Adiós al colega y amigo Profesor Quiterio
Fue un gran honor para mí conocer al Prof. Quiterio Núñez Miranda, me lo
presento el Dr. Oscar Abreu director del Programa de Ciencias Veterinarias en
el año 1980, al año siguiente se iniciaban las actividades en el programa. A
partir de allí compartimos inquietudes, pero sobre todo para mi asimilar mucha
de su experiencia como docente universitario.
Cuando nos conocimos, surgió la pregunta obligada, Prof. Quiterio ¿En dónde
cursó estudios de veterinaria? La respuesta fue inmediata, en Argentina, me
gradué en la Universidad Nacional de la
Plata en 1949, y mi primera experiencia en el campo de la anatomía la
obtuve como alumno preparador de la clase. De allí pues, que nace una empatía
dado que me gradué en la Universidad
Nacional de Tucumán en Argentina en 1972. Si bien es cierto, que comenzaba
mi carrera como docente universitario, siempre estaba presto a aprender de esta
persona que era un “libro abierto” o más bien una “biblioteca ambulante”, tema
que trataras había una respuesta inmediata. El profesor Quiterio tenía un
postgrado, una maestría en Ciencias, Campo Mayor Anatomía Veterinaria, en la
Universidad de Iowa, Estados Unidos. Un día le comenté que cuando estudiaba
anatomía, uno de mis libros de texto fue la “Anatomía del Caballo”, libro
escrito por el profesor Víctor Manuel Arroyo, argentino que vino a este país a
la Facultad de Veterinaria de la UCV, lo recuerdo con cariño y respeto decía,
por su don de maestro. Otro de los libros que recuerdo con emoción estudiantil,
es el libro “Anatomía de los Animales Domésticos”, autores Sisson y Grossman,
1963, 4ed. Hay sin embargo, algo que llamó la atención dentro del libro, una de
las referencias citadas por sus trabajos de investigación era la del Dr.
Quiterio Núñez, único latinoamericano señalado en el libro. El profesor
Quiterio ejerció la docencia en Perú durante 21 años; fue director del Programa
de Medicina Veterinaria de la Universidad de San Marcos y Secretario Ejecutivo
de la Asociación Peruana de Centros de Educación Veterinaria del Perú. El Dr.
Núñez obtuvo el grado de Médico Veterinario en 1949 y no es sino hasta el año
1959 cuando ingresa a la Universidad de San Marcos por concurso. Antes de
incorporarse a la Universidad Nacional Francisco de Miranda, formo parte de un
proyecto de la Organización Mundial de la Salud, referido a la preparación de
recursos humanos a nivel de estudios pre-universitarios, para asistir a quienes
ejercen la profesión de Ciencias Veterinarias, en todo lo que correspondía al
área del Caribe, para los países miembros del Caricón 78/80, con sede en
Georgetown, Guyana. Fue miembro de la Asociación Mundial de Anatomistas
Veterinarios. El Congreso de Salónica, Grecia, le confirió en 1975 diploma de
mérito especial y el Congreso Mundial de Veterinaria y Zootecnia celebrado en
México, le nombro Médico Honorario en 1971. Pudiéramos llenar páginas para
citar los eventos entre foros, seminarios y congresos donde participó. El Programa de Ciencias Veterinarias de la
Universidad Nacional Experimental “Francisco
de Miranda”, se crea en el año 1979; es allí donde el Prof. Quiterio asume
un papel importante en lo que sería el perfil profesional y el diseño
curricular en la formación profesional del Médico Veterinario. El Programa era
novedoso, se apartaba de los modelos tradicionales. ¿Qué era lo novedoso? El
área de vinculación con el trabajo. Y en especial, los “Talleres”, esa era mi
área de trabajo. ¿Que son los Talleres? Son los potreros, las instalaciones
pecuarias, fincas, granjas, clínicas hospitalarias y ambulatorios, centros de
procesamiento de alimentos. Todas las tradicionales materias de producción
tendrían lugar en los talleres. La filosofía de los talleres se basa en la
frase de que, “nadie puede dirigir lo que el mismo no sabe ejecutar”. Sobre los
Talleres discutí mucho con el Prof. Quiterio, porque lamentable nunca tuvimos
los recursos para poder tener fincas y granjas donde los estudiantes pudieran
cumplir con el “aprender haciendo”. Sobre los Talleres los analizaremos en un
blog aparte. Quiero concluir mi modesta contribución a resaltar la labor de un
modesto pero honorable campesino de Chiclayo, población peruana donde era
nativo. El periodista Marcos Oroño, editor de la Revista “Sembrando Futuro”
(Septiembre, 1993), expresaba el “Profesor Quiterio Núñez Miranda, representa
para la juventud estudiosa, un libro abierto que sirve de vivo ejemplo de las
nuevas generaciones y como si fuera poco, transmite en su noble sentir humano
grandes cualidades como bien Neruda en uno de sus poemas, ¡Todo debemos darlo,
porque hay otros que no tienen nada!”. La sencillez, humildad y modestia, son
tres aspectos definidos en la condición humana de ese insigne profesional, que
vino a la ciudad de Santa Ana de Coro para quedarse; el 15/01/2016 fue
enterrado en una tierra que el hizo suya. Prof. Quiterio te recordaremos
siempre.
Blog Hoja 02
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