¡Todos sabemos lo que ocurrió el 28J en Venezuela! (35)


¡Amoroso el operador clave del Fraude electoral! (35)
¡Esto no es un Fraude más, esto es desconocer y violar
groseramente la soberanía popular!
¡La voluntad del pueblo tiene que ser respetada!
¡Venezuela merece un gobierno decente!
¡Un gobierno de transformación democrática!
¡Hacer a Venezuela grande de nuevo!
¡Te contaré una historia (125)!

¡Crónica de un Fraude anunciado VIII! ¡PROHIBIDO OLVIDAR! ¡LasActasvacías del TSJ! Maduro: ¿LasActaspa’ cuándo? ¡Mí voto se respeta! ¿Y, ahora qué? ¡Elperitajedel TSJ: una recusación, falsos observadores y un proceso viciado! Desde hojas en blanco a laptops sin conexión: ¡El show que montó el TSJ para el supuestoperitajeelectoral! ¡Enrique Márquez presentó solicitud de recusación contra la presidenta de la Sala Electoral del TSJ porvínculos políticos con el PSUV”! ¡Plataforma Unitaria desmiente que han sido parte delperitajeejecutado por el TSJ sobre los comicios del 28J: “Reiteramos el carácter inconstitucional de dicho recurso”! ¡El Supremo de Maduro ultima la sentencia del megafraude! ¿Fraude o golpe de Estado en Venezuela? ¡Alertamos que se pretende aniquilar judicialmente la soberanía popular! ¿Judicializar al CNE es la solución? ¡Esto apenas comienza, vamos hasta el final! (35).
¡Y, ahora qué? ¡Y, sí nos dejan!
¡Las actas secretas de Maduro!
La demanda de verificación independiente de los resultados electorales en Venezuela encuentra oídos sordos en Caracas. ¿Qué papel está cumpliendo el Tribunal Supremo de Justicia?
Que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) validara el triunfo electoral atribuido a Nicolás Maduro no sorprendería a nadie. Tampoco a la oposición, que le atribuye a esa corte tanta neutralidad como al Consejo Nacional Electoral (CNE), que ya proclamó hace semanas la victoria de Nicolás Maduro.
"Estas elecciones se hicieron en un marco de ausencia del Estado de derecho", recuerda a DW Leandro Querido, fundador de la organización Transparencia Electoral. "Al no tener Estado de derecho ni división de poderes, todas las instancias responden al poder ejecutivo y eso se ha visto con el funcionamiento del Consejo Nacional Electoral, que ha sido vergonzoso", afirma. El especialista ha seguido procesos electorales en América Latina desde hace 15 años y asegura no recordar "ningún fraude electoral estructural más grotesco en la historia contemporánea" de la región.
"El mismo control que el Gobierno ejerce sobre el Consejo Nacional Electoral lo ejerce sobre el Tribunal Supremo de Justicia. Lo más grave es que no hay instituciones internas para dar respuesta a esta situación", afirma por su parte Alfredo Rojas Calderón, doctor en Ciencias de la Comunicación y en Ciencias Políticas, e investigador en la Universidad Complutense de Madrid.
Rojas acaba de pasar varios días en Venezuela, donde fue a votar. Considera que la estrategia del Gobierno ha consistido en traspasar la responsabilidad del CNE al TSJ, esperando que, con su pronunciamiento, se dé por zanjado el tema: "Es una última instancia, entonces, allí quedaría el asunto, una vez que el Tribunal Supremo de Justicia se exprese. Eso tendría el carácter de cosa juzgada, por lo tanto, ahí no habría nada más que hacer".
Así explica Rojas la intención de Maduro. Y hace notar un aspecto curioso: "El que se considera ganador de las elecciones y ha sido proclamado por el Consejo Nacional Electoral, es quien recurre al Tribunal Supremo de Justicia para hacer un reclamo… Este es un dato más que evidencia que los resultados anunciados por el CNE no son creíbles".
¡Las actas existen!
Lo concreto es que no se han publicado las actas electorales, pese a la insistencia de la comunidad internacional. "Ellos tienen las actas que tiene la oposición. Recordemos que la máquina, cuando se hace el escrutinio en cada mesa, emite en formato papel un respaldo. Y las actas que tiene la oposición -el 83 por ciento- las tiene también la autoridad electoral, que no sabemos por qué nunca las mostró", subraya el fundador de Transparencia Electoral, Leandro Querido.
Descarta prácticamente que se puedan publicar documentos alterados. "Es, yo diría, imposible, porque hay actas originales en poder de la oposición, que las mostró al mundo a través de una plataforma. Sería muy evidente la manipulación", dice, mencionando además los resguardos de seguridad.
