la pobreza en Venezuela se ubicaba en 18.1%, mientras que la pobreza extrema se situaba en 4,4% para el cierre de 2017.
Nicolás Maduro volvió a mentirle al país en temas referidos a pobreza. En enero de 2014 Maduro también le había mentido al país en este aspecto, cuando afirmó en cadena nacional que la pobreza extrema había bajado a 5.5% cuando en realidad había aumentado a 8,8% lo cual significaba que 189.086 hogares pasaron a vivir en situación de pobreza extrema en el período enero diciembre de 2013.
La caída del ingreso y del poder adquisitivo de las y los trabajadores venezolanos como consecuencia de la espiral inflacionaria, ha generado un acelerado incremento de la pobreza, lo que a su vez se ha traducido en mayores dificultades, sobre todo para la población más pobre y en situación de vulnerabilidad, para la satisfacción de sus necesidades alimentarias. Los compromisos asumidos por el Estado venezolano en la Declaración de Nuevo León de 2004, dirigidos a la búsqueda del crecimiento económico sostenido y equitativo “que contribuya al desarrollo de largo plazo, reduzca la pobreza, elimine el hambre y eleve los niveles de vida de la población”, se han convertido en letra muerta.
Luego de recibir durante varios años los ingresos económicos más altos de nuestra historia por venta de petróleo, hoy los indicadores sociales están en caída libre, y el principal responsable de esta situación pretende seguir aferrado al poder aumentando el hambre y la represión.
-     ¿Pobre Venezuela, verdad? ¿Cómo es posible que pase esto en este país tan rico? La inflación sin control en Venezuela es uno de los principales factores que considera la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para estimar que la pobreza en el país seguirá aumentando.
-  ¡Al mamón! “Cepal estima que la pobreza en Venezuela seguirá aumentando”, este es un artículo publicado el 15 de enero de 2019, en el portal digital www.bancaynegocios.com. Juan Pueblo me motiva a que analicemos este artículo, porque yo de verdad, esto me ¡desgarra el alma! Ya quiero tirar la toalla.
“Nuestra estimación es que va a aumentar (la pobreza) sin lugar a dudas, con esos niveles de inflación y carencias que se están presentando, va a aumentar, pero no sabemos cuánto”, dijo Alicia Bárcena en la rueda de prensa transmitida en línea donde presentó el informe Panorama Social de América Latina 2018.
La Cepal no ha recibido estadísticas sobre el país desde 2015, dijo la representante de este organismo de la ONU, y agregó que por eso no hay datos nuevos sobre el país en el documento que revisa, entre otros indicadores, la pobreza en 18 países latinoamericanos.
Las cifras oficiales más recientes fueron mencionadas por el presidente Nicolás Maduro el pasado lunes. Aseguró que la pobreza en el país (medida por necesidades básicas insatisfechas y no por ingresos) se ubica en 4,4%. Sin embargo, la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) apunta a un nivel de pobreza de 48% (multifactorial) y 94% por ingresos.
La inflación en Venezuela cerró el año 2018 en 1.698.488,2%, según datos de la Asamblea Nacional (Parlamento), único poder en el país que reporta este indicador económico.
-     ¡Hambreado! El pueblo venezolano padece una verdadera desgracia, como nos comenta Juan Pueblo, de un artículo que leyó titulado “Crónica del viaje a una Venezuela sofocada, quebrada e impaciente”, publicado en el portal digital www.clarin.com, escrito por el enviado especial Daniel Vittar el 26/01/2019. Casi no hay bolívares en la calle. Falta de todo, menos el enojo.
Si uno se detiene en una avenida céntrica de Caracas, puede ver la transparencia opaca de un país quebrado. Funciona por inercia. Todo parece anacrónico, como una lenta película de los 70’. La desidia del Estado dejó sus huellas. Hasta el propio Nicolás Maduro contribuye a este escenario arcaico repitiendo por TV mensajes cliche de estilo setentista sobre el "imperialismo", intentando enfervorizar a las masas, sus bases, más preocupadas por el alimento cotidiano que por la revolución prometida.
-  Carajo, me parece interesante esta pregunta, ¿Cuándo se jodió Venezuela?, me dice Juan Pueblo. En estos 20 años de la plaga chavista, miseria, desolación y muerte es lo que encontramos. Difícil decirlo, pero lo cierto es que está jodida.
Del Vittar en su crónica nos relata la tragedia del venezolano. La gente sólo sobrevive. "No hay nada para hacer, hay poco trabajo. Turistas ya no vienen. Hay gente que viaja, no sé si son empresarios, funcionarios, pero nadie te deja nada. Todos dicen que no tienen", dicen con una media sonrisa dos mujeres en el aeropuerto vacío, mientras limpian el sector de arribos.
Continua el relato, “Comercios, bares y restaurantes perdieron hace rato la clientela. El parque automotor envejece lacónico ante la imposibilidad de contar con repuestos locales. "Quién puede pagar 200 dólares un neumático si el sueldo mínimo son seis dólares", dice José Antonio, manejando un taxi importado de China. "Cambiar una batería es imposible, todo viene de afuera", apunta.
Y esto sigue, “La economía venezolana se dolarizó a fuerza de hiperinflación y pese al rígido control cambiario. Esta dualidad descoloca a cualquier visitante. Casi no hay bolívares en la calle. El Estado no imprime después de la fuerte devaluación del año pasado y de la reforma monetaria que le sacó cinco ceros a la moneda local”.
