Aquellos Años (1980-1989)…Historias no contadas de la UNEFM

I Jornadas Agropecuarias
(Primera Parte)
Coro, 26 de Julio, 1984
Análisis de la Agricultura del Estado Falcón
Resultados y Discusión (VI)


Rubro Raíces y Tubérculos

Las características especiales bajo las cuales se ha venido realizando la actividad agrícola del rubro raíces y tubérculos en el Estado, cual es ser un cultivo de subsistencia y semicomercial y siempre marginal con respecto a otros rubros, ha determinado que se le haya dada escasa importancia por parte de muchas instituciones públicas del sector. Esto se refleja en: la escasez manifiesta de datos estadísticos sobre el proceso agrícola general, la escasa importancia dada a programas de investigación, mejoramiento, introducción y asistencia técnica para estos cultivos y el poco interés que se ha prestado en las proyecciones y planes operativos agrícolas propuestos por los mismos planificadores del sector.
Sin embargo, a excepción del cultivo de la papa y el apio principalmente, las pocas zonas productoras del Estado han venido abasteciendo parte de los mercados de los principales centros urbanos de la Entidad y realizando pequeñas exportaciones hacia las Antillas. Las características del mercado actual y las potencialidades de algunas áreas del Estado, así como la posibilidad de realizar exportaciones, por la cercanía de los mercados, crean una alternativa muy atractiva para que se inicien pequeñas explotaciones comerciales como una forma de rentabilizar áreas potencialmente marginales para otros cultivos.
Diagnóstico:
Los cultivos de raíces y tubérculos se realizan en 8 de los 13 Distritos falconianos, ellos son: Acosta, Bolívar, Buchivacoa, Carirubana, Colina, Democracia, Falcón, Federación, Mauroa, Miranda, Petit, Silva y Zamora. Se hallan limitados a las zonas húmedas de las Sierras y de los Valles marítimos.
En cuanto a la superficie ocupada por el rubro la información es fragmentaria. En 1978 se sembraron 881 ha (apio, yuca y ocumo), en 1979 había 587 ha sembradas de los cultivos, para 1980-81 no hay información, para 1982 había 107 ha de papa y yuca, para 1983 y 1984 se registran 470 ha sembradas de papa, yuca y ocumo. Sin embargo, se sabe que también se siembra ñame y batata. La producción de este rubro ha disminuido paulatinamente en el Estado.
A mediados de la década del 50, Falcón ocupó el primer lugar de la producción de ocumo a nivel nacional. Para esa época se producían alrededor de 1800 tm/año. Para esa época los demás cultivos del rubro tenían poca importancia; el apio se sembraba en la zona montañosa solamente y la producción promedio era de 90 tm/año; en tanto la producción de mapuey era insignificante y no se sembraba papa.
Los bajos rendimientos unitarios de este rubro podrán explicar la poca expansión del mismo, pues lo haría poco rentable y obligaría a la adopción de un cultivo más rentable o al abandono de la tierra. El FONAIAP ha venido proponiendo el cambio hacia la papa, pues tiene un ciclo de producción más corto, lo cual podría rentabilizar más el uso de la tierra.
Sistemas de Producción:
Los sistemas de producción que han caracterizado el cultivo de raíces y tubérculos en el Estado son:
1.      Explotaciones de subsistencia (conuco) localizado especialmente en la Sierra de San Luís.
2.    Explotaciones semicomerciales realizadas especialmente por ganaderos y medianos agricultores en las zonas húmedas de los Distritos Acosta, Silva y Mauroa. De este modo se aprovechan algunos suelos no adecuados para el propósito principal y se dispone de una fuente de alimento para animales, en el caso de la yuca; y de una entrada extra, en el caso del ocumo.
Estos sistemas de producción se caracterizan por rendimientos unitarios muy bajos., determinados por una alta susceptibilidad de estos cultivos al ataque de plagas y enfermedades y su falta de control y la carencia de una tecnología adecuada en muchas fases del proceso agrícola. Por otro lado, el margen de ganancia es muy bajo a consecuencia del encarecimiento de la mano de obra y de los bajos rendimientos unitarios.
Un área muy pequeña del Estado es cultivada bajo un sistema de producción de alta tecnología, financiado en gran parte por organismos del sector público, para la producción de ocumo. No hay información sobre prácticas culturales, tecnología usada ni mercado.
Se conoce que el comercio exterior de este rubro ha sido tradicionalmente hacia las Antillas. El mercado hacia las Antillas crea grandes expectativas para el resurgimiento de estos cultivos en Falcón.
La asistencia técnica para el rubro es limitada. Para papa el FONAIAP realizó una introducción en el área de Curimagua y actualmente hace un seguimiento a la evolución de siembras comerciales pequeñas. Este programa tiene escasos dos años.