También Rojas destaca ese punto. "He conversado con algunas personas expertas en el sistema, y dicen que tendrían problemas si quisieran falsificar o emitir nuevas actas. Porque tendrían que desarrollar todo el proceso nuevamente. Falsificar las actas con los códigos de seguridad que tienen, incluyendo la firma de los miembros y testigos de las mesas, es imposible dentro del sistema. Fuera del sistema podrán hacer cualquier cosa. Buscar impresoras que lo hagan de la forma más precisa posible, no sé", reflexiona el politólogo venezolano.
¡La tesis del "hackeo"!
El Gobierno ha hablado de un ataque informático, argumento que fue usado también para recurrir al TSJ. "Yo llegué a pensar que eso podía conducir al planteamiento de una repetición de las elecciones", comenta Rojas. "Pero no se hizo. Hubo resultados electorales". Al dar esos resultados, por mera lógica, la tesis del hackeo pierde sentido. "Si tu candidato ganó, como dices, y ha sido proclamado por el Consejo Nacional Electoral con ese hackeo, entonces significa que ese hackeo no es el problema", indica.
Leandro Querido habla de un "sinsentido". Y pone en tela de juicio lo que pudiera publicarse ahora. "Eso no es susceptible de verificación alguna y, sobre todo, no es susceptible de ser verificado por organismos independientes… No hay nadie que esté avalando hoy el accionar de la autoridad electoral y de esta instancia judicial". Por eso, considera que "seguir reclamándole a una autoridad electoral que respalde con documentos el resultado que en su momento dio, al día de hoy, es extemporáneo".
Para Alfredo Rojas, en cambio, sigue teniendo sentido que la comunidad internacional demande la publicación de las actas, "siempre y cuando se pase de esa exigencia a una gestión". Plantea que se tendría que poner ya a disposición un grupo de expertos que se presente al Gobierno venezolano, para hacer la auditoria y la verificación de los resultados. Y que eso debería ir acompañado de un diálogo: "Aquí, la única salida democrática, institucional, política, es la negociación. Eso es lo que debe forzarse, a eso debe conducir la presión, tanto interna como internacional".
Leandro Querido concuerda en que la solución a la crisis de Venezuela "vendrá ahora más que nada del plano político, de las negociaciones, porque lo electoral ya pasó".
Fuente: dw.com, Emilia Rojas Sasse, 20/08/2024.
¿Y, ahora qué? ¡Plena transparencia!
¡María Corina Machado y Edmundo González reiteran que el TSJ no puede atribuirse funciones del CNE!
Ambos dirigentes opositores alertaron, a su juicio, que “se pretende aniquilar judicialmente la soberanía popular”.
La líder de la oposición, María Corina Machado, y el candidato presidencial de la Plataforma Unitaria, Edmundo González, señalaron que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) «no puede atribuirse las funciones y facultades» del Consejo Nacional Electoral (CNE) «pues no le competen».
«La Sala Electoral del TSJ no está facultada en circunstancia alguna para ejercer esas funciones. De hacerlo, estaría violando el principio de separación de los Poderes Públicos, claramente establecido en fondo y forma en la Constitución. Estaría, además, invadiendo el exclusivo deber del CNE y pisoteando la decisión del pueblo expresada en las urnas», acotaron en un comunicado.
En ese sentido, indicaron que, conforme a la Constitución, sería, a su juicio, «ineficaz y nula» toda eventual sentencia de la Sala Electoral que «pueda validar el fraude electoral que se pretende imponer».
«Los magistrados de dicha Sala estarían violando los derechos inalienables de los electores e incurrirían en responsabilidad penal, civil y administrativa. A tal efecto, tal y como reza el artículo 138 de nuestro texto constitucional: ‘Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos’», comentaron María Corina y Edmundo González.
Ambos dirigentes opositores alertaron que «se pretende aniquilar judicialmente la soberanía popular». Además, resaltaron que el CNE es el órgano constitucionalmente obligado a totalizar los votos de los venezolanos y publicar las actas de escrutinio.
«Los venezolanos conocemos los resultados electorales del 28 de julio. Aunque hasta el día de hoy, más de tres semanas después de los comicios, el CNE no ha publicado los resultados. No ha cumplido con el desarrollo de pautas de verificación y control. Es inconcebible que el organismo electoral haya hecho anuncios de resultados, así como una proclamación, sin ofrecer las pruebas que nosotros sí tenemos y hemos puesto a disposición de los venezolanos y el mundo. Exigimos transparencia y cumplimiento estricto al Estado de Derecho. No aceptaremos la judicialización del cambio democrático que el pueblo decidió», expresaron.
Fuente: RDNRedDigitalNoticias, 21 de agosto de 2024.
¡Terrorismo de Estado! ¡Yo me declaro en desobediencia civil, Artículo 350!
¡Elperitajedel TSJ: una recusación, falsos observadores y un proceso viciado!