En el país de irás y no volverás, concluye la crónica: “En este descalabro cotidiano asoma ahora una tibia esperanza por una alternativa política que no termina de cuajar, y que nadie sabe o sospecha cómo puede concluir. Después de un año de letargo, producto de la sangrienta represión de los grupos paramilitares y de los efectivos de las fuerzas de seguridad, revivió la rebelión social con la aparición de un nuevo líder opositor, Juan Guaidó, quien asumió una presidencia interina con la firme intención de convocar a elecciones libres y transparentes”.
-     ¡Calvario de un pueblo! Expresión utilizada por Juan Pueblo al comentarme el artículo titulado “La crisis en Venezuela desde adentro: violencia, niños hurgando por comida y soldados al límite de su paciencia”, de fecha 29 de enero de 2019, aparecido en el portal digital www.lapatilla.com, del corresponsal de CNN, Nick Paton Walsh, donde registra la situación que se vive en Caracas , donde se mantienen las protestas contra Nicolás Maduro y la represión gubernamental, mientras el presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó, es reconocido por distintas naciones como primer mandatario interino de Venezuela. En el medio, los ciudadanos —y en particular, los más pobres, que son los más vulnerables— sufren.
“El petróleo lo hizo alguna vez el país más rico de América del Sur, pero ahora esta es la fila, de tres días y tres noches, para conseguir llenar un tanque”, ilustró el periodista británico, mientras señalaba una larga sucesión de vehículos.
“En la capital hay colas para cualquier cosa, en todas partes”. Y, no obstante, nada hay en los supermercados, ni en los refrigeradores de los hogares. Y cuando hay, la hiperinflación deja su marca: “La gente paga hoy los precios de mañana”.
El corresponsal de CNN subió a los cerros, las laderas que rodean a Caracas donde se hallan los residentes más pobres. Allí encontró una olla con lo que parecían ser restos, pero debía convertirse en la comida para una mujer y dos niños. Y encontró también a las fuerzas especiales de la policía ingresando a las casas y llevándose a los residentes.
Esos barrios humildes habían sido históricamente leales al chavismo. Pero la escasez socavó la base de Maduro: “Dicen ahora que ellos también quieren que Maduro se vaya”. Uno de los vecinos abundó: “Nos están aplastando. Ahora somos mendigos. Siempre mendigando. Esto no es político, es supervivencia. La gente se mata entre sí por un kilo de arroz, por agua”.
En un supermercado de Caracas no encontró huevos ni pan. “Una modesta cesta de agua, nueces, queso, jamón y fruta cuesta 200 dólares”, mostró, y advirtió que la hiperinflación la hará rápidamente más costosa. El Fondo Monetario Internacional estimó que el índice inflacionario de 2019 llegará 10.000.000 por ciento.
La Organización de las Naciones Unidas estimó que 2 millones de personas dejarán Venezuela este año, para unirse a los más de 3 millones de emigrados ya diseminados por América del Sur.
Hay niños que hurgan en la basura: “Recolectamos cosas. Mendigamos un trozo de piel de pollo para llevar a casa”, le dijo Uzmaria, de 14 años, al periodista de CNN. Al lado practican el uso de un objeto cortante: “A mi hermano lo mataron en julio”, agregó. “Encontraron el cuerpo en el río”.
Paton Walsh estuvo con los manifestantes que tiraban piedras a la base aérea militar de La Carlota. “Todas las miradas se dirigieron al ejército, para ver si también se levantaría. La pregunta esencial en esta resistencia es sobre el ejército: acaso tiran piedras, pero lo que realmente necesitan es que el ejército cambie de bando. Eso no sucedió. Y la policía cargó con gas lacrimógeno y motocicletas”. Hubo decenas de muertos y heridos.
El británico concluyó: “Washington DC dice que Maduro no es presidente, pero Moscú insiste en que sí lo es. El resto de la gente avanza, como zombies, un paso más, y más cerca, de la hambruna”.
-     ¡Dura realidad! Juan Pueblo me comenta para terminar la conversación de hoy, “la crisis en Venezuela cada vez se pone peor”. Muchos de mis compatriotas sin importar el color político o su estrato social, están desesperados por conseguir alimentos. Cientos de personas se pelean por un poco de comida. Ahora, en los actuales momentos, hay que vigilar panaderías, carnicerías, farmacias y otras tiendas de comestibles, por el temor a ser saqueados y destruidos.
¡Que baje el telón!
Venezuela es el país latinoamericano que experimentó mayores aumentos en materia de hambre y malnutrición durante el bienio 2016-2018. Así lo establece el nuevo estudio que esta semana presentó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto al Programa Mundial de Alimentos y la Organización Panamericana de la Salud. El informe señala además que el hambre en el país caribeño se triplicó entre los trienios 2010-2012 (3,6%) y 2015-2017 (11,7%). "Es importante señalar que estas son las mejores estimaciones que la FAO puede producir utilizando los datos proporcionados por el Gobierno de Venezuela", precisa el documento sobre la falta de cifras oficiales fiables en este país. "Por lo tanto, lo que se desea enfatizar es la tendencia, en lugar de los valores absolutos contenidos en el informe".
El nuevo informe de la FAO sobre la seguridad alimentaria en Venezuela refleja una de las muchas paradojas de la crisis sistémica que atraviesa el país caribeño.
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Pensamiento
“La pobreza no la crea la gente pobre. Ésta es producto del sistema que hemos creado, por ende hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad” (Muhammad Yunus).
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