Aquellos Años (2015–2019) … Soy migrante en tierras ecuatorianas


Una mirada retrospectiva a la crisis de la pobreza en el país de Juan Pueblo
La Paradoja del Socialismo del Siglo XXI
(Reseña 2da. Parte)
¡Les contaré una historia (4)!

Desde hace varios meses, me he venido reuniendo con Juan Pueblo, para seguir analizando el drama de pobreza que vive el país caribeño, al norte del sur. En Venezuela, mi país, dice Juan Pueblo, existe una mezcla de socialismo, comunismo, marxismo y totalitarismo que lo llaman “Socialismo del Siglo XXI”. Se habla de democracia caracterizada por crear ilusiones de igualdad, pero que en la práctica la influencia e imposición del sistema totalitario hace que sea una democracia entre comillas que fomenta y consolida las desigualdades sociales a todos los niveles. Una democracia según ellos al servicio de la “narcotiranía”, una democracia para pocos, no para todos los venezolanos.
La situación de la pobreza venezolana que hemos venido analizando, es y se hace necesaria, una profunda transformación social, una nueva Venezuela con valores y principios acorde al nuevo proceso de transición.
Se trata de escoger entre aumentar el castigo al pueblo, que no es culpable de los errores de las recetas del socialismo del siglo XXI y de los fanatismos ideológicos, o comenzar el recorrido hacia una salida política que evite más sufrimiento y miseria.
Esta historia contada como un relato, muestra unas situaciones totalmente dramáticas e inverosímiles que provocan a los pocos minutos de leerlos estemos completamente fuera del relato o que lo que se publicó no es cierto. Aquí continúa la obra. ¡Que suba el telón!
-     No es posible, dice Juan Pueblo que, “a finales de 2015 habrá 12 millones de venezolanos en pobreza”. No mejora nada el enfermo.
En un artículo publicado en lapatilla.com (reseña Infobae) el 13 de junio de 2015, hace referencia a una entrevista al coordinador general de Provea, Rafael Uzcátegui, quién dijo que la gravedad de la crisis económica venezolana, la persistencia de la exclusión por razones políticas, ha ocasionado que las perspectivas de país “sean muy sombrías para los venezolanos”.
“En la exclusión por razones sociales, para finales de 2015 vamos a tener en el país la misma cantidad de pobres que teníamos en el año 2000, estamos hablando de más 12 millones de personas; eso significa que todos los esfuerzos hechos por el presidente Chávez los acabó Maduro en dos años”, indicó.
-     Naguará, exclamó Juan Pueblo, esto se pone interesante, escuchen bien, “La pobreza alcanzó el 73% de los hogares en Venezuela”, pero que hiciste papaíto, estas acabando con todo.
Un estudio que realizaron entre julio y agosto pasado en forma conjunta la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar. La encuesta se hizo entre 1.500 hogares, es decir, unas 6.000 personas, en todo el país. Este artículo fue publicado en Infobae.com el 20 de noviembre de 2015.
El sociólogo y ex director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello Luis Pedro España afirmó que el 73% de los hogares y el 76% de los venezolanos están en condición de pobreza de ingresos. España habló durante un foro donde se presentaron los resultados.
Los registros de este año superan considerablemente las cifras de 2014, cuando se encontró que el 48,4% de los hogares y el 52,6% de los venezolanos estaban en condición de pobreza por ingresos.
Según Amartya Sen la pobreza sería una incapacidad para acometer el potencial productivo y lograr el desarrollo humano óptimo, un concepto utilizado por el PNUD para elaborar su índice de pobreza humana. Un contexto social y económico negativo (precario) facilita la creación de pobreza. No obstante, para facilitar el diseño de políticas y estrategias concretas para luchar contra la pobreza en el mundo, por ejemplo, la OMS define una línea de pobreza que incluye todos los que posean ingresos inferiores a US$ 1,25 por día.
-     Vergacion, pero en esto hay una gran paradoja, exclamó Juan Pueblo. La paradoja “Las metas del milenio”. Veamos en que consiste esto.
En las Metas del Milenio, “la pobreza es más que una falta de recursos, es una carencia de capacidades que impiden la autonomía necesaria para actuar en libertad en sociedad”. El nivel de vida de una sociedad mejora como resultado del crecimiento económico, progreso tecnológico, bienestar social, desarrollo sostenible, calidad de vida, capacidad humana y el desarrollo de la libertad. Es un concepto multidimensional para las Naciones Unidas.