El Tribunal Supremo avanza con una supuesta verificación de los resultados electorales sin haber invitado a los partidos que participaron en la elección a presenciar el proceso ni a los veedores internacionales acreditados durante la jornada. Tampoco se están realizando auditorias ni comprobación de firmas digitales, hash ni códigos QR. Y el excandidato Enrique Márquez recusó a la presidente de la Sala Electoral y del máximo tribunal por evidente "vínculo político". Por estos motivos, tanto EEUU como la UE reiteran que no reconocerán lo que se dictamine en la sentencia del TSJ.
El “peritaje” del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) –bajo dominio del chavismo– para intentar validar los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) –también controlado desde Miraflores– que dieron como ganador de la elección presidencial a Nicolás Maduro sin totalización, sin publicación de actas y sin auditorías a casi un mes de la elección, no convence a nadie fuera del círculo políticos del régimen. Organizaciones de observación internacional, periodistas, partidos que participaron en los comicios y destacados dirigentes de oposición han expuesto la larga lista de anomalías de dicho proceso de “verificación” con el que se pretende tapar la irregularidad mayor: el fraude electoral.
El proceso en sí muestra claros sesgos e incumplimiento de las condiciones mínimas para una evaluación de esta naturaleza. Lo que el panel de expertos de la ONU denunció en el punto 14 de su informe presentado la semana pasada se ha agravado. “No hay información detallada disponible hasta la fecha sobre cómo se llevará a cabo esta evaluación”. Y es que el TSJ acudió sorpresivamente el domingo al CNE para iniciar el supuesto “peritaje” sin convocar a los actores involucrados en la elección, es decir, los partidos políticos postulantes ni los organismos de veeduría internacionales acreditados por el propio ente electoral y, en su defecto, invitó a unos falsos observadores, conocidos popularmente como “observadores zombie”.
¡El cuestionadoperitajedel TSJ con falsos observadores!
Transparencia Electoral ha sido una de las organizaciones internacionales que ha denunciado esta irregularidad. “Para intentar darle legitimidad a un proceso fraudulento, el CNE y la Cancillería invitaron a centenares de militantes de partidos afines al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en calidad de ‘observadores’, ‘veedores’ o ‘acompañantes’ internacionales, aunque no tenían ninguna preparación para ello”, expresa en un informe la organización que también acudió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar directamente al presidente del CNE, Elvis Amoroso, por “su papel protagónico en el fraude del 28 de julio”.
El Observatorio del Pensamiento Estratégico para la Integración Regional y el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) son los veedores internacionales que acompañan a los peritos del TSJ en su labor de “verificar” que una muestra (no precisada) de las actas de 30026 mesas de votación coincidan con las bitácoras de la sala de totalización del CNE. Primero, se trata de dos instituciones que han manifestado abiertamente su parcialidad hacia el chavismo al haber expresado previamente su satisfacción con los resultados que dieron ganador a Maduro sin totalización, sin actas y sin auditorias. Y segundo, el procedimiento en cuestión no permite comprobar prácticamente nada.
¡Sin verificación, sin auditoria y sin testigos!
Con este “peritaje” que realiza el TSJ no se está verificando si el material entregado por el CNE se corresponde con el del 28 de julio o fue generado en días posterior, tampoco se está comprobando la autenticidad de las firmas digitales en las actas, el hash que emite las máquinas ni el código QR, ni se están ejecutando las tres auditorias esenciales que el CNE canceló sin explicación alguna, según detalla en un hilo en su cuenta en X el periodista especializado en la fuente electoral, Eugenio Martínez.
Por si fuera poco, los partidos que respaldaron la candidatura de Edmundo González, Mesa de Unidad Democrática (MUD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento por Venezuela (MPV) denunciaron que no fueron informados ni estuvieron presentes en el CNE durante “el supuesto peritaje” que el TSJdice hacer del material electoral”, por lo que dicha “verificación” se realizó a puerta cerrada y sin las partes, lo que lleva a la coalición opositora a pedir una vez más la “publicación de las actas de escrutinio” y que posteriormente se valide su autenticidad mediante “auditorias independientes”.
A pesar de todas estas irregularidades, los supuestos técnicos y expertos electorales del TSJ avanzaron con dicho peritaje sin explicar en qué consiste la metodología de su evaluación ni quiénes son realmente estas personas que se ven en una transmisión de la televisión estatal con guantes y mascarillas haciendo parte de una puesta en escena que ha dejado más dudas debido a la cantidad de detalles que se han podido observar como computadoras desconectadas y, ante la baja calidad de las imágenes, actas que parecen estar en blanco y hojas en las que supuestamente los peritos hacen apuntes pero no hay escrito nada.
¡Una recusación por evidentevínculo político”!