Para el cultivo de ocumo el ICAP, ha prestado asistencia crediticia a pequeños productores (40 beneficiarios) en Santa Cruz de Bucaral, Distrito Federación; en los años 1983 y 1984 se otorgaron 620.000 Bs. y 300.000 Bs respectivamente, sobre una superficie de 104 ha y 60ha.
No se cuenta con datos actualizados para efectuar este análisis. Se mantiene como referencia los precios de 1978 cuando en realidad actualmente se han duplicado, por lo menos. No se cuenta con información acerca de los costos de producción por ha.
Estudio de Potencialidades:
Si bien este rubro ha sido tradicionalmente producido bajo el sistema de conucos, y que su área de cultivo y rendimiento unitario ha estado disminuyendo, existen factores económicos que crean perspectivas con respecto a su producción en Falcón. La realidad económica actual del país y la cercanía del mercado seguro de las Antillas, han determinado el aumento de las potencialidades agroeconómicas de este rubro y ahora resultaría factible la introducción de tecnologías mínimas que eleven la productividad de la tierra, pues este mercado podría pagar la tecnología.
En pequeñas áreas de algunas zonas del Estado, cultivos como yuca y ocumo se han venido explotando en forma semicomercial, en suelos marginales para pastos u otros cultivos. En el caso de la yuca, algunos ganaderos y agricultores han establecido pequeñas explotaciones, especialmente en zonas altas de suelos pobres y bien drenados, como una alternativa, para suplementar la alimentación del ganado y vender excedentes al mercado. En el caso del ocumo, estas explotaciones se hacen para rentabilizar el uso de la tierra, dados los altos rendimientos unitarios y el precio que tiene el producto en el mercado. El apoyo crediticio de los organismos correspondientes podría intensificar estos sistemas en áreas agroecológicamente potenciales, con la seguridad de que los créditos serán recuperables.
Estos hechos justifican la búsqueda de áreas con potencial agroecológico para estos cultivos.
Luego de la selección de las unidades de tierra con aptitudes agroecológicas para las especies consideradas, se descartaron algunas de ellas sobre la base de criterios agroeconómicos, tal como la accesibilidad.
El cultivo de la mayoría de las raíces y tubérculos está sujeto a condiciones especiales: son productos altamente perecederos, con dificultades en el almacenamiento y no se producen en explotaciones comerciales de alta productividad. Esto determina que zonas de difícil acceso sean poco adecuadas para estos cultivos.
Papa: Las unidades seleccionadas como potenciales están en las zonas de Curimagua y Santa Cruz de Bucaral, respectivamente.
Es conveniente seleccionar áreas muy bien delineadas, donde las pendientes y el porcentaje suelos delgados por excesiva pedregosidad sean menores; los suelos delgados sobre calizas no son recomendables; pues, además de ser muy frágiles, provocan enfermedades como la roña, por su alta alcalinidad. Las pendientes no deben exceder de 8%, pues la papa es un cultivo de poca protección al suelo contra el agua de lluvia, pudiendo ser excesivamente erosivo.
Deben evitarse las áreas adyacentes a las laderas de montaña pues corresponden a suelos delgados, de excesiva pedregosidad y pendientes moderadamente fuertes. Lo recomendable sería aprovechar los suelos de acumulación del centro del valle.
Apio: En los alrededores de Curimagua, ha sido seleccionada como potencial para este cultivo. Es conveniente realizar una selección de tierras dentro de la unidad, porque el apio es muy exigente en cuanto a profundidad y fertilidad de los suelos. Los cultivos podrían ubicarse en las zonas más planas, de acumulación, donde los problemas de erosión potencial son mínimos.
Ocumo y Ñame: Las unidades seleccionadas, que corresponden a la parte Noroeste del Distrito Silva, Sur del Distrito Acosta y Sudoeste del Distrito Federación y cubren la cuenca de Agua Linda, la cuenca alta del río Araurima y la cuenca media-baja del río Tocuyo en el Estado Falcón. Es recomendable evitar las áreas bajas de cubetas en las planicies de desborde de algunos ríos y quebradas, donde probablemente hay problemas por drenaje y textura, así como áreas de excesiva pendiente en zonas de montaña.
Es recomendable evitar el uso de tierras de zonas de colinas (onduladas) cuya litología corresponde a rocas tipo margas arcillosas y alcalinas muy inestables (potencial erosivo alto) y con suelos arcillosos y potencialmente mal drenados. Del mismo modo se deben evitar algunas zonas planas de cubetas de la planicie de desborde del río Tocuyo, por la misma causa.