-     A la verga, murmura Juan Pueblo, “en Venezuela están dados todos los factores para que casi la totalidad de sus habitantes sean pobres en la actualidad”.
Me pregunto entonces: ¿Cómo es posible que Venezuela en 2014 tenga los niveles de pobreza de 1997 cuando experimentó un aumento brutal de su PIB debido a la bonanza petrolera continuada por casi una década? ¿Cómo es posible que un gobierno que llegó al poder en 1998 por su manifiesta preocupación por los pobres no haya logrado revertir la pobreza? ¿Cómo es posible que los actuales gobernantes de Venezuela teniendo tan claro que su gobierno es para los pobres hayan sido la causa del hundimiento de la calidad y condiciones de vida del venezolano?
Venezuela, el país más rico de Sudamérica, no utilizó los excedentes de los altos precios del petróleo para disminuir la pobreza en este milenio, incluso cuando aplicó el método distributivo al repartir esa riqueza a través de las misiones la mitigó, pero no la eliminó. Ciertamente, al comparar la curva del PIB con la de la pobreza, ésta disminuyó cuando aumentó el PIB porque es sensible al ingreso económico, no obstante, ésta no se redujo significativamente ni mucho menos proporcionalmente a lo invertido en gasto social, como lo muestra el estudio de Cedice “Pobreza y gasto social en la Venezuela de la revolución bolivariana”.
Este artículo completo escrito por Irene Pérez Schael fue publicado en el portal MiradorSalud “Mundo Salud” el 22 de marzo de 2016, titulado “Pobreza: Venezuela y sus circunstancias”.
A día de hoy, es conocida por todos la dramática situación que atraviesa Venezuela, pero es muy difícil plasmar esa realidad en estudios y datos fiables debido, entre otras cosas, a la grave inestabilidad del país y al apagón estadístico que ha aplicado el régimen de Venezuela. El 80% de los venezolanos son pobres, un tercio come menos de tres veces al día y uno de cada cinco ha sido víctima de un delito en el último año.
-    Esta situación me tiene arrecho, vocifera Juan Pueblo y se hace una pregunta: ¿Es una pesadilla vivir en la Venezuela de hoy?
Pregunta que contestaremos con un artículo publicado el 7/03/2017 en libremercado.com, cuyo autor es Ángel Martínez titulado “La pesadilla de vivir en Venezuela: pobreza, hambre y violencia”.
La pobreza continuó su aumento exponencial. En 2016, el 82% de los venezolanos eran pobres, es decir, sus ingresos no superaban el precio de la canasta básica de alimentos. Este indicador ha aumentado casi 10 puntos desde 2015 y ya es ampliamente superior a la tasa que recibió Chávez al acceder al Gobierno de Venezuela en 1999.
Y lo peor es que está creciendo la pobreza crónica. Es decir, no solo hay más pobres, sino que se hace cada vez más difícil salir de esa situación de necesidad. Esta realidad se plasma también en el incremento de los beneficiarios de las llamadas "misiones", programas sociales del Gobierno destinados a las personas menos favorecidas. Así, por ejemplo, las misiones de alimentación pasaron de prestar servicio a menos de 2 millones de personas en 2014 a cerca de 6,7 millones en 2016, algo más del triple.
Una de las peores consecuencias de esta situación de pobreza extrema es el hambre. Los bajos ingresos y el extendido desabastecimiento que sufre el país por la política de precios máximos impuesta por el Gobierno han provocado que un tercio de los venezolanos no pueda ingerir tres comidas al día.
Asimismo, hay que tener en cuenta que no solo es el número de comidas lo que se ha deteriorado, sino la calidad de las mismas. Ante la necesidad, las familias venezolanas han disparado su consumo de tubérculos, más baratos, en prejuicio del resto de alimentos. Todo ello viene a explicar que un 73% de los venezolanos hayan perdido peso en 2016, unos 9 kilos de media.
-     A la verga grita Juan Pueblo, se va mi familia, mis hijos, mis amigos y yo quedándome solo. Se van en procura de mejores condiciones de vida, en la búsqueda de nuevos horizontes, a establecerse en un lugar diferente al terruño. Muchos lo logran, otros no.
-     Juan Pueblo se siente triste, abatido, molesto y clama, pero si éramos un país rico donde nuestra existencia era placentera y digna de ser vivida. Qué nos pasó, cuándo cambió esto para peor. Y se hace unas preguntas: 1) ¡Somos el país más miserable del mundo? 2) ¿La población venezolana actual puede calificarse de pauperizada? 3) ¿Somos el país más pobre del mundo?