Tampoco se puede pasar por alto el hecho ya conocido de que tanto el presidente del CNE, Elvis Amoroso, como la presidente del TSJ quien preside además la Sala Electoral, Caryslia Rodríguez, vienen de la militancia política en el Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) –lo que ya evidencia total parcialidad– y que el máximo tribunal felicitó “al jefe de Estado Nicolás Maduro por su reelección” al día siguiente de la jornada electoral sin totalización de resultados, lo que obligaría a dicha corte a inhibirse por haber fijado posición previa. Es por este motivo que el excandidato presidencial, Enrique Márquez, presentó este martes un recurso de recusación contra Caryslia Rodríguez por sus evidentes “vínculos políticos” y “falta de idoneidad” para continuar con esta causa.
¿A quién convencerán con elperitajedel TSJ?
No se puede olvidar que previo al lapidario informe del panel de expertos de la ONU, que no solo advierte sobre la falta de transparencia de los boletines oficiales que dan como ganador a Maduro sino que además corrobora que las actas publicadas por la oposición se corresponden con los resultados originales, habían coincidido también el Centro Carter –observador invitado por el propio CNE– y la Misión de Observación Electoral (MOE) de Colombia en que el ganador de la elección con más de 60 % de los votos fue el candidato opositor Edmundo González Urrutia.
La resolución de la Organización de Estados Americano (OEA) aprobada por consenso y la declaración firmada por 22 países y la Unión Europea en Santo Domingo, República Dominicana, elevaron la presión internacional la semana pasada. Y para mayor dolor de cabeza en Miraflores, los aliados históricos del chavismo, los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, también han dejado claro que es al CNE al que le corresponde publicar las actas y no al TSJ certificar la elección con una sentencia. Entonces, ¿a quién logrará convencer el régimen con este fallo? Solamente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que asomó esta posibilidad tras separarse del grupo de negociación del que hacía parte junto con sus homólogos de Brasil y Colombia.
Para el resto del mundo democrático seguirá siendo un “montaje”, tal como advirtió este martes el exgobernador del estado Bolívar, Andrés Velásquez, cuando le pidió al TSJ no perder tiempo con su “acto bufo deperitaje'”, adelantando lo que ocurrirá: “Nadie ni en Venezuela ni en el mundo les va a creer”.
Fuente: PANAM POST, José Gregorio Martínez, 20 agosto, 2024.
En el portal web del diario digital “lapatilla”, el día 19 de agosto de 2024, fue publicado un artículo, escrito por lapatilla.com, cuyo texto lleva por título el siguiente: Desde hojas en blanco a laptops sin conexión: ¡El show que montó el TSJ para el supuesto peritajeelectoral!
En un espectáculo más digno de un teatro de mala muerte que de una Corte Suprema, el TSJ demostró una vez más su ineficiencia y desprecio por la transparencia en su más reciente intento de “peritaje” electoral. Lo que debía ser una exhibición de rigor técnico y legal se convirtió en un penoso montaje que desnuda, sin pudor alguno, la miseria tecnológica y organizativa de la que adolece el poder judicial venezolano.
Según fuentes internas al abogado Zair Mundaray, la presidenta del TSJ dio la orden de rescatar unas laptops desincorporadas para improvisar un set de filmación. Un ejercicio patético, si se toma en cuenta que Venezuela tiene el poder judicial más rezagado de toda Latinoamérica en materia de tecnología.
Este “peritaje” electoral es un insulto a la inteligencia y un reflejo del caos que impera en los tribunales del país. Jueces cercanos al proceso señalaron que las cortes carecen de los recursos más básicos: no hay internet, computadoras funcionales ni redes internas operativas. Todo se maneja de forma manual, utilizando teléfonos personales y routers propios para intentar conectar con una realidad tecnológica que les es completamente ajena. El colmo del absurdo es que ni siquiera tienen impresoras ni papel para realizar sus funciones más elementales. En este desorden, el TSJ se atreve a llevar a cabo una “experticia” sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE), un ejercicio que desde su concepción está condenado a reafirmar el fraude.
Las imágenes que han salido a la luz hablan por sí solas y son una prueba irrefutable del engaño. Las computadoras que el TSJ ha mostrado en su farsa de “experticia” ni siquiera tienen contenido visible ni un sistema operativo funcionando. Más insólito aún, no están conectadas a ninguna red institucional, lo que significa que cualquier dato que pretendan “verificar” no se está registrando ni compartiendo en ningún lado. Todos los puertos de las laptops están libres, lo que evidencia la total falta de preparación y seriedad. Para rematar el cuadro, ni siquiera tomaron la molestia de desenrollar los cables de los “mouse”, que permanecen enrollados tal como estaban cuando estos equipos fueron desincorporados hace años.