Yuca: Las unidades seleccionadas son: la 185 en la vertiente Sur y Sureste de la Sierra de San Luís; XXIV en el Distrito Petit; 214, 215, 218, 219, 223 y XXX en el Distrito Silva; 217, VIII, XXXII en el Distrito Acosta; XXIII y XXIX en Federación; XXV en las cuencas altas del río Maticora, Distritos Buchivacoa y Mauroa.
En la unidad 185 sería recomendable evitar el uso de tierras sobre formas onduladas (colinas) con litología de margas (rocas arcillosas calcáreas) pues son suelos altamente inestables y pesados que se erosionan fácilmente. Deben usarse pequeñas planicies en valles y explayamientos de piedemonte.
Para las unidades XXIII y XXIV, es válida la recomendación anterior además de evitar, en áreas planas o ligeramente onduladas, aquellas zonas donde existan suelos con horizontes muy arcillosos cerca de superficie.
Las unidades 214, 215 y VIII pueden ser áreas excelentes para el cultivo solo que deberían evitarse los suelos muy delgados.
Las unidades 218 y 219, al igual que la anterior, tienen buenas condiciones para el cultivo; sin embargo, deben evitarse en las zonas planas aquellos suelos de cubeta y zonas deprimidas con mal drenaje y en las zonas altas aquellas tierras con fuertes pendientes.
En las unidades 223 y XXX es fundamental tomar en cuenta dos aspectos antes de establecer el cultivo: evitar los suelos mal drenados de cubetas y zonas bajas y los suelos que, estando en zonas altas, tienen elevados porcentajes de arcilla en profundidad.
Las unidades 217 y XXXII tienen características ecológicas apropiadas, pero su uso es restringido debido a la predominancia de suelos arcillosos y con problemas graves de salinidad. Los suelos con posibilidades de uso están limitados a pequeñas franjas a lo largo de quebradas y ríos.
En la unidad XXIX es conveniente evitar aquellas zonas cuyo uso puedan constituir un problema potencial para la conservación de cuencas, debido a la excesiva pendiente.
En la unidad XXV es necesario evitar los suelos con problemas de drenaje y texturas arcillosas y aquellos con evidencias de elevada salinidad.
Batata: Las unidades seleccionadas son: 170, 177, 178, XXV, XXXVI y XIX en la cuenca alta del río Matícora; 184 y 185 en la Sierra de San Luís: 199 y XXIII en los Distritos Bolívar y Petit; y VII y XVII, en Federación.
Las unidades 177, 178, XXV, XXXVI y XIX son zonas montañosas, con algunos suelos muy evolucionados y profundos, donde podría establecerse el cultivo, siempre que se eviten pendientes fuertes. Los suelos arcillosos deben evitarse, aún cuando no tengan problemas graves de drenaje.
Las unidades 184, 185 199 y XXIII, son adecuadas para varios de estos cultivos: sin embargo, deben tomarse en cuenta las recomendaciones dadas para los otros cultivos.
En las unidades VII y XVII es conveniente mantener las previsiones de usar sólo zonas de poca pendiente en los valles intramontados y suelos cuyas características no sean limitantes.
La alta dependencia de agua que tiene Falcón y la fragilidad de algunas cuencas responsables del potencial hidráulico del Estado deben determinar  una alta restricción para el uso agrícola de las tierras, aún teniendo alta potencialidad ecológica y económica para estos cultivos. Es así que las unidades 184, 177, 178, 186, XXXVI, XXIX, XXV, tienen una fuerte restricción para su uso agrícola, aún bajo la forma de conuco. Su uso debería estar limitado a los sitios escogidos sobre la base de una evaluación detallada de suelos, aguas y sistemas de uso de la tierra.
En el caso de la papa, a pesar de existir condiciones agroecológicas adecuadas y de tener una buena justificación económica, su cultivo debería restringirse a áreas pequeñas con características muy especiales las cuales deberían ser evaluadas a corto plazo: potencial de erosividad, plagas y enfermedades, rentabilidad.
Recomendaciones y Líneas de Acción:
Las conclusiones generales, así como las recomendaciones y líneas de acción propuestas por otras instituciones, las analizaremos en una entrada final a lo que corresponde a Producción vegetal.
Líneas de Acción propuestas por la UNEFM:
Que el Área de Ciencias del Agro y del Mar con los recursos técnicos de que dispone se aboque a:
1.      Realizar un estudio detallado que permita caracterizar los sistemas de producción.
2.    Efectuar estudios que permitan adecuar las prácticas culturales a los requerimientos de cadacultivo.
3.    Establecer rotaciones y sistemas de cultivos asociados.
4.    Evaluar el uso de la tracción animal para labores culturales a pequeña escala.
Blog Hoja 065






Comentarios

Entradas populares de este blog

Aquellos Años (1960-1962)…Mi trayectoria escolar en el Liceo Cecilio Acosta, Coro, Estado Falcón, Venezuela (I)

Aquellos Años (1968-1977)…Historias no contadas de la UNEFM

Aquellos Años (1960-1962)…Mi trayectoria escolar en el Liceo Cecilio Acosta, Coro, Estado Falcón, Venezuela (II)