Para contestar estas tres preguntas me voy a basar en un artículo escrito por Jesús Alexis González, publicado en septiembre 30, 2017; que lleva por título “Venezuela: pobreza, miseria y emigración”, publicado en finanzasdigital.com.
Respondamos la primera pregunta ¿Somos el país más miserable del mundo? Venezuela, nuevamente ocupó en 2016 el primer puesto como “el país más miserable del mundo” con 573,4 puntos (Argentina se situó en el segundo puesto con 83,8 puntos); calificativo que bien ostentando desde el 2013. De igual modo, y según refleja el índice de Miseria de Bloomberg, Venezuela ha ocupado en los años 2014, 2015 y 2016 el primer lugar como el país más miserable.
El Índice Mundial de Miseria (Jhons Hopkins University), se sustenta en los análisis sobre desempleo e inflación complementado con el comportamiento y ponderación de las tasas de interés activas y del crecimiento anual del PIB per cápita (relación entre el PIB y la cantidad de habitantes); con el propósito de medir la miseria (no mide la pobreza) asumida como el efecto causado por el deterioro de las variables económicas fundamentales sobre la calidad de vida de la población entendida como las condiciones en que vive una persona al punto de hacer o no hacer que su existencia sea placentera y digna de ser vivida, o que por el contrario la llenen de aflicción (abatimiento, tristeza, molestia o sufrimiento físico).
Respondamos ahora la segunda pregunta ¿La población venezolana actual puede calificarse de pauperizada? La pobreza, hace referencia a las personas que no cuentan con lo necesario para vivir dignamente, es decir que carecen de los recursos para satisfacer sus necesidades muy especialmente en materia de alimentación, asistencia sanitaria, educación y de una vivienda apropiada. Resulta pertinente, hacer mención al término por debajo de la línea de pobreza utilizado para calificar a un hogar cuando sus ingresos no le permiten cubrir la canasta básica de alimentos, siendo una situación que de extenderse en el tiempo conducirá inexorablemente al país hacia la pauperización (proceso de empobrecimiento de la población).
Finalmente contestamos la tercera pregunta ¿Somos el país más pobre del mundo? La encuesta sobre “Condiciones de Vida en Venezuela” (ENCOVI) de febrero 2017 con datos 2016, reflejó que el 81,8% de los hogares vive en la pobreza al extremo de habernos “consolidado” como el “más pobre de América Latina” con el agravante que hemos “avanzado” en pobreza extrema (falta de recursos para poder adquirir una canasta de bienes y servicios) desde un 49,9% en 2015 a cerca de un 82% en 2017, en un contexto donde apenas un 18% de los hogares puede considerarse como “no pobres”; a la par de un desempleo superior al 21% y una hiperinflación que puede superar el 1.500% acumulado para finales de 2017, lo cual evidentemente continuara induciendo un “desprecio” hacia conservar nuestro signo monetario impulsando en consecuencia una mayor presión sobre los precios (más inflación) en la desesperación de comprar algo (frente a una “vitrina” con poca oferta) antes que el bolívar no permita adquirir casi nada, al punto de propiciar una ilusión de escasez monetaria habida cuenta de su ausencia en la banca (¿ahorrar para luego comprar menos?) ya que el bolívar se encuentra “retenido en los bolsillos” (disminuyendo la velocidad de circulación) esperando la aparición de cualquier oportunidad de demanda.
Venezuela sufre una severa escasez de alimentos y productos básicos enmarcada en una crisis económica que se refleja en una inflación galopante, un índice que se percibe en los constantes aumentos de los precios pero que se desconoce porque el Banco Central (BCV) no ha ofrecido datos desde fines de 2015. ¡Que baje el telón!
This story will continue.
Pensamiento
En lugar de “huir hacia adelante” a la luz de una “esperanzadora emigración” debemos reorientar el pensamiento hacia el territorio patrio y convencernos que luchando unidos esgrimiendo la Constitución como “arma mortal”, podremos con seguridad rescatar la capacidad de soñar. (Jesús Alexis González)
Blog Hoja 101



Comentarios

  1. No queda duda Profe. El Socialismo y el Comunismo son miseria en donde quiera que estén...y cayeron en Venezuela...¡!

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  2. Es cierto, estimado amigo, la "miseria socialista" acabó con Venezuela. Peor que las siete plagas de Egipto.

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