La desorganización no se limita a la falta de tecnología. El TSJ no tiene interconexión con otras instituciones clave del Estado, como el Saime, Saren, Intt, o Seniat. Todo se gestiona a través de oficios que pueden tardar meses o incluso años en ser respondidos. Esto es un verdadero retroceso en un mundo donde la digitalización y la interconexión son la norma. No es solo que carecen de la capacidad técnica para revisar documentos digitales; no tienen ni siquiera el más mínimo avance hacia la implementación de firmas electrónicas, expedientes digitales o agendas virtuales. Todo funciona bajo la lógica del papel, las grapas y archivos físicos, en una era que ya debería haber superado estas obsoletas prácticas. Para colmo, las pocas impresoras que poseen ni siquiera están conectadas a la red, y muchas carecen de cables de electricidad.
Finalmente, uno de los aspectos más grotescos de este montaje lo representan las hojas en blanco que se observan en una nota de VTV sobre la labor del TSJ, mientras los funcionarios pretenden escribir en ellas. Este detalle no solo evidencia la improvisación, sino también el desprecio absoluto por cualquier apariencia de profesionalismo o autenticidad. Un gesto tan burdo y vacío que deja en claro que, en el TSJ, todo es un show sin sustancia, un intento fallido de maquillar una realidad que ni siquiera se esfuerzan por ocultar.
En el portal web del diario digital “albertonews”, el día 20 de agosto de 2024, fue publicado un artículo, escrito por la Redacción albertonews, cuyo texto lleva por título el siguiente: ¡Enrique Márquez presentó solicitud de recusación contra la presidenta de la Sala Electoral del TSJ por vínculos políticos con el PSUV”!
El excandidato presidencial opositor Enrique Márquez introdujo este martes, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, una recusación contra la presidenta de esta corte, Caryslia Rodríguez, para que sea apartada del proceso de revisión judicial de las presidenciales del 28 de julio, sobre las que pesa una denuncia de fraude.
Esta petición «se basa principalmente -aunque no solamente- en la manifiesta vinculación política que ha mantenido y que mantiene con el (gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela) PSUV y con el presidente Nicolás Maduro», declarado ganador en los comicios, explicó Márquez ante periodistas a las afueras del TSJ.
«Consideramos que la señora presidenta (que lidera la revisión del resultado electoral) está incursa en causales suficientes de vinculación política y de falta de imparcialidad como para ser recusada», subrayó el también exdiputado.
Entre esas causales, mencionó la vinculación pública de la magistrada, presidenta de la Sala Electoral del TSJ, con el PSUV, formación con la que llegó a ser «hasta concejal» y que respaldó en las pasadas elecciones a Maduro, quien solicitó al Supremo certificar su triunfo en las urnas.
Aunque la publicación de resultados desagregados que confirmen la victoria anunciada corresponde al Consejo Nacional Electoral (CNE) -del que Márquez fue rector principal-, este ente se ha plegado, a solicitud del presidente Nicolás Maduro, al proceso judicial, señalado de viciado por la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Márquez señaló también que, además del sesgo político, la presidenta del TSJ también «debe ser recusada» debido al «mal manejo de este proceso» y la «falta de idoneidad para desarrollar» el peritaje, cuyo expediente, reiteró, sigue sin conocerse.
«No conocemos el proceso que se está llevando, la Sala (Electoral) ha inventado un procedimiento que no conocemos (…) esto le hace un muy flaco favor a la democracia, la transparencia y la confiabilidad», añadió el excandidato.
La PUD asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios por amplio margen y publicó en una página web el «83,5 % de las actas electorales» -recopiladas por testigos y miembros de mesa- para sustentar su reclamo, que ha recibido el respaldado de buena parte de la comunidad internacional y diversas organizaciones nacionales e internacionales.
En el portal web del diario digital “albertonews”, el día 19 de agosto de 2024, fue publicado un artículo, escrito por la Redacción albertonews, cuyo texto lleva por título el siguiente: Plataforma Unitaria desmiente que han sido parte del peritajeejecutado por el TSJ sobre los comicios del 28J: “Reiteramos el carácter inconstitucional de dicho recurso”.
Los partidos políticos Mesa de la Unidad Democrática, Movimiento Por Venezuela y Un Nuevo Tiempo, desmintieron haber sido «informados ni estuvimos presentes en el Consejo Nacional Electoral en el supuesto peritaje que el Tribunal Supremo de Justicia dice hacer del material electoral».
Los partidos de la oposición venezolana, exigen «al CNE la publicación de las actas de escrutinio del proceso electoral del 28 de julio, y posterior auditorias Independientes de las mismas».
A continuación, el comunicado íntegro:
Ante las falsas informaciones que desde el canal Venezolana de Televisión se han divulgado, la Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela informa a la comunidad nacional e internacional que DE NINGUNA MANERA, por intermedio de las organizaciones políticas Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Movimiento por Venezuela (MPV) y Un Nuevo Tiempo Contigo (UNT) hemos sido convocados y NO hemos participado de forma alguna en el irregular procedimiento denominado por ellos “peritaje” que, viene llevando a cabo la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, ya que no cumplen los extremos de transparencia y rigurosidad jurídica necesarios.
Reiteramos, una vez más, el carácter inconstitucional de dicho recurso y por ende de todas las actuaciones que de allí se deriven.
Entretanto, el asesor jurídico de la PUD Perkins Rocha advirtió de un «mayor conflicto social», ante la decisión que considera tomará el Supremo -señalado por la oposición de favorecer al Gobierno- sobre la validación del resultado de las presidenciales, que dio la victoria al mandatario Nicolás Maduro, un triunfo que el antichavismo y varios Gobiernos extranjeros consideran fraudulento.
El CNE declaró ganador a Maduro con base en unos resultados que, 22 días después, aún se desconocen de forma desagregada, mientras que la PUD insiste en la «victoria» de González Urrutia, según el «83,5 %» de las «actas» que -asegura- recogió gracias a testigos y miembros de mesa durante la jornada electoral, algo que el Gobierno considera como documentos falsos.
Rescatemos a Venezuela, ¡2024 Ya! *Según el Banco Mundial la Línea de Pobreza Extrema $64,5 mensual (Diario $2,15). Fuente: Jesús Casique @jesuscasique1.
Salario Mínimo Bs.130  
Tipo de Cambio Bs/US$36,62 (01/09/2024)
Salario mensual $3,54
Diario $0,11
*Salario de Miseria y Hambre.
Pensionados y Jubilados, descapitalizados.
No al salario de hambre.
No a pensiones de muerte.
Con hambre y miseria no hay educación.
900 días sin aumento salarial.
62% de inflación interanual (OVF).
$542,94 CAF (CENDAS). #BonoNoEsSalario
¡Un detalle final…!
En el portal web del diario digital “EL MUNDO”, el día 20 de agosto de 2024, fue publicado un artículo, escrito por el periodista Daniel Lozano, cuyo texto lleva por título el siguiente: ¡El Supremo de Maduro ultima la sentencia del megafraude!
La maquinaria de propaganda del régimen de Maduro publica unas imágenes de unos peritos que investigan el supuesto cibergolpe para alterar los resultados electorales.
La escena parece sacada de una película de serie B sobre alienígenas o de una temporada nunca vista de CSI Caracas. Unos supuestos peritos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) abren unas cajas y unos sobres, ataviados con un disfraz de laboratorio, como si aquello estuviera radiactivo. Tapabocas, gorras, chalecos, guantes blancos para funcionarios y veedores (observadores) internacionales amigos de la revolución.
En los vídeos hechos público por el sistema de propaganda revolucionario, esos expertos se mueven como si fueran robots, pero casi todo falla a su alrededor. Los ordenadores que deberían demostrar la existencia de un cibergolpe de Estado (según el gobierno, el hackeo desde Macedonia del Norte persistía ayer, 22 días después de las elecciones, el más largo de la historia de la Humanidad) no están conectados a ninguna red, las hojas que manejan están en blanco, los ratones sin desenrollar... Tanto es así que el antiguo vicefiscal general, Zair Mundaray, advirtió que para el Cinecitta bolivariano se rescataron unos ordenadores fuera de uso.
El objetivo del show revolucionario es que el TSJ emita una sentencia en la que dé por buenos los resultados gubernamentales del 28J, el "triunfo" de Nicolás Maduro pese a que las actas electorales demuestran que perdió por cuatro millones de votos. Expertos y juristas consultados por EL MUNDO aseguran que la sentencia es inminente. Y eso pese a que se trata de un órgano jurisdiccional "sin competencia en la certificación de una elección de un cargo público, exclusiva del Consejo Nacional Electoral (CNE)", detalló a EL MUNDO el experto electoral Jesús Castellanos.
En Venezuela, tras la Constitución aprobada en los primeros tiempos de la revolución, existen cincos poderes "separados", algo inexistente en la realidad: ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y moral.
¡"Bufo peritaje"!
"Señores del Supremo, no pierdan el tiempo con su acto bufo de peritaje. Podemos anticipar su decisión y nadie ni en Venezuela ni en el mundo les va a creer. Si lo que hizo el CNE fue escandaloso y grotesco, lo que intenta el TSJ es peor aún. No existe un solo organismo que no esté bajo control total del PSUV y del Ejecutivo", ha denunciado Andrés Velásquez, dirigente de la Plataforma Unitaria, muy cercano a María Corina Machado.
Una de las claves que desnuda la actitud del TSJ, tribunal que en dos décadas siempre ha fallado a favor de la revolución, además de convertirse en el principal martillo contra la oposición, es que las partes convocadas al proceso no han tenido acceso al expediente. No sólo la oposición democrática, representada por el ganador de las elecciones, Edmundo González Urrutia, y por el ex vicepresidente del CNE, Enrique Márquez, también el resto de partidos.
"Desconocen el contenido del recurso presentado, desconocen en qué consiste exactamente el peritaje que ha anunciado el TSJ, desconocen quiénes son los peritos o expertos técnicos que se han designado para hacer el supuesto peritaje y no han tenido oportunidad legal de hacer ningún control sobre el procedimiento, de tener testigos durante el proceso y, en general de plantear otros medios de prueba o ejercer control probatorio. Eso invalida el proceso en el TSJ por violar los principios más elementales del debido proceso", describió con detalle para EL MUNDO el jurista Nizar El Fakih, experto en Derecho Internacional.
"Es fundamental la participación activa de las partes involucradas, los candidatos, no sólo en la generación de pruebas sino conocimiento del proceso del peritaje", insistió Castellanos, quien junto a otros expertos se ha encargado de denunciar la importancia que tienen las auditorías que se realizan una vez acabado el recuento y que el CNE omitió esta vez, paralizado ante la paliza electoral propinada por Edmundo al jefe de la revolución.
La farsa revolucionaria parte con un pecado original de mucho peso: el CNE no ha divulgado los resultados discriminados por centro electoral y por mesa de votación, "sobre lo cual también debió realizar las auditorías de telecomunicaciones y verificación de las distintas fases de transmisión y totalización, con la presencia de todos los testigos acreditados incluyendo los testigos de oposición. Sin ello, no se ha permitido validar las actas de escrutinio y bases de datos que debió usar el CNE para emitir su totalización", remacha El Fakih.
Además, según los estándares internacionales, "el peritaje debería incluir una realización conforme a criterios técnicos por instancias independientes y una revisión exhaustiva de todos los componentes asociados a la totalización y proclamación" de los resultados, detalló Castellanos.
El chavismo no sólo busca legitimar a Maduro con la farsa judicial, también pretende asestar un nuevo golpe contra la esperanza del país. Pero la oposición democrática se reserva una carta bajo la manga: la reaparición del rector del CNE Juan Carlos Delpino, actualmente en paradero desconocido. El ente electoral está compuesto por tres funcionarios chavistas, una colaboracionista y Delpino, quien ha criticado previamente el esquema de poder que se maneja en el seno del CNE.
¡Reacciones! ¡Comunidad Internacional denuncia Fraude!
En el portal web del diario digital “EN EL Nacional”, el día 19 de agosto de 2024, fue publicado un artículo de opinión, escrito por Asdrúbal Aguiar, cuyo texto lleva por título el siguiente: ¿Fraude o golpe de Estado en Venezuela?
La cuestión del adecuado uso del lenguaje para sortear las trampas que conlleva su perturbación por el socialismo del siglo XXI, ahora progresismo, sólo interesado en sostener a sus dictaduras mediante la falsificación de la democracia, exige estar muy prevenidos. Además, cura contra el tremendismo hiperbólico que inunda a la política de actualidad, de modo particular a su laboratorio que es Venezuela. No olvidemos que se trata de la sede de un holding coludido con el narcoterrorismo desde agosto de 1999, cuyos tentáculos, afincados sobre el Oriente de los despotismos siguen perturbando con sus relatos mendaces las relaciones geopolíticas en el Occidente de las leyes.
Abordo el título, pues, en forma de interrogante y con carácter crucial, justamente por cuanto en el marco del proceso de deconstrucción cultural impulsado por la izquierda marxista desde 1989 –cuando se entierra El capital de Marx y se asume como guía al catecismo de Antonio Gramsci, amplificándolo con el andamiaje digital– se siguen forjando narrativas que perturban los significantes del lenguaje común en sus significados; con un único propósito, a saber, condicionar a la opinión pública, llenarla de prejuicios sensoriales y congelarla en su movilidad racional. Así, al no saber cada persona que cada palabra que usa significa una cosa distinta en el mercado de los destructores de la democracia, con la repetición de sus decires se les ayuda, se contribuye a que muera sin quejidos la alternancia en el poder y el pluralismo, y el diálogo democrático se torna en diálogo de sordos.
No por azar le fue cómodo a los huérfanos del socialismo real, luego de que se abriera la Puerta de Brandemburgo, decidir que accederían al poder sin las armas y con los votos, para, sucesivamente, predicar la democracia vaciándola de contenidos y esgrimir a los derechos humanos –es la experiencia de los últimos 25 años en las Américas– para violarlos de manera sistemática y como política de Estado una vez elegidos.
Desentrañar las narrativas que, en propiedad, son construcciones literarias de ordinario ficticias y son usadas para fomentar en la plaza de las ideas las ilusiones, que se vuelven frustraciones en un tris, es el mejor blindaje para todo aquel que luche por la libertad sinceramente.
De cara a lo recién ocurrido en Venezuela, cuando la dictadura –no la tamicemos como autoritarismo electivo– coludida con los poderes a su servicio, incluida la cúpula protocolar de la Fuerza Armada, opta por falsificar la voluntad popular que le ha derrotado de forma monumental el pasado 28 de julio y así buscar reimponer su liderazgo por la fuerza apelando al Estado policial, resulta cínico hablar de fraude electoral. De ser así, lo que cabría es corregirlo con los técnicos, revisar las votaciones dobles o el voto de los muertos, o recibir la queja del votante al que no se le permitió votar, u observar que las elecciones fallaron por falta de observación y al término medir sí tal fraude tuvo o no incidencia determinante en los resultados. E in extremis, ante el entuerto, tal como lo sugieren aliados internacionales de Nicolás Maduro Moros, tendrían sentido unas nuevas elecciones. Y es esta la falsa perspectiva que alimentan los gobiernos de Brasil, Colombia y México, manipulando sus narrativas mientras avanzan, taimadamente, para no irritar a sus opiniones públicas internas, dispuestas a cobrarles cualquier traición a la democracia.
Es inaceptable para las democracias de las Américas la falsificación de sus experiencias en el teatro de la simulación, por lo que cabe precisar –mirando a Venezuela– eso que recoge la doctrina política más autorizada sobre el sentido contemporáneo de los golpes de Estado. Cristalizan cuando son realizados por (1) órganos del Estado, a saber y en el caso, por el tirano Maduro Moros y Elvis Amoroso, cabeza del Poder Electoral que lo proclama electo sin conteo de votos ni impresión de actas;  (2) sosteniéndole como cabeza política del país, sin votos; (3) mediando la complicidad-neutralidad de los militares; (4) avanzándose en la potenciación del aparato policial de Estado, concretada en esos otros crímenes de lesa humanidad poselectorales denunciados por la ONU; e incidiéndose (5) en la agregación de la demanda política, tras la eliminación – o persecución represora – de los políticos y los partidos de las fuerzas democráticas que lidera María Corina Machado.
Insisto en la idea de la falsificación, pues es distinta de lo fraudulento, que implica engaño y traición a la buena fe, y visto que, durante el golpe dirigido contra quien es el verdadero presidente electo, Edmundo González Urrutia, luego del voto que salvaron las fuerzas democráticas preservando copias auténticas de las actas de escrutinio de cada mesa, sobrevino el manotazo del tirano. Secuestró, con la complicidad necesaria del Poder Electoral y el Ministerio Público, y ahora de su Tribunal Supremo de Justicia, las pruebas del proceso, ocultándolas ante el país y el mundo.
En fin, ahora que Maduro instruye a su asamblea para que encarcele a los fascistas –pide cárcel para González Urrutia y Machado, mientras encarcela a los testigos– dictando una ley que los purgue, para que se vaya 70% de los venezolanos que votaron en su contra, se retrata desnudo ante el espejo con su régimen de la mentira. Bajo el fascismo, ciertamente, se condena a la mayoría al silencio y al ocio político, por considerársela fuera de la vida constitucional, tal como este lo predica. Y es que fascistas son él y Amoroso, y Padrino y los Rodríguez, y el TSJ como su amanuense: “Es el gobierno de la indisciplina autoritaria, de la legalidad adulterada, de la ilegalidad legalizada, del fraude – aquí sí – constitucional”, lo dice Piero Calamandrei, en su lapidaria obra El fascismo como régimen de la mentira.
En suma, dada la falta de prevención en cuanto a las narrativas, algunos demócratas afirman, después de 25 años, que la tiranía está al desnudo. Nació en 1999, cuando su Constituyente asumió el control total de los poderes públicos en Venezuela. correoaustral@gmail.com
¡Una frase y algo más…!
“La decisión del pueblo se respeta y eso es lo que significa cobrar, que el mundo y todos dentro de Venezuela reconozcan que el nuevo presidente es Edmundo González Urrutia” (María Corina Machado).
“El Alto Mando de la Fuerza Armada está violando de manera abierta y sistemática la Constitución (CRBV) y, dentro de ésta, el Art.5 (poder originario e intransferible del pueblo), al ignorar   el mandato claro del 28 julio” (Ovidio Pérez Morales).
“Lo que sucede en Venezuela es un golpe contra la soberanía popular” (Jorge “Tuto” Quiroga).
“No hay que desmayar, hay que seguir luchando. La libertad cuesta mucho” (Mario Iván Carratu).
“Los venezolanos seguiremos defendiendo la verdad y luchando para que se respete inequívocamente la soberanía popular” (María Corina Machado).
“La defensa de la verdad no es violencia. Violencia es ultrajar la verdad” (María Corina Machado).
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